Magazine bicicletas eléctricas. El mejor medio de transporte para las ciudades.
El centro de las ciudades se ‘blinda’ a los automóviles, pero las marcas de coches ya tienen un plan para seguir siendo responsables de nuestros desplazamientos: las bicicletas eléctricas
Acceder con nuestro coche al centro de las capitales es y será cada vez más complicado. Restricciones de tráfico, zonas peatonales, falta de aparcamiento y excesivo tránsito hacen necesaria otro tipo de movilidad. Los fabricantes de automóviles son conscientes de ello y no quieren perder el tren de esa otra forma de recorrer las calles, por eso ya nos ofrecen alternativas que combinan el coche con esa circulación acorde con los nuevos tiempos y exigencias de la vida moderna en las grandes poblaciones.
Bicicletas, patinetes y toda clase de extraños dispositivos eléctricos invadirán las vías de nuestros núcleos urbanos en los próximos años, algo que exigirá renovar la legislación para que peatones y estos modernos transportes compartan el mismo espacio sin problemas.
Vuelta a los orígenes
Muchas compañías comenzaron fabricando bicicletas o motocicletas antes de dedicarse a los coches. Es el caso de Peugeot, Kia o BMW, empresas que
➥ iniciaron su actividad hace más de un siglo fabricando estos aparatos antes de dedicarse a la automoción.
Las ligeras baterías de ión-litio han permitido integrar de forma sencilla y sin un peso excesivo la electricidad en la propulsión de las bicis y los fabricantes de automóviles aplican todos sus conocimientos de ingeniería en reducción de peso y rigidez estructural en esta nueva generación cuya autonomía puede llegar hasta los 100 kilómetros con tiempos de recarga entre dos y seis horas.
Velocidad limitada
En una bici eléctrica el motor no ‘pedalea’ por sí solo, sino que nos ayuda para que avanzar en condiciones más difíciles, como una pendiente, sea más fácil. En el momento que dejamos de pedalear o frenamos, desaparece por completo la asistencia del motor eléctrico.
Para que un vehículo de este tipo pueda seguir siendo considerada como tal, el motor no puede tener una potencia superior a los 0,25 kilowatios. Además, no debe haber asistencia al pedaleo por encima de los 25 kilómetros por hora. En algunas de ellas se puede regular el nivel de ayuda que brinda el propulsor, como en el caso de la BMW Cruise e-Bike o la Skoda Green e-Line.
Ligeras y plegables
Ya sabemos que la eficiencia en cualquier medio de transporte depende también del peso y éstas no son una excepción. El aluminio es el material más empleado en este tipo de vehículos dedos ruedas, pero los modelos
más caros y sofisticados utilizan también carbono para la fabricación del cuadro. La mayoría de estas bicicletas eléctricas se sitúan alrededor de los 22 kilogramos de peso incluyendo la batería, pero el reto está en quedarse por debajo de los 20, como la Audi Sport e-Tron, con sólo 18’5, todo un récord para una mountain bike, o la funcional Peugeot EF1 con 17 kilos, presentada en el último Salón del Automóvil de París y llegará al mercado este mismo año 2017.
Además de una buena autonomía, las bicicletas eléctricas más funcionales tienen que ser plegables para ocupar el menor espacio posible en el maletero y convertirse en un verdadero complemento de la movilidad que ofrece el automóvil, y todo ello sin perder rigidez o seguridad por su condición.
Nuevos conceptos
Peugeot es la marca que cuenta con más modelos de eléctricas en su gama. Pero con la presentación de su nuevo SUV 3008 ha ido un paso más allá y ha creado el e-Kick, desarrollado por el Pe u ge otDesignLab, la di visión de diseño de la marca, y Micro, fabricante de todo tipo de pequeños vehículos eléctricos. El e-Kick es un patinete eléctrico plegable que alcanza los 25 kilómetros por hora con una autonomía de 12 kilómetros y que sólo pesa 8,5 kilos. Es capaz de regenerar energía para recargar sus baterías, que también pueden llenar se durante la conducción del 3008 mediante un soporte especial en el maletero.
Las marcas trabajan en dispositivos de todo tipo que se adapten al espacio de carga de los coches y que nos dejen seguir moviéndonos más allá de donde las limitaciones nos permitan.