"Los conflictos políticos se resuelven en torno a una mesa"

Felicito a todos los premiados porque cada uno ha destacado en su categoría y con el esfuerzo de todos construimos un país mejor. En Cambio16, con un equipo renovado desde hace pocos años bajo el impulso de Jorge Neri, nuestro CEO, seguimos teniendo dos objetivos prioritarios: la lucha contra el cambio climático y la defensa de los derechos humanos en todos sus ámbitos. Estas son nuestras banderas, las verdaderas banderas del compromiso, la solidaridad y el respeto a la diversidad. Y no las que dividen, excluyen o marginan. Cambio16 celebrará en 2021 su 50 aniversario. Es la revista decana de la prensa española. Podemos decir que lo hemos visto todo: desde el fin del franquismo a la muerte del dictador, pasando por la transición con su Constitución, los Estatutos de Autonomía, el ingreso en la UE, el terror de ETA... un país que se ha transformado en estos 40 años de democracia.

No puedo nombrar a todos los premiados aunque todos se merezcan una mención especial. Sin embargo, quiero destacar a Rafa Nadal, premio Deportista del Año, que es todo un ejemplo de superación, constancia y tesón. Un hombre humilde en la victoria. Un gran ejemplo para nuestra juventud. Gunter Pauli, quien es un emprendedor belga referente mundial de la economía azul, al que otorgamos el premio Madre Tierra.

A Pablo Motos, premio Comunicación Juan Tomas de Salas (fundador de Cambio16), un hombre que ha revolucionado la pequeña pantalla con el programa El Hormiguero y que ha sabido mezclar la actualidad con la diversión mostrando una gran profesionalidad. No me quiero alargar, pero me vais a permitir que barra para casa y felicite a Vitoria-Gasteiz y a su alcalde, Gorka Urtaran, por el premio Ciudad Verde. Vitoria-Gasteiz lleva años implicándose con el medio ambiente y es un premio al cual le damos mucho valor. Además, es la ciudad natal de mi padre, que murió en el exilio y estaría muy orgulloso de cómo se ha transformado su ciudad, hoy capital del País Vasco.

Finalmente no puedo dejar de hacer una mención especial al Partido Nacionalista Vasco y a su presidente Andoni Ortuzar. Es cierto que vivimos tiempos de mucha turbulencia política, de mucha volatilidad. De desengaño y frustración que afectan a nuestras instituciones y a toda la clase política. En este gallinero que se ha transformado la vida política, el PNV ha sabido mantener la centralidad, la moderación y la mesura.

Es un partido que siempre ha buscado el diálogo, el acuerdo y el pacto. Esta actitud no es nueva y caracteriza y acredita su trayectoria histórica. El PNV luchó en el bando republicano, mantuvo su estela con un gobierno en el exilio, participando en el embrión de lo que después fue el Mercado Común, hoy UE, para después incorporarse a la democracia y liderar el cambio autonómico en Euskadi. Estos son los 125 años que avalan a un partido centenario, el más longevo tras el PSOE, que siempre ha defendido la democracia, la libertad y los derechos humanos sin renunciar a sus principios y sus ideales. Cuesta mucho entender que nuevas formaciones políticas, y me refiero a VOX, que acaba de nacer y que nos hace recordar una de las etapas más negras que ha vivido nuestro país, amenacen sin el menor rubor con ilegalizar al PNV. Es el mundo al revés. Como decía Manuel de Irujo, ministro de Justicia en la República y miembro del PNV: “Los conversos a la cola”.

Y me permitiréis añadir que con los intransigentes e intolerantes ni se transige ni se les tolera. Perdonen tanta puntualización pero lo tenía que decir. Porque también estoy convencido de que los conflictos políticos se resuelven en torno a una mesa.

Es más que probable que sea una de las últimas veces que suba a esta tribuna porque ya me ha tocado la jubilación. Sin embargo, quiero para terminar expresar mi preocupación ante todos los alarmistas, los catastrofistas y los falsarios que desde sus cómodas y seguras tribunas auguran las peores presagios para el futuro Gobierno de España si se confirma la coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

España ni se va a romper ni se va desmembrar. No va a haber invasión comunista ni invasión bolivariana.

Porque nos guste o no seguimos en Europa con los criterios de la UE y tenemos una sólida Constitución. Si el sector financiero y empresarial se muestra preocupado, y puede ser hasta lógico y comprensible, deberíamos recordar que lo preocupante es que la gente no llegue a fin de mes y que las diferencias sociales han aumentado con una clase media, sostén de toda nuestra economía, que ha sufrido y sufre los avatares de la crisis. Sin contar con el problema de nuestra juventud.

Que cada uno asuma su responsabilidad.