El declive de una marca
La cadena de distribución alimentaria, propiedad del grupo lituano Maxima, negocia con sindicatos el ERE con el que pretende revertir la mala marcha de la compañía, que encadena años de pérdidas.
El grupo de distribución alimentaria internacional Maxima, de origen lituano, adquirió la red de tiendas Supersol en 2012, un conglomerado de grandes superficies y supermercados que hasta entonces había sido gestionado por Dinosol. En los últimos años ha logrado recortar las pérdidas, pero sigue siendo deficitaria. Sus dueños del norte aseguran seguir apostando por su red española, pero han presentado un plan de reestructuración que pasa por el despido del 10% de su plantilla actual y el cierre de 21 tiendas no rentables repartidas en sus principales áreas de influencia.
Los representantes de la compañía y las centrales sindicales negocian ya desde comienzos de abril la aplicación no traumática del ERE que dejará sin empleo a 404 trabajadores y supondrá también un cambio en las condiciones de empleo para buena parte de la plantilla que siga en sus puestos.
Las tiendas que echarán la persiana para siempre, según ha comunicado Supersol a los sindicatos, se encuentran principalmente en la comunidad andaluza, en la que su presencia es más significativa.
Supersol se desprenderá de nueve centros en la provincia de Cádiz (Rota, Puerto Real, Sanlúcar, Algeciras, San Fernando, Avenida del Perú y tres en Jerez); cinco en Granada (Motril, Cartuja, La Zubia, Santa Fe y Martínez Campos); tres en Huelva (Paseo Chocolate, Alanís y Galaroza); dos en Madrid (Collado Villalba y Moralzarzal), una tienda en Guadalajara y la última en Melilla.
La central sindical Comisiones Obreras ya ha solicitado a la dirección de Supersol un plan social que minimice el impacto del ERE planteado por la empresa, optando por incentivar las bajas voluntarias y permitiendo que las personas que pierdan sus empleos lo hagan en las mejores condiciones posibles.
CCOO ha aprovechado para manifestar su "preocupación" por este nuevo proceso de reestructuración y considera "imprescindible"
que las medidas que se negocien "no sean traumáticas" y que las salidas sean voluntarias. El sindicato defiende que el capital más importante de una empresa "es el humano" y destaca que si no hay personal para atender a la clientela, "no hay ventas y, por tanto, no hay futuro".
El cambio en la gestión y en la oferta de productos que se ofrecen a los consumidores también son factores a tener en cuenta por Supersol para garantizar la viabilidad a futuro de su proyecto. Hoy la marca está lejos de ser de las preferidas del público en el difícil y competitivo campo de la distribución. De hecho un reciente informe de la OCU la sitúa en los puestos de cola en las preferencias de los consumidores junto a Dia y Covirán.