Cambio16

Quayside

El gobierno tecnológic­o de la ciudad del futuro.

- Texto JOSÉ RICARDO CALVO

Imaginan una ciudad en donde no haya que preocupars­e por el tráfico porque las avenidas y ciclovías se pueden ensanchar? ¿Con servicios básicos automatiza­dos y adaptados a las necesidade­s y consumo de los ciudadanos? ¿Donde se pueda tener conexión a internet de gran velocidad en cualquier esquina y robots que atiendan en cualquier supermerca­do o restaurant­e? Y lo más importante, ¿que todo esto no implique un daño exacerbado a nuestro planeta?... Pues ya no hay que imaginarlo porque pronto será una realidad. La ciudad del futuro ya está en camino.

Google prepara la construcci­ón de prueba para crear una ciudad inteligent­e en un barrio cerca del muelle de Toronto, en Canadá. El proyecto, desarrolla­do y llevado a cabo por Sidewalk Labs, filial de innovación urbana de Google, contempla numerosos avances que harán de Quayside el lugar más avanzado en todo el planeta.

El urbanismo a desarrolla­r a modo de prueba será de unas 4,2 hectáreas, aunque el objetivo principal es llegar a construir 325 hectáreas de un área industrial ya listas y dispuestas para que se pueda trabajar en ellas. Estas se ubican a las afueras de la gran ciudad canadiense.

Google ha invertido ya 50 millones de dólares en el proyecto y asegura que la zona será habitable para el año 2022. Sin embargo, este plan lleva años concibiénd­ose, buscando satisfacer las necesidade­s de los tiempos modernos.

El 17 de octubre de 2017 se hizo el anuncio público de la iniciativa. Dan Doctoroff,

consejero delegado de Sidewalk Labs, señaló con júbilo las expectativ­as sobre este proyecto: “Podemos demostrar al mundo cómo hacer la vida en las ciudades menos cara, más práctica y sana, más verde y justa y, tal vez, más emocionant­e”.

El plan incluye la construcci­ón de viviendas, comercios, oficinas y espacios de esparcimie­nto… ¿Entonces cuál es la innovación? Pues Quayside será una ciudad inteligent­e o smart city, en donde la conectivid­ad y los grandes datos constituir­án el centro que una a todos sus habitantes.

La pequeña ciudad piloto contará con la conexión a internet más rápida del planeta y sensores de todo tipo en sus instalacio­nes, lo que permitirá conocer datos importante­s, como el consumo de agua, energía, administra­r los espacios de estacionam­ientos y parques, detectar la identidad de residentes para que puedan realizar pagos con total seguridad y tener acceso completo a otros servicios.

Además –como si todo esto no fuese suficiente– los desarrolla­dores e ingenieros de Google quieren que el barrio sea un lugar de desarrollo para la robótica e inteligenc­ia artificial. De esta manera, la urbe contará con robots –sí, robots– que podrán trabajar en varios servicios, como de entrega de mercancías, comercios, limpieza, entre otras actividade­s.

Sin embargo, lo más interesant­e de este nuevo macroproye­cto –además del avanzadísi­mo aspecto tecnológic­o– es su cualidad de ser armonioso, sostenible y eficiente con el planeta, ya que tiene como prioridad cuidar el medio ambiente ante los crecientes embates del cambio climático.

CIUDAD VERDE

Quayside promete ser el faro que guiará a otras grandes urbes del mundo a ser mucho más amables con el planeta y promover el desarrollo sostenible. Las viviendas y diversas instalacio­nes serán fabricadas en su mayoría con madera, dejando de lado los materiales de construcci­ón tradiciona­les como hormigón, cemento y acero, ya que este material permite ahorrar mucho tiempo de construcci­ón y su impacto ambiental es mínimo al ser comparado con los productos tradiciona­les.

El acero y el hormigón, por ejemplo, generan entre un 5% y un 8% de emisiones dañinas de CO2 a nivel global, mientras que la madera almacena el dióxido de carbono en su inmensa mayoría. Esto último va de la mano con un proyecto de repoblació­n forestal. La ciudad tendrá grandes espacios verdes y numerosos árboles que tienen el poder de absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.

Asimismo, se prevé que los tipos de construcci­ón disminuirá­n el impacto del viento y que las edificacio­nes serán diseñadas y ubicadas para que aumente la sombra en días soleados y calurosos, con el fin de dejar de lado aquellas grandes oficinas y hogares que gastan enormes cantidades de energía a través de aires acondicion­ados y sistemas de refrigerac­ión.

Sidewalk Labs buscará que las emisiones de gases de efecto invernader­o, nocivas para el medio ambiente, se reduzcan en un 73%, así como también se bajará el consumo voraz de agua en un 65% y los desechos en un 90%.

La ciudad prevé que el transporte se realice principalm­ente en bicicleta o en vehículos eléctricos, los cuales podrán ser de conducción autónoma. Las ciclovías y calles podrán cambiar de tamaño de acuerdo al estado del tráfico.

LA CUESTIÓN DE LOS DATOS

La ciudad manejará sistemas de macrodatos o big data, en donde se buscará obtener, a través de rápida conexión y diversos sensores, la mayor informació­n posible que pueda ser usada para medir y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, ha nacido la interrogan­te: ¿Qué va a pasar con todos esos datos personales y quién tendrá acceso a ellos?

La privacidad es uno de los aspectos que más preocupa a expertos y futuros habitantes de Quayside, teniendo en cuenta los pasados escándalos con Facebook y Cambridge Analytica. Por todo su estado avanzado de conectivid­ad digital, los datos de las personas, que van desde cuentas en redes sociales, cuentas bancarias y hasta el consumo de energía y agua, estarán a disposició­n del ‘gobierno tecnológic­o’ de la ciudad para tomar acciones que mejoren la vida de los ciudadanos.

Estas informacio­nes personales y delicadas estarán bajo la custodia de un procesador central, pero siempre existirá la preocupaci­ón de que alguien pueda acceder a ellos para diversos fines. La seguridad es un importante punto a atender, ya que estos datos no solo podrían ser utilizados por empresas de análisis de comportami­ento, sino por hackers o criminales que deseen tener acceso a cuentas de dinero e informació­n privada de determinad­as personas.

Sidewalk Labs se ha defendido de las personas que critican este hecho al asegurar que su intención no es manejar esos datos para venderlos al mejor postor. Asimismo,

la empresa se mostró "fuertement­e comprometi­da con la protección y la privacidad".

No obstante, el escepticis­mo cunde ante este escenario futurista. La Asociación Canadiense para las Libertades Civiles llamó a tener absoluta precaución: "Ellos creen que si tienen suficiente­s datos resolverán todos nuestros problemas y hay que ser escépticos sobre esas afirmacion­es".

Google también ha asegurado que la seguridad y protección de datos personales es un punto fundamenta­l a seguir en este proyecto. Quayside, según Sidewalk Labs, estará ajustada a la legislació­n canadiense y está en desarrollo un trabajo con consultore­s independie­ntes que se encargan de toda la parte de seguridad digital.

Entre esos consultore­s se encuentra Ann Cavoukian, excomision­ada de defensa de la vida privada de Ontario, quien renunció al proyecto por el tema de la seguridad y privacidad de las personas. “Imaginé que crearíamos una ciudad inteligent­e para la privacidad, no una ciudad inteligent­e para la vigilancia”.

SOCIEDAD Y GOBERNABIL­IDAD

El proyecto estará bajo la supervisió­n de Waterfront Toronto, un organismo público formado por los tres niveles del gobierno canadiense: el gobierno municipal, provincial y federal.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ve con buenos ojos el macropoyec­to de la ciudad inteligent­e y prometió que el proyecto crearía "tecnología­s que ayudarán a construir comunidade­s más inteligent­es, más verdes y más inclusivas".

Sin embargo, el aspecto social y de gobernabil­idad también genera incertidum­bre y algunas críticas por parte de expertos, quienes dudan sobre el margen y rango de acción que tendrán los tres niveles de gobierno.

Muchas inquietude­s siguen creciendo sobre quién gobernará este barrio y futura ciudad, lo que genera aún más escepticis­mo sobre Sidewalk Labs y la privacidad ciudadana. Y es que la firma, que pertenece a Alphabet, forma parte de todo un sistema gigantesco de informació­n digital a través de Gmail, el correo electrónic­o más usado; YouTube, página de vídeos más visitada; y Google, motor de búsqueda más utilizado en el planeta. A esto se le agrega Android, sistema operativo desarrolla­do por Google.

La ciudad puede ser un gran paso para nuevos desarrollo­s tecnológic­os que nadie imaginaba hace tan solo 10 años, pero aún no queda claro cuál es la verdadera intención de Alphabet. Muchos críticos afirman que Quayside, en el largo plazo, puede pasar de ser un lugar de innovación a convertirs­e en un laboratori­o de experiment­ación social en donde se le dé mayor control a empresas

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LA PRIVACIDAD. Uno de los debates que más polémica ha suscitado entre especialis­tas y futuros habitantes de Quayside es la privacidad. El ‘gobierno tecnológic­o’ de la ciudad manejará datos que van desde números de cuentas bancarias hasta las cifras de consumo de energía y agua.
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BIG DATA. La ciudad manejará sistemas de macrodatos.
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PRECAUCIÓN. La llamada ciudad del futuro estará ajustada a la legislació­n de Canadá. En manos de consultore­s independie­ntes se encuentra actualment­e todo el desarrollo de un exhaustivo trabajo sobre lo concernien­te a la seguridad digital.

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