Pese a sus 2.537 kilos, sólo necesita 3,3 segundos para llegar a 100 por hora
Serie 5 GT, pero lo cierto es que el Model X es todo un portento estético. Cuenta con una aerodinámica privilegiada ya que su coeficiente Cx de 0,24 le convierte en el mejor de su segmento y en uno de los más bajos del sector, mientras que su habitáculo representa todo un viaje al futuro.
La consola central elimina todo rastro de botón analógico para sustituirlo por la misma pantalla táctil de 17 pulgadas que monta el Model S y desde la que se controlan todas las funciones del coche… sí, incluidas las puertas traseras. Además, su parabrisas panorámico, el más amplio del mercado según ellos, permite que conductor y copiloto puedan disfrutar del skyview de la ciudad por la que circulen.
Ridículamente rápido
Para esta prueba hemos elegido la versión P90D, es decir, aquella que integra la batería de ión litio más grande de Tesla, con 90 kWh de capacidad, y con la que más kilómetros podremos recorrer con una sola carga: 402. Se encarga de suministrar energía a cada uno de los cuatro motores que conforman la parte mecánica del Model X. Situados uno por rueda –proporcionándole tracción total–, se obtiene una potencia teórica de 762 caballos aunque, otra vez, la realidad nos pone en nuestro sitio. Y es que la energía que se transmite a los traseros está limitada, por lo que la cifra 'de verdad' decrece hasta los 463 caballos.
Para compensarlo, puedes pagar los 9.000 euros que cuesta el paquete Ludicrous, con el que se introducen cambios en la centralita para aumentar la potencia de la batería hasta los 1.500 amperios y disponer de 69 caballos adicionales durante algunos segundos. En cualquier caso, con o sin él, el Model X ofrece casi 73 kilográmetros de par desde la arrancada, siendo capaz de sonrojar hasta el mejor de los deportivos. La datos así lo dictaminan: 3,3 segundos para realizar el cero a 100 kilómetros/hora o 2,1 segundos para pasar de 80 a 120 kilómetros/hora. Todo ello sin olvidar que se trata de un 'bicho' que pesa 2.537 kilos; casi nada.
Déjate llevar
Un pesaje que, además, no interfiere en su comportamiento. En marcha, da la sensación de ser más ágil de lo que refleja su ficha técnica. La carrocería no transmite balanceos y el ajuste del chasis es perfecto. La dirección proporciona toda la información que se le requiere y los frenos son capaces de detenerlo en 50 metros.
Con todo esto parece casi inútil activar el modo de conducción semiautónoma que incluye y que interviene sobre la dirección y los frenos. Es divertido al principio, pero lo es más sentir de primera mano todo lo que esconde.