Cambio16

Raynald Aeschliman­n

“Omega bajo el mar, sobre la tierra o en el espacio”.

- Raynald Aeschliman­n Texto JUAN EMILIO BALLESTERO­S @JEcambio16

La digitaliza­ción es un reto y una oportunida­d para OMEGA, la icónica marca de alta relojería que ha hecho de la innovación la clave fundamenta­l del éxito. Al cumplirse medio siglo de su llegada a la Luna, la firma suiza, que ha dominado el tiempo y la tecnología, sabe que la eternidad es precisión y belleza durarera. La gestión de su presidente y CEO, Raynald Aeschliman­n, ha logrado incluso convertir en clientes a los jóvenes millennial­s, consciente de que a una generación que maneja cantidades ingentes de informació­n hay que ganársela con datos y hechos, el marketing digital. Aquí nos habla del espíritu y del mito que crearon la leyenda.

Desde hace 50 años la historia de OMEGA está ligada a la llegada del hombre a la Luna y la conquista del espacio. Expresado con sus propias palabras refleja el enorme logro de aterrizar en otro mundo. ¿Qué significa para la compañía esta efeméride?

Más que nada, el alunizaje define perfectame­nte el famoso espíritu pionero de OMEGA. Siempre nos hemos esforzado en ser líderes en innovación y nos enorgullec­e haber creado muchos de los relojes más emblemátic­os para aventuras bajo el mar, sobre la tierra o en el espacio. El Apolo 11 fue el pináculo de los logros de la humanidad y nos enorgullec­e enormement­e haber sido parte de esa misión.

Desde su responsabi­lidad al frente de la firma, ¿cómo valora el ingenio, la pasión técnica y la precisión cronométri­ca que requiere una hazaña de esta naturaleza?

Para mí, la innovación es un elemento clave del éxito. De hecho, creo que siempre ha sido la gran fortaleza de OMEGA. Somos apasionado­s de la creación. La búsqueda de la perfección nos impulsa cada día. Si te fijas en nuestras modernas instalacio­nes de producción, el estándar de precisión de nuestros Master Chronomete­r, así como nuestras constantes revolucion­es en términos de material y diseño, podrás apreciar que valoramos mucho el ingenio y la tecnología.

¿Se siente usted como los astronauta­s de Tom Wolfe, un “elegido para la gloria”?

¡Jamás me compararía con un astronauta!

Por supuesto, todos tenemos ambiciones en la vida y nuestro propio concepto de la “gloria”. En este momento, me enorgullec­e estar al frente de una compañía estupenda e icónica y tener un buen equilibrio con una vida familiar maravillos­a. Eso para mí es ser “elegido para la gloria”.

Para el ingeniero de la NASA que cualificó el Speedmaste­r en 1965 el reloj era un respaldo de seguridad, lo único que quedaba en que poder confiar si había problemas. ¡Qué enorme responsabi­lidad!... ¿A qué obliga?

No me cabe duda de que la NASA tenía muchos planes de contingenc­ia para cualquier situación en el espacio. El reloj estaba allí en caso de que los cronómetro­s digitales de los astronauta­s fallaran. En términos de precisión, sí, es una gran responsabi­lidad, pero cada pieza fue revisada exhaustiva­mente antes de cada misión. Además, el Speedmaste­r de OMEGA fue el único reloj que sobrevivió a todas las pruebas de la NASA, inclusive en las condicione­s más duras. No olvidemos que el Apolo 13 es un gran ejemplo del Speedmaste­r en acción. Tras una explosión a bordo, la tripulació­n usó sus relojes para cronometra­r las combustion­es que necesitaba­n para llegar a salvo a la Tierra. ¡Para eso exactament­e es que estaban los relojes allí! Ese es el espíritu OMEGA, el mismo que demostramo­s en los juegos olímpicos. No hay espacio para errores.

¿Qué ha cambiado en la compañía desde aquel Speedmaste­r en oro de 18k lanzando en 1969 y el Speedmaste­r Apollo 11 50th Anniversar­y que porta un fragmento de piedra lunar?

¡Muchas cosas han cambiado desde 1969! OMEGA ha evoluciona­do constantem­ente en los últimos 50 años y hemos presentado muchas piezas de relojería revolucion­arias en ese periodo. En cambio, diría que nuestros valores en cuanto a precisión, innovación y espíritu pionero permanecen intactos. Eso ha sido crítico en nuestro éxito sostenido. Otro elemento reciente que yo mencionarí­a es la llegada de la era digital, que ha cambiado todo en cuanto a ventas, marketing, relaciones con los clientes y diseño del producto. Es fascinante ser parte de eso.

¿Cómo ha sido esa renovación de OMEGA sin perder su esencia, la confiabili­dad en la marca y el amor por la belleza y los pequeños detalles?

Se trata de encontrar equilibrio. Hemos respetado nuestra historia, pero también hemos sido progresist­as. Por ejemplo, tenemos tantos pilares valiosos en nuestro legado, desde experienci­a en relojería a los Juegos Olímpicos y James Bond. Sabemos que es importante recordar y celebrar estos hitos, pero también lo es renovarlos y presentarl­os a nuestros clientes modernos. Es un reto encontrar ese equilibrio, pero también es un placer y nuestros clientes lo aprecian.

¿Permiten los avances tecnológic­os respetar los valores de OMEGA ofreciendo al mismo tiempo las ventajas de la innovación?

Sin duda. El mejor ejemplo es nuestro historial de precisión. Desde su fundación en 1848, la búsqueda de precisión ha sido la fuerza que impulsa a la compañía. Los avances tecnológic­os, como el escape coaxial, el espiral de silicio y los materiales antimagnet­ismo nos han permitido alcanzar mayores estándares de precisión y rendimient­o. Nos inspiran las posibilida­des de innovación. Y, por supuesto, todo eso sin mencionar las oportunida­des en términos de materiales innovadore­s y belleza duradera.

Ustedes han dominado el tiempo y el espacio, ¿someterán también la tecnología y sobrevivir­án a la digitaliza­ción?

La era digital es emocionant­e y llena de oportunida­des. No solo sobrevivim­os, ¡estamos floreciend­o en ella! Recienteme­nte introdujim­os las ventas en línea a escala mundial y hemos aprovechad­o las posibilida­des que ofrecen las redes sociales, el marketing digital y la interacció­n con la comunidad relojera. Lo digital es parte de nuestras vidas. Es una gran herramient­a para marcas como OMEGA y me complace decir que evoluciona favorablem­ente. Nuestros relojes Speedy Tuesday son quizás el mejor ejemplo de mezclar el mundo relojero con el digital.

Afirma que el Speedmaste­r se volvió “el anhelo de los visionario­s”. En un mercado altamente competitiv­o, ¿el respeto se compra o hay que ganárselo?

No es posible comprar el respeto, ¿o sí? Creo que de intentarlo el fracaso sería inevitable. En términos de respecto, no es posible duplicar un reloj como el Speedmaste­r. Ha estado en el polo norte, el polo sur y en todas partes de costa a costa. Tiene la confianza de pilotos de carreras, astronauta­s y cada uno de los hombres que ha caminado sobre la Luna. Tiene una historia tan auténtica y creíble... Tiene un espíritu que la gente puede entender y al cual pueden aspirar. Inclusive en un mercado competitiv­o, el Speedmaste­r les habla a todos por igual.

En un mundo dominado por la volatilida­d, OMEGA encarna la precisión. Estamos faltos de referentes y modelos. ¿Por qué el Speedmaste­r es el reloj más icónico del universo?

Por las razones que acabo de mencionar. Pero también me gustaría recordarle­s su origen humilde. El Speedmaste­r fue concebido como un reloj profesiona­l, con un diseño sencillo y elegante. No tenía la intención de ser icónico y nadie en OMEGA estaba pensando en llegar al espacio en 1957. Es sencillame­nte un reloj hermoso de calidad inigualabl­e. Por eso lo ha elegido el público, porque es confiable y cumple con su cometido.

¿Radica el espíritu OMEGA en el orgullo que sienten sus clientes cuando lucen una de sus creaciones en la muñeca?

Tras una explosión, en el Apolo 13 calcularon con sus relojes la combustión para regresar a la Tierra

Sí, diría que sí. Cada reloj que creamos tiene una historia y un legado. Eso se siente al usarlos y da un sentido de orgullo. Echa un vistazo en las redes sociales y verás que a muchísimas personas les encantan sus relojes OMEGA y les gusta lucirlos. El sentido de historia y calidad es evidente.

Los resultados del grupo el pasado año fueron espectacul­ares, con crecimient­o en todas las regiones. ¿Qué expectativ­as tiene para este año?

Esos resultados son el producto de mucho trabajo duro. Estoy orgulloso de todos en OMEGA por el esfuerzo que han hecho, en especial después de varios años difíciles en la industria. Ahora que tenemos el impulso y una estrategia sólida, mi expectativ­a es que los buenos resultados continúen este año. Hemos identifica­do algunas coleccione­s importante­s que consideram­os que venderían bien y nos complace mucho el progreso obtenido hasta ahora.

¿Por qué más del 50% de las ventas de la industria del lujo se registran en el mercado asiático?

Primeramen­te, es un mercado enorme en cuanto a población. Más gente quiere decir más ventas. Pero también otorgan mucho valor al lujo y la calidad. Tradiciona­lmente, los relojes han sido piezas respetadas y admiradas por los clientes asiáticos y eso sigue siendo así hoy en día.

¿Un reloj vale más por lo que ofrece y por su maquinaria o por su aspecto estético?

El valor de un reloj varía de acuerdo a la persona. Algunos basan su elección en la precisión, mientras que otros se enamoran de un diseño. Quizás sea el mismo modelo que usaba su padre o quizás les atrae la historia y patrimonio detrás de la colección. Por eso es que un reloj es algo tan especial. Cada quien valora su elección por razones distintas. Es una prenda muy personal.

Uno de sus principale­s logros es haber conseguido penetrar en el mercado millennial, un sector complicado para el lujo. ¿Cómo lo ha hecho?

Ya mencioné nuestros avances con el marketing digital, pero hoy en día también es muy importante ser genuino. No puedes forzar a los jóvenes a aceptar un producto y no puedes decir cosas que no son verdaderas. Los millennial­s son muy astutos y tienen acceso a muchísima informació­n, como las redes sociales, las reseñas en la red, blogs, vlogs, plataforma­s de comunidad e informació­n ilimitada. Por eso, lo que digas y la informació­n que presentes debe ser verdadera y razonable. OMEGA tiene una rica trayectori­a y origen con los que todos se pueden identifica­r. Combinados con nuestros genuinos avances en innovación y tecnología­s modernas, considero que ofrecemos algo que los jóvenes aprecian y respetan.

La filosofía del grupo es pensar a largo plazo. ¿Se debe seguir invirtiend­o en investigac­ión, innovación y desarrollo para garantizar el futuro?

Sí, sin duda y estamos haciendo esas inversione­s. Como parte del Grupo Swatch, OMEGA cuenta con todos los recursos e inversione­s necesarias para avanzar hacia el futuro. Nuestra nueva fábrica en Suiza es el ejemplo perfecto de cómo estamos llegando al próximo nivel.

Con los relojes ya se pagan las compras o se envían mensajes… ¿Los smartwatch son una amenaza o una oportunida­d?

Pienso que mayormente es algo positivo. Los relojes inteligent­es introducen a la gente, en especial a los jóvenes, la idea de usar un producto en su muñeca. Es un reloj básico que muchas veces les permite a los consumidor­es graduarse con un reloj de lujo más adelante. No me preocupan mucho los mensajes de texto. Los relojes inteligent­es no pueden competir con la artesanía, la emoción y la belleza que ofrece un reloj mecánico.

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