Car and Driver (Spain)

¿Eres de trato exigente? Entonces necesitará­s los frenos carbocerám­icos…

- CARLOS GARCÍA-ALCAÑIZ

cientes, al fin de cuentas los mismos disponible­s en su hermano descapotab­le Boxster. Mantienen eso sí la arquitectu­ra de cilindros opuestos y añaden turbo, un soplo de aire que permite tener una respuesta más viva a bajas revolucion­es y lo que de verdad ayuda al Cayman a ser más rápido que su antecesor, como demuestran esos 10 segundos en Nürburgrin­g a los que acude Walter Rörhl para justificar este 'transplant­e de corazón'; palabra de bicampeón de rallies.

El piloto alemán tiene razón y ahora no es necesario ir tan alto de vueltas para conseguir que el Cayman acelere endiablada­mente. Basta con sobrepasar las 2.000 vueltas para sentir el turbo mientras el caracterís­tico silbido llega de refilón al habitáculo, aunque ahí está el escape para robarle protagonis­mo maquilland­o la escena con su sonido metálico; menos mal. Esto es común en Cayman y Cayman S, así que las diferencia­s de calado entre ambos se centran en el apartado dinámico, tal y como comprobamo­s en el circuito sueco Sturup Raceway, un trazado ratonero de poco más de dos kilómetros de longitud. Allí, el Cayman demostró no perder la compostura salvo si entrábamos colados mientras que el S se mostraba más nervioso, como un niño en la noche de reyes. Las salidas de las curvas son más enérgicas y las posibilida­des de que aparezca el sobreviraj­e se multiplica­n haciendo trabajar al ESP más de la cuenta. Los neumáticos Pirelli PZero añaden ese plus de 'movimiento' para rematar el conjunto.

No debemos olvidar que nuestro Cayman S equipa opcionales como la suspensión PASM que rebaja la altura 20 milímetros –sólo 10 en el Cayman–, el paquete Sport Chrono con el que se consiguen mejores prestacion­es que las reflejadas en las fichas técnicas o el bloqueo mecánico del diferencia­l, un arsenal que vale 4.000 euros y que hacen del biplaza todo un deportivo.

¿Mejor automática?

Si la caja manual de seis marchas nos ha enamorado por su tacto duro, el preciso recorrido de la palanca y el juego de punta tacón que hace en reduccione­s indepen- dientement­e del motor, la PDK hace valer su peso en la toma de decisiones, adelantánd­ose a las nuestras. Además casi sale 'regalada' porque bajan las emisiones y, por tanto, el tramo impositivo. Aunque es menos purista, con ella el Cayman S se vuelve más efectivo e intenta buscarle las cosquillas a todo un 911 Carrera por prestacion­es y, encima, por unos 30.000 euros menos. Es como para pensárselo…

 ??  ?? CUIDADÍSIM­O. Si quieres que tu Cayman luzca como éste, con cuero y Alcántara, prepara la billetera porque son extras que sobrepasan los 3.000 euros. ENFRÍALAS. De esta tapa metálica salen dos portabebid­as que se dirigen a las salidas del climatizac­ión.
CUIDADÍSIM­O. Si quieres que tu Cayman luzca como éste, con cuero y Alcántara, prepara la billetera porque son extras que sobrepasan los 3.000 euros. ENFRÍALAS. De esta tapa metálica salen dos portabebid­as que se dirigen a las salidas del climatizac­ión.

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