UNA GRATA SORPRESA.
Lo conocimos hace dos años y ahora es cuando Ford ha decidido ponerlo a la venta. Se trata del SUV más grande y lujoso de Ford, creado para combatir a X5, GLC…
El Ford Edge, con su imponente imagen, recuerda a los gigantescos TT americanos. No obstante el espacio es su principal virtud, posibilitando que cinco adultos viajen con total comodidad. 210 caballos, tracción integral y cambio automático completan el equipamiento.
La misma semana que el Ford Edge pasaba por nuestras manos, Barack Obama visitaba España fugazmente. Esos días nos paseábamos por las calles de Madrid con la certeza de que los ciudadanos veían más a un todocamino que podría formar parte del séquito de seguridad del presidente norteamericano que al último SUV creado por Ford. El exotismo de su imagen es la que hace girar cuellos, aunque quizá el ancho del propio vehículo sea el verdadero culpable de esa sensación de ‘tanque’ que en la práctica limita la maniobrabilidad en garajes o en calles estrechas. Pero gracias a ésta, el espacio interior es muy bueno al permitir que hasta cinco ocupantes adultos viajen en su interior sin ningún tipo de agobio.
Mejora lo presente
Muchos de sus mandos proceden de la berlina Mondeo, así que antes de arrancar estamos familiarizados con la instrumentación digital del cuadro de mandos y con el sistema multimedia SYNC 2 con pantalla táctil de ocho pulgadas. Creado en colaboración con Sony, es sencillo de manejar y lento en su funcionamiento comparado con los que ofrecen sus rivales.
En marcha, el Edge pisa con fuerza y sólo en las curvas notamos las dos toneladas de peso; afortunadamente la tracción integral neutraliza los subvirajes. El motor biturbo Diesel de 210 caballos se antoja a veces limitado cuando buscamos las prestaciones, pero el cambio automático de seis marchas facilita cualquier operación para que el propulsor gire siempre en el régimen adecuado. A fin de cuentas, detalles insignificantes que tiene este automóvil de los ‘servicios secretos’…