Mercedes Clase A Sedán. Más espacio.
Hablar de berlinas de lujo es hacerlo de Mercedes y de sus Clase C,E y S, aunque a esta lista habrá que sumar el nuevo A Sedán, que ofrece imagen, espacio y, cómo no, calidad
Mercedes quiere que su Clase A sea el coche más vendido en todo el Planeta, para lo que cuenta con una de las gamas más amplias del momento, con carrocerías compacta, cinco puertas, CLA –berlina coupé– y el familiar CLA Shooting Brake… Ahora, además, se suma el Sedán y, dentro de unos meses, el SUV GLA. En el caso del A Sedán que nos ocupa, se trata de un coche cuyas diferencias con el modelo cupé se centran en las dimensiones exteriores y en la forma de la zaga. Esta cuarta carrocería busca un cliente más clásico, en numerosas ocasiones flotas de empresa, aunque como es habitual en la marca, cualquier cliente, incluido el particular, puede conducir un coche muy exclusivo gracias a su extenso catálogo de personalización.
A pesar de que su habitabilidad es buena, el acceso a las plazas traseras es algo justo dada la baja altura del vehículo; tampoco ayudan los pilares por su tamaño y ubicación. En el caso de montar el techo panorámico corredizo –1.300 euros–, los pasajeros que viajen en la segunda fila verán mermada la cota de altura. El maletero tiene una capacidad correcta para tratarse de un automóvil de 4,54 metros de largo, pues cubica 420 litros, 410 litros en el caso del Diesel debido al depósito de AdBlue.
Lo mejor de la casa
Durante nuestra toma de contacto tuvimos ocasión de probar el 200 gasolina y el 180 d, el único Diesel disponible de momento, ambas motorizaciones de origen Renault tras el acuerdo de colaboración firmado
entre ambas compañías. El primero de ellos se mostró muy suave y contundente, de hecho parece empujar más de lo que anuncian las cifras oficiales. En el segundo caso, el consumo de carburante resultó incluso más bajo del anunciado gracias, entre otros, a la magnífica caja de cambios automática de doble embrague –de serie– así como al programa eco, uno de los más completos y eficaces del mercado.
Independientemente de la motorización, el A Sedán nos gustó por la excelente insonorización mecánica, que contrastaba con el elevado ruido de rodadura percibido debido a que las unidades de pruebas montaban unos neumáticos deportivos sobre llanta opcional de 19 pulgadas. Por último, la suspensión de serie cumple a la perfección, pues es firme y hace prescindible la regulable –1.370 euros–.