UN ‘ENTERPRISE’ DE CARRETERA
El e-tron se convierte en el primer modelo de la marca de los cuatro aros puramente eléctrico. Con una longitud de 4,90 metros, una anchura de 1,93 metros y una altura de 1,61 metros, ofrece la habitabilidad y el confort característico de los automóviles de gran tamaño de la casa alemana, posicionándose concretamente entre los todocaminos Q5 y Q7. Su diseño refleja el lenguaje de los últimos diseños de Audi, pero adaptado a la era eléctrica. Es por ello que, pese a no necesitar un frontal con radiador que refrigere el motor, el e-tron sigue exhibiendo la típica parrilla Singleframe. Además, como la aerodinámica es clave en un coche eléctrico, cuenta con ingeniosas soluciones y medidas de eficiencia que le ayudan a conseguir una autonomía real de 400 kilómetros en el nuevo ciclo de homologación. Su sistema de propulsión utiliza dos motores eléctricos con una potencia de 300 kilowatios, o lo que es lo mismo, 408 caballos. Gracias a esto, logra el 0 a 100 desde parado en seis segundos, consiguiendo una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora. Asímismo, el par máximo, que se sitúa en 67,4 kilográmetros, se alcanza en tan sólo 250 milisegundos, un tiempo de reacción típico de un vehículo deportivo. Adicionalmente, el e-tron emplea un innovador sistema de recuperación de energía que implica a ambos bloques para una mejora significativa de la eficiencia que, en promedio, incrementa la autonomía en un 30%. Todo ello es posible por la sofisticada gestión térmica de la batería, que le permite potencias de recarga de hasta 150 kilowatios.