El Economista - Capital Privado
Aprovechar el momento para aprender y reinventarse
Los gestores de capital privado están haciendo un importante esfuerzo para que las compañías españolas reduzcan su tradicional dependencia de los bancos, se desarrolle una mayor cultura financiera y descubran alternativas de financiación nuevas
Las opiniones sobre una posible desaceleración del sector cada vez son más variadas. Desde los más negativos que se agarran a las tensiones comerciales de EEUU y China, al Brexit y a la repetición de las elecciones en España; a los que siguen diciendo que el sector en España tiene crecimiento para rato, apoyándose en la enorme liquidez del mercado y en las ganas que tienen las gestoras de invertir. En lo que sí coinciden todos es en la cautela. Algo así como lo que se decía en una de las citas anuales del sector: “No eres tan bueno como tu último deal, ni tan malo como el próximo”.
La realidad es que el mercado español ha evolucionado mucho en los últimos años y ha aprendido mucho de la crisis. Este ha sido el caso, sin ir más lejos, de las compañías españolas de todos los tamaños que están haciendo un esfuerzo por reducir su tradicional dependencia de la industria bancaria nacional. Hecho muy ligado a la educación financiera que están obteniendo por parte de los intermediarios o de los nuevos inversores que están operando en España. Esto lo vemos, por ejemplo, en el boom de los fondos que compran litigios, algo impensable años atrás. Ahora, las compañías españolas están viendo cómo pueden rentabilizar los pleitos que les pesaban en sus balances, a la vez que ahorran costes y tiempo. Unas operaciones que, según los expertos, no han hecho más que empezar y que servirán a las empresas para estar más saneadas y pasar mejor una posible desaceleración.
Por su parte, las gestoras españolas están innovando más y creando vehículos nuevos a gusto del inversor. Es decir, están aprovechando el momento de ingente liquidez para reinventarse y lanzar nuevas líneas de negocio. Ejemplos como el del nuevo fondo de Sherpa o de Nazca muestran la evolución del mercado español. También el de Portobello, que no contento con poner en marcha el fondo más grande de España hace un par de años (600 millones), ahora van a lanzar otro paralelo para minorías o partnership estructurados ante el elevado número de operaciones que han detectado.
Como en cualquier sector, la clave del éxito es no temer innovar y en coger al vuelo las oportunidades que surgen. También lo hicieron ellos con uno de los primeros fondos secundarios en España, estrategia que han repetido recientemente otros como Alantra o ProA. Y es que, aunque algunos vean nubes de desaceleración, lo cierto es que sin correr riesgos es muy difícil ser exitoso.