ENERGÍAS RENOVADAS
El 'grandullón' de la compañía británica se actualiza con los nuevos motores Ingenium Diesel y gasolina de cuatro cilindros. Aumenta el rendimiento, pero también la eficiencia…
Nunca se ha desprendido de la elegancia británica que le ha caracterizado desde sus inicios, pero Jaguar es también más tecnológica que nunca. Prueba de ello son los últimos modelos de la marca, entre los que figura el F-Pace; el todocamino de aspecto deportivo se renueva de cara a 2018 con más equipamiento y dos inéditos moto- res de la familia Ingenium. Se trata de los bloques Diesel y gasolina de 2.0 litros y cuatro cilindros, con 240 y 250 caballos respectivamente.
A la vanguardia
El SUV pretende dar así un paso adelante en materia de eficiencia y rendimiento. Ambos propulsores incorporan los últi- mos avances del grupo Jaguar-Land Rover para presentar el mejor compromiso entre consumo, emisiones y prestaciones. En el caso del Diesel, se ha revisado la presión de la inyección de combustible para aumentar la eficiencia. Asimismo cuenta con un doble turbo para garantizar la entrega de potencia en cualquier situación. El turbo de geometría variable asegura el
rendimiento a bajas vueltas, mientras que si practicamos una conducción más deportiva y exprimimos la mecánica al máximo, entrará en acción el turbo de geometría fija. Después de la toma de contacto podemos decir que es la opción más equilibrada de la gama. Responde desde la parte más baja del cuentavueltas y, aunque es algo rumoroso –especialmente en frío–, se muestra más suave que los propulsores Diesel de menor potencia ya conocidos, los Ingenium de 163 y 180 caballos.
El gasolina cuenta un sistema de recirculación de gases denominado Twin Scroll optimizado para conseguir más empuje desde abajo y reducir al máximo el gasto de combustible y la emisión de partículas nocivas para el medio ambiente. En este caso hablamos de un sólo turbo y después de los primeros kilómetros comprobamos que es más que suficiente. Si bien es cierto que no tiene la 'patada' del Diesel, es progresivo, sedoso y mucho más silencioso. Los amantes de la gasolina encontrarán en este bloque Ingenium la combinación perfecta entre consumo y prestaciones; no obstante, los más exigentes podrán seguir optando por los potentes V6 de 3.0 litros con 340 y 380 caballos de potencia.