Un Rolls en el parking de la piscina
Estuve con mi familia en la piscina hace poco y en el aparcamiento me encontré este precioso Rolls-Royce Phantom. Me puse a hacerle fotos ya que no es un coche que encuentres todos los días, y de repente apareció el dueño. En vez de enfadarse por fotografiarlo, me abrió el coche para que quedara visible el “espíritu del éxtasis” de la parrilla. “Es mucho más bonito así”, me dijo el tipo, sabiendo que tiene un coche más caro que muchas casas, aproximadamente 500.000 euros. Ahora mismo uno en buen estado cuesta unos 130.000 euros, aún así una cantidad que no muchos se lo pueden permitir. Y lo mejor es que dentro ¡llevaba una sillita de bebé en el asiento trasero! El susodicho bebé irá como un rey, sin duda. AGUSTÍN RUBERTE MADRID