11.59, antes del nacimiento de un nuevo día.
Con el objetivo de sorprender, Audemars Piguet ha creado una colección que amplía los límites de su artesanía. CODE 11.59 combina complejidad con precisión para dar lugar a piezas exlusivas que revolucionan el concepto del reloj clásico.
La relojera Audemars Piguet ha roto los moldes con su nueva colección, CODE 11.59. Tras el lanzamiento de estas estilosas piezas, la marca está escribiendo nuevas páginas en la historia de la manufactura suiza más antigua de alta relojería. Desde 1875, la compañía ha escrito algunos de los mejores capítulos de la historia de relojes de alta gama, incluyendo multitud de novedades mundiales.
El diseño y la fabricación de estos relojes representa el código genético de la marca. Todo está pensando al milímetro, por eso, el nombre de la colección forma el acrónimo CODE, que significa: Cambio, Oportunidad, Determinación y Evolución. Estos cuatro conceptos definen el trabajo de la marca suiza.
El Vallée de Joux es el enclave donde la firma crea sus obras maestras en serie limitada. Sus modelos evidencian un extraordinario grado de perfección relojera. Entre ellos, se incluyen atrevidos relojes deportivos, clásicos y tradicionales, maravillosos relojes-joya de mujer así como creaciones únicas.
Esta novedosa colección representa uno de los lanzamientos más importantes de Audemars Piguet. CODE 11.59 by Audemars Piguet no renuncia a nada y presenta 13 referencias, incluidas cinco complicaciones y seis calibres de nueva generación.
Los fundadores de la firma –Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet–, dieron la espalda al reclamo de las masas durante la industrialización en 1875. Estos relojeros quisieron ir más allá y crearon piezas con complicaciones únicas. Gracias a su determinación, heredera de 144 años de generaciones de artesanos de gran talento que han puesto en práctica sus competencias al máximo nivel de exigencia que impone la marca.
Para el consejero delegado de Audemars Piguet, Franç≠ois-Henry Bennahmias, "esta colección requirió nuevas herramientas, competencias y técnicas para alcanzar un grado de complejidad técnica y estética excepcional. CODE 11.59 by Audemars Piguet consiste en desafíos humanos".
Para lograr la excelencia, la marca se reinventa constantemente, pero no pierde de vista sus orígenes. De esa manera, elabora obras basadas en la tradición. Paralelamente, rompe las normas con la búsqueda de talento artístico, excelencia y perfección técnica.
Audemars Piguet nunca permanece de brazos cruzados. La serie de relojes CODE 11.59 es una colección que nace de cero, no está inspirada en otras de sus piezas, es un modelo innovador con el que pretende transmitir originalidad y modernidad. Nada que ver con el clásico reloj redondo.
La marca afirma que con el surgimiento de la era digital, Audemars Piguet ha seguido por su propio camino, usando tecnologías de transformación para crear relojes revolucionarios. Apasionados, innovadores y perseverantes, los artesanos de Audemars Piguet desarrollan constantemente nuevas aptitudes y técnicas, ampliando sus conocimientos prácticos para marcar tendencias rompedoras.
Las cajas de esta colección miden 41 mm de diámetro y están diseñadas en oro rosa y oro blanco para que las piezas puedan ser lucidas tanto por hombres como por mujeres. "Estos modelos se dirigen a personas que no se conforman con poco y que van más allá de lo evidente", afirma Sebastián Vivas, director de patrimonio y del museo Audemars Piguet. Es la primera vez que esta casa relojera presenta una colección con estas características.
La precisión consiste en los detalles que hacen que sus relojes sean reconocibles de forma inequívoca. Audemars Piguet entreteje tensiones y fuerzas contrarias en el diseño de la caja de la colección. Integra con atrevimiento una carrura octogonal en una caja redonda.
La parte superior de las asas esqueletizadas está soldada al bisel casi inexistente, mientras que la parte inferior reposa delicadamente contra el fondo de la caja en un alineamiento perfecto.
A su vez, estos relojes están diseñados para la legibilidad. La manufactura ha creado un complejo cristal de zafiro de doble curvatura con tratamiento antirreflejos, cuyo diseño juega con la profundidad, la perspectiva y la luz para ofrecer una experiencia única.
La profundidad y la refinación son dos características de la topografía de Audemars Piguet. Estos modelos están hechos de finas capas de oro de 24 quilates, previamente obtenidas mediante un proceso químico similar a a la impresión 3D conocido como crecimiento galvánico.
Esta colección posee una selección de seis calibres de última generación de fabricación propia: Automático, Cronógrafo Automático, Calendario Perpetuo, Tourbillon Esqueletizado, Repetición de Minutos Supersonería y Tourbillon Volante Automático.
Entre esos seis calibres, tres son nuevos: el calibre 2950, con tourbillon volante; el calibre 4302, un calibre de reloj de cuerda automática con indicación de los segundos y la fecha; y el calibre 4401, un cronógrafo con rueda de pilares integradal con función de flyback –permite reiniciar el cronógrafo sin tener que detenerlo y devolverlo a cero–.
Jasmine Audemars, presidenta de la junta directiva de la compañía, explica: "En Audemars Piguet asumimos el reto constante de superar los límites de la artesanía. Dotados de un fuerte espíritu de independencia, estamos orgullosos de ser dueños de nuestras raíces y nuestro territorio, atreviéndonos a combinar precisión y creatividad. Fieles a nuestro legado, continuamos evolucionando, preservando y reescribiendo tradiciones. El 11.59 va por delante del juego, constantemente al borde del mañana".