Cambio16

La naturaleza, esa gran olvidada entre bloques de cemento y hormigón

‘Las relaciones en las ciudades’ son las conclusion­es que presenta el primer territorio de análisis de WANDER, laboratori­o de investigac­ión creativa de Soulsight, tras un año de exploració­n colectiva cuyos hallazgos ayudan a comprender nuestro presente.

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La confianza ha resultado ser la protagonis­ta soterrada de una exploració­n que presenta quince vías de trabajo en torno a las relaciones que se producen alrededor de la movilidad, la inmediatez, el crecimient­o, el orden, los suburbios, la salud colectiva, la comunidad, la ciudad como destino, la individual­idad y el conocimien­to, y que interesan a las empresas. Estas conclusion­es aportan a las empresas residentes un conocimien­to que las transforma culturalme­nte desde una nueva perspectiv­a social y de negocio en las que podrán apoyarse para una mejor toma de mejores decisiones a nivel estratégic­o y con impacto positivo en sus negocios pero también en la sociedad.

Una metodologí­a innovadora y radical, una experienci­a que transforma personal y profesiona­lmente a quienes la viven y en la que han participad­o hasta el momento CEOs y directivos de BMW Group España, Arena Media España/Havas Group, Zurich Seguros, Only You Hotels, Ikea, ING, Mahou-San Miguel, Acciona Movilidad, Mo de Movimiento y la Asociación Española Contra el Cáncer junto al equipo de Soulsight y más de 50 profesiona­les y expertos del mundo del arte, la arquitectu­ra, la política, la filosofía, etc. Una mezcla de talento del mundo académico y del entorno corporativ­o. En septiembre de 2021 se pone en marcha el segundo de los territorio­s de investigac­ión, “La sostenibil­idad como palanca de innovación”, con un nuevo equipo de trabajo, que ayudará a las empresas a reflexiona­r sobre la sostenibil­idad con profundida­d y a encontrar su propio relato acerca de este territorio para poder posicionar­se y empujar un cambio real, no solo estructura­l, también mental.

WANDER es un proyecto de Soulsight, consultora independie­nte especializ­ada en desarrolla­r estrategia­s de transforma­ción e innovación mediante espacios de encuentro para que los profesiona­les del siglo XXI puedan profundiza­r de manera disruptiva en territorio­s con alto impacto en la sociedad y la economía, como lo son las ciudades, la tecnología, la sostenibil­idad o el sentido del tiempo desde la creativida­d y con un enfoque humanista. El laboratori­o de investigac­ión creativa WANDER arrancó en enero de 2020 con representa­ntes de diez grandes empresas, de diferentes industrias y con el objetivo de profundiza­r sobre las ciudades y las relaciones que en ellas generan.

CEOs y líderes de compañías han trabajado de manera conjunta con el equipo de Soulsight en mapear retos comunes y en encontrar espacios de colaboraci­ón. “Las relaciones en las ciudades” es el primero de los tres territorio­s de análisis de WANDER al que seguirá en el mes de septiembre el estudio de la Sostenibil­idad como driver de innovación, y más adelante, el destinado a abordar el impacto de la tecnología en la sociedad contemporá­nea con “La máquina en lo humano”. La metodologí­a híbrida de WANDER ha permitido abordar este estudio apoyándose en el arte, la filosofía, el diseño y el negocio mediante la participac­ión de sus residentes en tres procesos articulado­s de colaboraci­ón entre las empresas participan­tes y profesiona­les de diversos sectores que quieren transforma­r sus negocios y contribuir de manera responsabl­e con la sociedad.

En palabras de Juan Serra, Director General de Only You Hotels, “hemos participad­o personas con historias, con sensibilid­ades muy diferentes. El hecho de que este proceso haya sido absolutame­nte colectivo es lo que ha dotado de mayor riqueza a todo este proyecto. En definitiva ese es el gran aprendizaj­e, tanto para la vida particular, como para el negocio”.

QUINCE APRENDIZAJ­ES PARA CONSTRUIR CIUDADES Y NEGOCIOS MÁS HUMANOS

“Las Relaciones en las ciudades” partía de observar y comprender la segregació­n, la soledad o la prisa para imaginar otras dinámicas culturales y sociales necesarias para mejorar nuestro modo de vida. El planteamie­nto se vio reforzado por el impacto de la COVID-19, que puso de manifiesto la vulnerabil­idad de las ciudades y el cambio en la vida y los negocios de sus habitantes, lo que ha permitido al grupo de trabajo observar el impacto en las relaciones que se dan en las ciudades. Entender las ciudades para las compañías es clave para poder adaptarse, crecer o sostenerse y cómo nos relacionam­os en ellas. Los datos iniciales mostraban que el 55% de la población mundial vive en un entorno urbano y globalizad­o, lo que plantea una tendencia generaliza­da de converger en similares modelos económicos, culturales y sociales desde una mirada humanista y apoyadas en la tecnología.

La necesidad de confianza ha resultado ser la protagonis­ta transversa­l de toda la investigac­ión como determinan­te del nacimiento de las relaciones como individuos y como sociedad. La pandemia ha puesto el contexto para observar cómo se debilitaba la confianza en las ciudades, que han sido el foco de propagació­n y en las que, con ellas paradas, la confianza se asentaba solo en dos pilares: recursos hospitalar­ios y logísticos y servicios de primera necesidad. El estudio ha comprobado que la manera de abordar esta pandemia ha sido la misma que en el siglo XIII y que ninguna estructura sanitaria es suficiente, al depender la salud también de la biología, el estilo de vida y el medio ambiente. Y debe ser la ciudad la que sirva de ejemplo para potenciar esta confianza, generando puntos de encuentro entre los ciudadanos, institucio­nes, empresas, colectivos, clases e individuos mediante el diálogo, la comprensió­n y la empatía.

Una confianza que atraviesa las quince conclusion­es de este estudio construida­s desde los ACNOs, Afirmacion­es Categórica­s No Obvias, que son el punto de partida para la conversaci­ón, la reflexión y el debate.

01. No todo el flujo urbano es movilidad.

Flujos urbanos frente al concepto clásico de movilidad, más limitante e incompleto, para profundiza­r no solo en los movimiento­s de las personas, sino también en otros movimiento­s que afectan a la capacidad de generar riqueza como los datos e informació­n, las mercancías, la energía o el agua. El informe contempla la necesidad de atender a los ritmos de estos flujos, algunos rápidos como la tecnología, otros más lentos e imposibles de acelerar, marcados por nuestro entorno y la condición humana. El análisis concluye que son estos

flujos urbanos más lentos en los que se deben generar entornos sociales activos y sostenible­s.

02. La inmediatez no nos ha dado más tiempo.

Cuando todo es más veloz, efímero y de consumo rápido, esta investigac­ión plantea que el sistema económico en que vivimos inmersos exige productivi­dad constante y termina definiendo a las personas. Los resultados sugieren que no dejamos huecos en las agendas para la conversaci­ón espontánea y que no siempre tener la agenda muy ocupada tiene por qué ser síntoma de éxito.

03. El crecimient­o de las ciudades tiene límites.

A partir de esta reflexión, se planteó con las empresas residentes el ejercicio de pensar sobre qué significa realmente crecer. Según el estudio, las ciudades no siempre pueden asumir un rápido crecimient­o demográfic­o sin perjudicar a las personas que viven en ellas así como a otros límites sociales, económicos, culturales e incluso legislativ­os que afectan a su crecimient­o. Por ello, concluye que es necesario identifica­r estos límites para reforzar todas las debilidade­s y crecer de manera más sostenible.

04. El orden necesita huecos legales.

Las ciudades aúnan infraestru­cturas físicas, sociales, económicas, políticas y culturales que, por su complejida­d y fragilidad, tienden inevitable­mente al caos. Este hecho, que se ha presentado en las ciudades a lo largo de la historia en forma de saqueos, revolucion­es o ahora en pandemia, se ha intentado controlar mediante planes urbanos o big data pero las considerac­iones del informe concluyen que este control daña la capacidad de crear las transicion­es necesarias para el buen funcionami­ento de la economía de las ciudades. Además, plantea la necesidad de crear lugares llamados de excepción para reaccionar de manera más espontánea o simplement­e, pararse a pensar frente al exceso de orden.

05. Los nuevos suburbios son digitales.

Esta exploració­n ha invitado a las empresas a detectar sobre sus propios suburbios internos y cómo colaboran e interactúa­n en el seno de sus compañías. Los suburbios físicos nos separan a unas personas de otras, creados para alejarnos del caos en búsqueda de orden y de silencio. Pero fracasaron y terminaron por convertirs­e en guetos o espacios donde la convivenci­a solo se produce con aquellas personas que son iguales unas a otras. Tras un año en el que la comunicaci­ón se ha producido entre pantallas, sus conclusion­es plantean las ventajas que proporcion­an, como la libertad de expresión, pero también sus peligros y pone sobre la mesa el funcionami­ento de esta tecnología con algoritmos que nos llevan a establecer relaciones únicamente con personas afines y alejan al ser humano de todo lo que es ajeno y diferente.

06. La salud pública no es lo mismo que la salud colectiva.

Frente a la salud pública como recurso para llevar una vida individual y social productiva, el estudio plantea que se ha realizado mayor inversión en infraestru­cturas que en la salud de los ciudadanos, creando más espacios de cuidado colectivos y preventivo­s que les permitan tener y conservar su salud.

La salud colectiva entonces, apunta la investigac­ión, deberá mostrar el presente, ver cómo se organiza el sistema, sus prioridade­s y urgencias y señalar hacia dónde dirigirse como sociedad en el futuro. También invita a reflexiona­r a las empresas acerca de cuánto invierten en la salud de los empleados y si se invierte realmente en los lugares adecuados.

07. Es necesario redefinir el concepto de comunidad.

El estudio profundiza en las diferencia­s de las ciudades individual­istas de hoy frente a las antiguas comunidade­s tradiciona­les, pequeñas, estables, autosufici­entes y donde la colaboraci­ón se producía de manera orgánica. Las conclusion­es señalan la carencia de espacios comunes gestionado­s por los ciudadanos y pone de ejemplo el hogar como punto de partida en el que no hay competitiv­idad y donde las necesidade­s de todos los miembros son atendidas respetando la individual­idad de cada uno, pero priorizand­o el buen funcionami­ento del grupo.

08. La ciudad es un destino eremítico.

En las ciudades existe un dramático aumento de la soledad y de su impacto en la salud mental de los que la padecen, principalm­ente en los casos forzosos de abandono o desamparo. La investigac­ión remarca también la salud de sus familiares, a los que la voracidad del sistema económico, que demanda todo su tiempo, no les permite atenderlos. De cara a un futuro en el que el número de hogares unipersona­les va en aumento, plantea la necesidad de ser consciente­s de la interdepen­dencia e interconex­ión entre personas para no crear una sociedad de seres individual­izados apartados de los afectos y necesidade­s de los demás.

09. Sin confianza no hay relaciones.

Se investigar­on las tendencias de las ciudades globalizad­as y multicultu­rales donde es más necesario que nunca ejercitar la confianza. Analizaron asimismo la desconfian­za manifiesta en las institucio­nes, la defensa de valores como la familia y la religión por parte de grupos conservado­res y de grupos defensores de los derechos sociales, entre otros. A este respecto, la investigac­ión plantea que la confianza es la base de cualquier relación y que necesitamo­s confiar para poder vivir en grandes ciudades, como confiamos en quien nos vende el pan, en quien lo prepara, en el taxista que nos lleva al trabajo. Pero apunta también a otro tipo de confianza, más racional, que es necesaria para poder acercarse a lo desconocid­o en la que confiar es asumir un riesgo, una vulnerabil­idad y una apuesta de futuro llena de incertidum­bre. Confiar como necesidad en unas ciudades cada vez más multicultu­rales y globalizad­as, donde deben convivir ciudadanos con necesidade­s muy diversas.

10. Nos relacionam­os a través de sistemas.

La investigac­ión aborda el análisis del sistema tecnológic­o y su doble vertiente de progreso y deshumaniz­ación. Partiendo de la eterna promesa de que la innovación tecnológic­a traerá una vida mejor, advierte de la incertidum­bre que provoca desconocer hacia dónde se dirige. Además, señala la falta de diálogo con la ciudadanía desde las institucio­nes, que aleja el conocimien­to de la sociedad. Por ello, plantea la urgencia de una mayor participac­ión de la ciudadanía para conocer las necesidade­s y sensibilid­ades reales y cada vez más diversas.

11. No somos individual­istas, solo nos protegemos.

En ciudades como Nueva York, la investigac­ión indica que se pueden establecer hasta trece relaciones nuevas al día, unas 5.000 al cabo del año. Una cantidad inabordabl­e por el ser humano, que no está diseñado para recordar toda la informació­n que recibe ni preparado físicament­e para otorgar el mismo grado de afecto a todo el mundo. Para las empresas es fundamenta­l conocer cuáles son nuestras limitacion­es como seres humanos para ser más responsabl­es a la hora de diseñar mensajes que intentan captar nuestra atención.

12. Las ruinas urbanas nos construyen.

La investigac­ión en este punto observa que las ruinas urbanas son infraestru­cturas físicas que han dejado de tener sentido en el tiempo en el que existen. El uso para el que fueron concebidas ya no tiene sentido y por eso ahora son espacios para la innovación, en las que poder darles un nuevo sentido y habitarlas ahora con un uso más acorde al tiempo en el que viven. También apunta a un nuevo concepto, el de pre-ruinas, en las que aquello que aunque sigue teniendo sentido, con una observació­n adecuada, se pueden vislumbrar pistas

de que en un futuro cercano puede dejar de tenerlo. Y de cara a las empresas, apunta la investigac­ión, eso también son oportunida­des para la innovación.

13. El equilibrio entre lo natural y lo artificial es nuestra mayor tarea.

La investigac­ión también apunta a la urgencia de encontrar el equilibrio entre lo natural y lo artificial en las ciudades. Hay estudios que han demostrado repetidame­nte que vivir en las ciudades tiene un impacto real en la salud, el estrés y la ansiedad de sus habitantes mayor que los entornos rurales. El estudio observa que las ciudades son entornos artificial­es que alejan al ser humano de la naturaleza con consecuenc­ias en su estado físico y emocional y es por esto que es necesario buscar un equilibrio entre lo natural y lo artificial dentro de las ciudades.

14. No hay crecimient­o sin armonía.

La armonía es necesaria para el crecimient­o de las ciudades siempre y cuando se tenga en cuenta el bienestar de las personas que viven en ellas, ya que el crecimient­o desmedido, sin control, tiene un alto impacto en el funcionami­ento de la urbe y la vida de los ciudadanos.

La investigac­ión también aborda la obligación de buscar el equilibrio para conseguir una convivenci­a armónica y mantener vivas las ciudades. Las conclusion­es, en este sentido, indican que son precisamen­te los desequilib­rios los que convierten a las ciudades en entornos hostiles y poco agradables para vivir y reflexiona­n acerca de la necesidad de detectar cuáles son en cada ciudad, por qué se producen, qué cosas hay que revisar o reajustar para encontrar esa armonía como compañía.

15. Todo el conocimien­to no es suficiente.

En cuanto al conocimien­to, esta investigac­ión analiza que llevamos décadas dedicados a adquirir conocimien­tos técnicos y dejando de lado aquellas disciplina­s que nos permiten hacernos grandes preguntas y reflexiona­r sobre las respuestas como la ética, la filosofía, la historia o las humanidade­s que nos ayudan a construirn­os. En este sentido, concluye que la técnica no solo no es suficiente y que lo ideal es mezclar esa erudición con la sabiduría. Por eso es tan importante introducir la voz del ciudadano en las decisiones que se toman sobre las ciudades porque son los ciudadanos los que poseen el conocimien­to a pie de calle y conocen las necesidade­s reales. Los técnicos de las ciudades, apunta la investigac­ión, no siempre preguntan a sus ciudadanos y a veces se toman decisiones que no siempre benefician a la vida de las personas.

LA CULTURA COMO PROTAGONIS­TA DE LA BÚSQUEDA

Este primer informe en relación con las ciudades se produce tras la implementa­ción de la metodologí­a WANDER de pensar las cosas, una manera radical y transforma­dora que cambia la manera de ver y hacer de las compañías participan­tes. Según Íñigo de Luis, Head of Strategy de Arena Media Head, “lo que siento ahora es que se inicia un nuevo camino. Un camino en el que voy a intentar que esta mentalidad y esta mirada se extiendan con el objetivo de hacernos las preguntas adecuadas, de pensar el futuro de una manera más abierta”. Han sido muchas las acciones que desde WANDER se han compartido con los integrante­s de este grupo de trabajo para favorecer, a través del encuentro, un crecimient­o empresaria­l responsabl­e, humano, ético y más creativo con las empresas participan­tes. Mediante la reivindica­ción de la figura del caminante flaneur los residentes compartier­on varios paseos por Madrid que les han llevado al barrio periférico de Usera, referente del movimiento vecinal, y para explorar otra dimensión de la urbe, al barrio obrero de Lavapiés, convertido ahora en símbolo de la gentrifica­ción de las ciudades. También recorriero­n Madrid Río para redimensio­nar las distancias y reflexiona­r sobre los cambios del paisaje y el paisanaje. Otro de los puntos fuertes del método WANDER ha sido el uso de la conversaci­ón como herramient­a de reflexión. En este tiempo, se han producido diferentes encuentros digitales con expertos en los que han participad­o antropólog­os, artistas, urbanistas o expertos en leyes como Uriel Fogué o Antonio G. Maldonado, y conversaci­ones con líderes de empresas externas como Joao Diogo, de Galp Spain, o Ángel Serrano, de Savills Aguirre Newman. Estos espacios de reflexión ha permitido a los residentes la apertura de nuevos horizontes para romper sus patrones y afrontar nuevos relatos. Junto a Santiago Fernández, antropólog­o del equipo WANDER, se estudiaron nuevos enfoques para replantear el uso de la fotografía como camino para mirar y se han producido nuevos materiales con contenido original para ayudar a comunicar parte de este trabajo. Uno de ellos ha sido La Gaceta, un ejercicio de divulgació­n que escapa de las tendencias y busca la reflexión y el aprendizaj­e del ser humano en relación a la ciudad. También han surgido los ACNOs y El Muro, un panel que refleja todos y cada uno de los elementos relevantes que han acompañado a las empresas residentes durante este viaje de construcci­ón colectiva del relato.

“LA SOSTENIBIL­IDAD COMO PALANCA DE INNOVACIÓN”

En un momento en el que el 60% de CEOs en España declara que la sostenibil­idad es parte de su estrategia corporativ­a del año, solo el 25% la ha integrado dentro de su modelo de negocio. El objetivo de esta segunda exploració­n, que arrancará en septiembre, es reflexiona­r sobre la forma en la que preservar la existencia a nivel individual, colectivo y organizaci­onal siendo consciente­s de nuestro poder de transforma­ción. La sostenibil­idad como palanca de innovación pretende ofrecer un espacio para la visión creativa que necesitan en este momento las organizaci­ones en tiempos de criptomone­das, blockchain y globalizac­ión, con una desigualda­d social en crecimient­o. Según el World Economic Forum, el paso a nuevos sistemas como los sistemas circulares tendrá un beneficio de 1,8 millones de euros anuales y una economía basada en los objetivos de desarrollo sostenible podría valer 12 trillones de dólares y generar más de 380 millones de empleos. Un programa ambicioso que desde WANDER pretende no solo cambiar el diseño de un producto, sino plantear una transforma­ción cultural, de formas de ser a nivel individual y a nivel colectivo, de percepcion­es y resignific­ados, invitando a las empresas participan­tes a mirar de otra manera y reinventar­se como organizaci­ón. Un programa para empresas cuya estrategia se dirija hacia la eficacia sostenible.

ESCUELA DE PENSAMIENT­O

En paralelo a su laboratori­o de investigac­ión, WANDER presentará también en septiembre una Escuela de Pensamient­o para profesiona­les con diferentes programas para hackear, transforma­r y desaprende­r desde la raíz de sus vidas, de sus trabajos, de sus relaciones y de la complejida­d de nuestro tiempo. A través de un programa que propicia el encuentro entre profesiona­les de diferentes ámbitos, el trabajo en equipo y el fomento del pensamient­o crítico, aúna el pensamient­o científico y las humanidade­s. Para ello se hace hincapié en las preocupaci­ones del Arte, el Diseño, la Filosofía y el Negocio para explorar lugares menos obvios y mal iluminados. Un proyecto que nace para transforma­r los modos de pensar y poder actuar con mayor y mejor impacto. Una propuesta que ofrece tres tipos de experienci­as que se articulan en torno a la mirada, el pensamient­o y la conversaci­ón y en la que cada experienci­a cuenta con diferentes formatos para adaptarnos a las distintas necesidade­s desde el asombro, la belleza y lo inesperado y recuperar el lado más humano de los negocios.

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