Jaguar i-Pace.
El fabricante británico lanza su primer modelo 100% eléctrico, a caballo entre un SUV y un deportivo.
Su parte delantera está inspirada en el prototipo C-X75 y su trasera es menos vertical que en sus hermanos de denominación E y F PACE; además rebaja la altura total respecto a ellos en diez centímetros, lo que provoca que a pesar de ser un SUV, ofrezca una elegante estampa de deportivo de elevadas prestaciones.
El interior no lo desmiente en absoluto. La posición de las ruedas, casi al extremo de la carrocería con voladizos mínimos, ha permitido agrandar el espacio disponible para los pasajeros hasta darle una ha- bitabilidad muy superior a la de vehículos de sus dimensiones exteriores. Y todo ello gracias a lo más destacado en el I Pace: su propulsión exclusivamente eléctrica. El hueco entre los dos ejes está totalmente ocupado por el paquete de baterías de 90 kilowatios de potencia, que además de ayudar a dar rigidez a la estructura, permite un piso interior y exterior completamente plano, favoreciendo el espacio disponible y la aerodinámica.
Los dos motores eléctricos están situados uno en cada eje, lo que nos proporciona tracción total permanente gestionada por un calculador que envía individualmente el par necesario en cada momento a las ruedas. Y el par, como en todos los motores eléctricos, está disponible en su totalidad desde las primeras vueltas, lo que nos empuja contra el asiento en cuanto pisamos con fuerza el acelerador. Esto facilita hacer una conducción todo terreno sin sobresaltos y con la seguridad de pasar sin problemas por cualquier tramo que no sea trialero gracias al empuje constante. La suspensión neumática opcional permite hacer descender la carrocería hasta 40 milíme- ➥
tros para facilitar el acceso y puede subirla 50 más para aumentar la distancia al suelo fuera de la carretera. Además, a altas velocidades, baja la altura total en 10 milímetros para reducir la resistencia al viento y optimizar el consumo.
Conducir con un pie
Como ocurre en todos los vehículos eléctricos su talón de Aquiles está en la autonomía. La marca anuncia un total de 480 kilómetros según el ciclo oficial, cifra que difícilmente podremos alcanzar en circulación normal. Y eso que su sistema de recuperación de energía en retención y frenadas es espectacular. En el nivel alto, al soltar el pedal del acelerador la fuerza de regeneración de energía equivale a una deceleración de 0,2 G, que aumenta a 0,4 G al tocar el pedal de freno. De hecho, pudimos hacer recorridos de varias decenas de kilómetros, incluso en zonas viradas, sin tocar el pedal de freno, conduciendo únicamente con el pedal del 'gas'. En pocos minutos es fácil calcular el momento de dejar de acelerar para gestionar cualquier curva que se nos presente en la ruta.
Y, para más tranquilidad, va aprendiendo nuestra forma de conducir para, en función de la ruta programada en el navegador y el nivel de circulación previsto, darnos en todo momento información exacta sobre la autonomía disponible en cada punto de la carretera.
Una vez en marcha no se le pueden poner pegas. Su capacidad de acelera- ción, como ya hemos dicho, está al nivel de los mejores deportivos del mercado y su comportamiento en cualquier terreno, transmite una seguridad intachable que nos empuja a rebasar con excesiva facilidad los límites de velocidad. Tuvimos ocasión de conducirlo en el circuito automovilístico de Portimao, en el Algarve portugués. La sensación de llegar a fin de recta a 200 kilómetros por hora es algo que no se espera de un, teóricamente tranquilo, SUV familiar. Y su comportamiento en las varias curvas en cambio de rasante con salidas ciegas no tuvo nada que envidiar al de un deportivo puro como es su hermano de marca F-TYPE que también rodó en Portimao. Todo ello con un peculiar zumbido motor que hace que cambien nuestras referencias de conducción.
Podemos viajar
La variación del par en cada rueda y una suspensión que responde perfectamente en toda circunstancia nos permite gestionar
Tres pantallas LCD nos ayudan a controlarlo todo. Conserva las ruletas mecánicas como complemento para la climatización
sin problemas sus más de 2.200 kilos, de los que 600 corresponden a las baterías.
Ayudan unos asientos envolventes y muy confortables y un tablero con toda la información y equipamiento que cabe esperar a este nivel, destacando el regulador de velocidad con control de distancia con el vehículo precedente, el asistente de cambio de carril activo, cámaras 360 grados que nos proporciona visión suplementaria en las intersecciones o la posibilidad de programar la temperatura interior a la que nos va a recibir mientras está enchufado a la red para no gastar batería.
El primer SUV eléctrico del mercado empieza a permitirnos pensar en hacer viajes largos con propulsión eléctrica. Debemos admitir, por supuesto, que la parada del café a mitad de camino va a ser algo mas larga de lo habitual, unos tres cuartos de hora. Se supone que el que se gaste el dinero que cuesta, tiene posibilidad de enchufarlo en su vivienda habitual y en su destino. Únicamente nos falta que se desarrollen en nuestras carreteras puestos de recarga rápida en las gasolineras ya existentes.