Matarromera

Carlos Moro, la tierra como inspiración.

Reciclar y aprovechar los coproductos de la fabricación del vino aporta beneficios, tanto económicos como medioambientales. Lo saben bien en Bodegas Familiares Matarromera, donde llevan varios años investigando en esta área para obtener productos de valor añadido o generar energía. De esta forma, cierran un círculo cruzado con el que abastecen la producción inicial gracias al proceso que su presidente, Carlos Moro, ha denominado Economía Esférica. El objetivo es generar productos de alto valor añadido a partir de coproductos, consiguiendo también autoabastecer energéticamente la producción inicial.

Para ello, Bodegas Familiares Matarromera creó un departamento de I+D+i en 2005. Uno de sus primeros trabajos se centró en la investigación en torno al aprovechamiento de los coproductos de la industria vitivinícola y la obtención de antioxidantes. Posteriormente, se puso en marcha la Planta de Extracción de Polifenoles en Valbuena de Duero, la única de Europa de estas características. En concreto, se logró patentar un método para extraer polifenoles bajo patente propia a partir de los hollejos, la piel que envuelve la uva, y que dio como resultado el EMINOL®, un antioxidante natural certificado y avalado de forma independiente por su alta capacidad antioxidante, que actúa ralentizando el proceso de envejecimiento. A este nuevo extracto se han conseguido dar varios usos, como la elaboración de cosméticos, complementos alimenticios e ingredientes para alta cocina. La empresa vitivinícola también ‘rescata’ otros coproductos generados en el proceso global vitivinícola y oleícola, como el hueso de aceituna o sarmientos, para generar energía a través de calderas de biomasa, cerrando así el círculo.

Años después, toda esta creencia en la defensa del medio ambiente se materializó en el Plan Matarromera Sostenible en Planeta Tierra. Este programa incluye medidas prioritarias como la disminución de la dependencia energética y la reducción de emisiones, la producción ecológica o los proyectos de I+D medioambientales. Debido al uso de energías renovables, por ejemplo, la sede central del grupo situado en la Ribera del Duero se convierte en uno de los primeros centros integrales de desarrollo sostenible del sector vinícola. Además, todos los centros de trabajo con los que cuenta la compañía son edificaciones sostenibles diseñadas con iluminación natural, óptimo aislamiento y el aprovechamiento de aguas pluviales y residuales.

El respeto por la naturaleza y el desarrollo sostenible en los que se asienta la actividad de Bodegas Familiares Matarromera es una estrategia fundamental para Carlos Moro, no solo para asegurarse que sus productos son de la máxima calidad sino por su adoración por el entorno. Un amor que, según reconoce el empresario, aprendió desde bien pequeño mientras paseaba por los campos de Castilla y que, más adelante, pudo afianzar en sus estudios como ingeniero agrónomo.

Bodegas Familiares Matarromera fue, además, la primera empresa española con certificación AENOR que midió su huella de carbono, es decir, la repercusión ambiental como consecuencia de la elaboración de sus vinos. Certificados que, lógicamente, se renuevan cada año. También, tanto Bodega Matarromera en la Ribera del Duero, como Bodega Carlos Moro en La Rioja, forman parte activa del consorcio Wineries for Climate Protection, liderando la estrategia del sector vitivinícola nacional en defensa del medio ambiente.

Pero además del compromiso intrínseco de su fundador, Bodegas Familiares Matarromera fue pionera en este campo. Ya en 1988 Bodega Matarromera, situada en Valbuena de Duero (Valladolid) fue una instalación avanzada a su tiempo en términos medioambientales y de eficiencia. Estar semienterrada para conservar el vino a una temperatura ideal, o diseñada para recoger aguas pluviales no es fruto de la casualidad. En la actualidad, ambos criterios son habituales, pero hace más de 30 años eran inexistentes en este sector.

EL RESPETO POR LA NATURALEZA Y EL DESARROLLO SOSTENIBLE ES CLAVE PARA CARLOS MORO, QUE ADORA EL ENTORNO NATURAL

EL SECRETO DE CARLOS MORO. Hace treinta años, en 1988, Carlos Moro se lanzó a una aventura incierta: recuperar la tradición familiar de cultivar viñedos y dedicarse a la elaboración del vino. En 1995, Matarromera, su vino más emblemático, sería escogido el mejor del mundo. Ahora, décadas más tarde, posee una de las empresas bodegueras más prestigiosas e innovadoras de España. Su secreto: pasión por la tierra y pasión por la empresa.

PRODUCCIÓN ECOSOSTENIBLE. Bodegas Familiares Matarromera apuesta por la sostenibilidad en sus edificios con sistemas de generación de energía como la solar (térmica y fotovoltaica) a través de placas solares, el aprovechamiento de la biomasa a través de calderas, Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales que ayudan en el reciclado del agua, electrolinera, el aprovechamiento de la luz natural así como de todas las partes de la uva.