Prueba a fondo. Seat León TGI.
Consigue autonomías que rondan los 1.400 kilómetros.
Afinales de junio el gobierno ha dado 'la puntilla' a los vehículos Diesel al anunciar una equiparación virtual de precios entre el litro de gasolina y el de gasóleo. En este contexto cobran fuerza alternativas de movilidad como el gas natural, un combustible en el que Seat puede considerarse como líder absoluto incluso dentro del Grupo Volkswagen. Muestra del excelente estado de forma de las ventas de vehículos híbridos GNC/gasolina es que hasta el mes de marzo ya se habían matriculado las mismas unidades que en todo 2017. En paralelo, el número de 'gasineras' disponibles está creciendo como la espuma en virtud a un acuerdo alcanzado con Gas Natural Fenosa, que prevé duplicar el número de surtidores este mismo año, en la actualidad hay 58 en España, y se espera que sean más de 100 a finales de año. Entre sus virtudes, además del bajo consumo y reducido coste por kilómetro, una autonomía que supera los 1.400 kilómetros gracias a su doble depósito gasolina/gas y el disponer de la etiqueta ECO que les permite circular en cascos urbanos incluso en días con episodios de contaminación.
Uso restringido
La tecnología de Gas Natural Comprimido es usada casi en exclusiva por el grupo Volkswagen –salvo versiones contadas de Fiat–, mientras que otros fabricantes recurren al GLP, otro tipo de gas que resulta ligeramente menos eficiente en su rendimiento, lo que provoca pérdi- ➥
➥ das de rendimiento en el motor cuando pasamos de gasolina a gas. Es ésta una de las principales virtudes del GNC, que permite cambiar el modo de funcionamiento obteniendo exactamente el mismo rendimiento. De hecho, en el caso del León es el propio coche el que elige el carburante que emplea en cada instante, dando prioridad siempre al gas salvo con el motor frío o cuando se ha agotado el depósito de 15 kilos. Tan sólo seremos conscientes del cambio por un pequeño testigo que se enciende en el salpicadero cuando nos mueve la gasolina.
Mitos por desmontar
En este país la 'cultura de bar' es capaz de levantar mitos que conviene matizar. Es por ello que conviene desmontar alguna de las leyendas que existen en torno a este combustible. Circular en un coche de gas es exactamente igual de seguro que hacerlo en cualquier otro coche, todos los depósitos están fabricados con unos niveles de homologación muy exigentes que les obliga a soportar hasta el doble de su presión máxima de funcionamiento –200 bares–, a la vez que cuentan con una válvula de seguridad que en caso de problema expulsa el gas que contiene en su interior.
La ficha técnica del coche es calcada con ambos combustibles y al volante tan sólo podemos hablar de diferencias muy sutiles que difícilmente podemos demostrar de manera objetiva. Sólo siendo enfermizamente observadores y podríamos decir que hasta hipocondríacos con nuestro coche, detectamos un tacto de funcionamiento ligeramente más áspero en el León cuando subimos de vueltas el motor en modo GNC, del mismo modo que notamos un funcionamiento algo menos refinado en el sistema Start&Stop, dos matizaciones sutiles y que no podemos refrendar con cifras en ningún caso, pues como decimos la ficha técnica es calcada los dos. Más allá de esto, el funcionamiento mecánico del coche es sencillamente excepcional, con un refinamiento de uso y una calidad de rodadura que lo convierten en un compañero de viaje excepcional, especialmente cada vez que pasamos por la gasolinera.
Lleno por 13 euros
Aquí descubriremos cómo por poco más de 13 euros, que es lo que cuesta llenar el depósito de GNC, podemos recorrer 430 kilómetros, una verdadera proeza si analizamos el coste por kilómetro. A partir de ahí entran en funcionamiento los 50 litros de gasolina que en conjunto ponen a nuestra disposición una autonomía en torno a los 1.400 kilómetros si somos muy finos con los consumos, eso sí. A expensas del Arona TGi que llega este mismo año, el León es el modelo de gas más vendido por la firma, seguido por el Ibiza y el Mii.
Bastan 13 euros para llenar el depósito GNC, con los que recorremos 400 kilómetros
Por el momento está disponible con carrocería cinco puertas y familiar ST, y puede combinarse con caja de cambios manual de seis velocidades o DSG de siete, caso de nuestra unidad de pruebas y a nuestro parecer la opción más recomendable, pues hace la conducción extremadamente suave y además optimiza aún más los consumos frente a los que nosotros somos capaces de hacer de forma manual.
En materia de precios la firma está haciendo un esfuerzo muy importante por acercar al máximo esta tecnología a los particulares, hasta el punto de que hay un León TGi Reference 110 caballos por 15.110 euros, mientras que nuestra unidad de pruebas equipado hasta los dientes cuesta 26.100 euros que se quedan en 19.500 euros si aplicamos las suculentas campañas mensuales aportadas por la firma más el descuento por financiación.