FRUTOS SECOS, ALIADOS DEL CORAZÓN
Aunque tal vez en algunos países su precio atente contra su consumo, los frutos secos constituyen una de las mejores opciones para revitalizar el organismo. Contienen un importante nivel de grasas saludables que ayudan a minimizar el nivel de colesterol LDL (el conocido como colesterol malo), y por ser fuente de vitamina y minerales tienen propiedades antioxidantes. Asimismo, su consumo ayuda a controlar el apetito y a regular el tránsito intestinal, dado sus altos niveles de fibra.
Según la Fundación Española del Corazón, los frutos secos protegen al organismo del desarrollo de la arterioesclerosis. Algunos frutos secos, como las nueces, son capaces de disminuir las enfermedades del corazón, al ayudar a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos. Por su mala digestibilidad y elevado aporte calórico hay que evitar consumirlo en grandes cantidades.
Por incluir en su composición menos de 50% de agua, los frutos secos tienen un bajo contenido en hidratos de carbono (excepto la castaña) y son ricos en proteínas (10-30%) y grasas (3060%), especialmente ácidos grasos mono y poliinsaturados. Las nueces contienen ácidos grasos omega 3.
Presentan minerales de fácil absorción, como potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio. Poseen cantidades variables de tiamina, riboflavina y niacina. También son ricos en fibra insoluble, hierro, calcio, magnesio, ácido fólico, vitaminas E y B1. Asimismo contienen también fitoesteroles y otros componentes fitoquímicos.