Audi Q3 Sportback. Es la versión desenfada del Q3. Dinamismo y calidad a partes iguales.
Audi quiere sumarse a la fiesta de los todocaminos compactos de aspecto cupé con el nuevo Q3 Sportback, un duro rival para los BMW X4 y Mercedes GLC Coupé por diseño, tecnología y calidad de fabricación
Desde Audi quieren repetir el éxito del Q8, pero en el segmento de los SUV compactos. Para ello lanzan el Q3 Sportback, una propuesta muy atractiva para rivalizar con BMW X4 y Mercedes GLC Coupé, aunque estos dos modelos son un poco más grandes y costosos. El Sportback está basado en la segunda generación del Q3, de ahí que compartan prácticamente todo, desde el chasis a las motorizaciones pasando por la tecnología, pero el Sportback tiene sus propias particularidades. Por ejemplo, es casi tres centímetros más bajo, el frontal es más agresivo y de serie lleva una suspensión deportiva que casa muy bien con la filosofía de vehículo dinámico que transmite el Q3 Sportback, si bien el cliente puede pedir la estándar de tarado confortable sin coste adicional. La diferencia principal entre estos dos SUV se encuentra, como te habrás dado cuenta, en la parte trasera. La atractiva caída cupé incluye pequeños detalles que recuerdan a otros que lleva el citado Q8. Estas formas curvas de la zaga afectan a la habitabilidad, pues la cota de altura interior ha sido acortada y puede afectar a la comodidad de los pasajeros más grandes. En cambio, el volumen del maletero es idéntico al del Q3, con 530 litros. También se mantiene el sistema de banqueta deslizable posterior –se desplaza hasta 13 centímetros–, por lo que se consigue algo más de espacio en el cofre a costa de sacrificar centímetros para las piernas de los ocupantes.
Una exquisitez
Dentro todo es idéntico entre Q3 y Sportback. La presentación es muy lujosa y cualquier mando está donde debe. El sistema multimedia es rápido y fácil de manejar aunque el conductor tendría que apartar menos la mirada si estuviera colocado en una posición más alta, como sucede en otros coches de la competencia. Además, incorpora como asistente a Alexa de Amazon, que permite localizar un restaurante con estrella Michelín o hacer una reserva en un hotel así como dar indicaciones para hogares conectados a internet –se puede poner la calefacción de la casa o el aire acondicionado con solo decirlo en voz alta–. Por último, el Virtual Cockpit es un gadget recomendadísimo y, en esta ocasión, incluye la última actualización, con gráficos más modernos y unas animaciones que funden a negro cada vez que se salta de menú –2.500 euros en pack–.
¿Y qué hay de los motores? En la fase inicial de su comercialización está disponible con tres, un TFSI y dos TDI al que pronto se le sumará otro TFSI de 150 caballos con Mild Hybrid y etiqueta ECO, una ayuda que promete un ahorro de carburante de 0,4 litros a los 100. Durante nuestra toma de contacto hemos probado los más potentes tanto en gasolina como en Diesel. El 45 TFSI ha sido el que más nos ha gustado por empuje, sonido y suavidad de conducción, aunque el consumo de carburante ha sido ligeramente más alto, con nueve litros a los 100 practicando una conducción eficiente y llevando activo el programa eco. En el caso del 40 TDI, la rumorosidad y las vibraciones características de este tipo de mecánicas pasan a un segundo plano, lo que pone en alza el aislamiento del habitáculo. Sólo hemos percibido un elevado ruido de rodadura, pero porque las unidades puestas a nuestra disposición llevaban unos 'rodillos' de neumáticos en medida 235/55 sobre llanta de 20 pulgadas con la firma Audi Sport. Ambas motorizaciones llevan de serie la tracción integral quattro y la caja automática DSG de siete velocidades, dos herramientas de gran utilidad, la primera porque mejora la motricidad sobre superficies deslizantes y, la segunda, por aumentar el grado de confort al hacernos olvidar por completo del cambio.
Buenas sensaciones
Sea con una motorización o con otra, el Q3 Sportback es un todocamino agradable de conducir. En ciudad es fácil de manejar, aunque echamos en falta un poco más de visibilidad lateral y posterior. La dirección progresiva varía la desmultiplicación en función de la velocidad y el tarado de la amortiguación de dureza variable es firme en la posición más deportiva, aunque para nada incómoda.
El Q3 Sportback 'pide' motorizaciones más potentes pues su chasis es sobresaliente