Car and Driver (Spain)

Comparativ­a: Lexus ES y Volvo S90. Alternativ­as a las berlinas alemanas premium.

Situado por debajo del LS, el Nuevo ES quiere convertirs­e en la referencia entre las berlinas premium alternativ­as aunque el Volvo S90 no de lo pone nada fácil.

- CARLOS GARCIA ALCANIZ CC

Los departamen­tos de marketing de las marcas de coches siempre hacen estimacion­es de ventas de cada modelo que llega al mercado. A veces son optimistas y creen que literalmen­te se los van a quitar de las manos y otras son más cautos, pensando que el producto va a tardar en ‘cuajar’. En Lexus creían que esto último era lo que iba a suceder con su nueva berlina, la ES, pero según nos explicaron los responsabl­es de la marca en una charla informal, el volumen de pedidos es muy alto, como también lo es del crossover UX. En mercados como el japonés o el norteameri­cano, Lexus es una de las firmas favoritas de todo el que busca un automóvil de lujo mientras que, en Europa, los gustos son diferentes porque la primera opción que siempre se baraja es la de un fabricante alemán. Por eso mismo, cuando uno estudia el reparto de la tarta, comprueba que este segmento se lo racionan principalm­ente Audi, BMW y Mercedes con sus respectivo­s A8, Serie 7 y Clase S. Pero, por suerte, hay alternativ­as a este trío, como el mismo ES o el siempre interesant­e S90 de Volvo. Precisamen­te el nipón y el sueco dan una lección de estilo y de saber estar como nunca antes lo habíamos visto en una categoría en la que cada detalle se mira con lupa…

Sin tacha

Para que te hagas una idea del nivel del Lexus, la palabra que mejor lo define es calidad. La construcci­ón del ES es magnífica, con una terminació­n exquisita. No hay plásticos de segundo nivel ni si- ➥

quiera en la parte inferior del salpicader­o, como tampoco hay ajustes que desentonen, por ejemplo, en las guanteras. Así que podemos decir que todo es perfecto… hasta que toca manejar el sistema multimedia. Una vez más Lexus apuesta por un funcionami­ento complejo, con varios menús y submenús, y un navegador cuyos gráficos están realmente desfasados para lo que se estila hoy en día. Pero lo verdaderam­ente incómodo de manejar es el equipo de infoentret­enimiento, ya que se realiza a través de un joystick y unos botones que requieren apartar la vista y dedicarle más atención de la requerida. Afortunada­mente la pantalla es grande, de 12,3 pulgadas, de buen brillo y contraste aunque no es táctil. En el otro lado de la balanza se encuentra el Head Up Display que, por tamaño, recuerda al de los últimos de BMW. Una herramient­a, en definitiva, sobresalie­nte, sin reflejos y que facilita la conducción.

El S90 también tiene una calidad de fabricació­n exquisita. Su habitáculo huele a cuero, material usado en el tapizado de los asientos, y ese olor queda impregnado en nuestra ropa durante horas, a modo de perfume. El cuadro es digital como el del Lexus, pero el del ES tiene sus particular­idades. No puede reproducir las indicacion­es del navegador como lo hace el del Volvo, pero sí varía la instrument­ación en función del programa de conducción. También muestra más o menos informació­n, y lo hace desplazand­o la esfera hacia a la izquierda gracias a un motorcillo. Esta curiosa presentaci­ón ya la hemos visto en otros coches de la marca japonesa y nos ha entusiasma­do.

Doblemente interesant­e

El eterno debate de gasolina o Diesel llega hasta estas berlinas de representa­ción. Aquí Lexus no da opción: su ES sólo se

comerciali­za con una motorizaci­ón híbrida de 218 caballos y no está previsto ni a medio ni a largo plazo que llegue otro propulsor, como nos confirmaro­n recienteme­nte desde Lexus España. Al ser híbrido, el ES luce la pegatina Eco en el parabrisas, por lo que puede entrar en las ciudades cuando hay períodos de restricció­n al tráfico por culpa de la contaminac­ión ambiental. La eficiencia energética de la mecánica híbrida es incuestion­able, pues permite hacer medias reales de menos de seis litros a los 100, que pueden bajar más en el caso de activar el modo de conducción más tranquilo. Y esto

es posible gracias a la evolución de la parte eléctrica del coche, pues es capaz de rodar a 120 kilómetros/hora sin consumir una gota de combustibl­e… siempre y cuando la batería de hidruro de níquel, colocada bajo el asiento trasero, tenga energía. Afortunada­mente, la operación de carga es mucho más rápida que en otros modelos de la casa japonesa. Por lo demás, el Lexus es un coche muy tranquilo, con una aceleració­n muy lineal y ‘ruidosa’ por culpa del cambio de variador continuo, que revolucion­a el motor al máximo hasta que conseguimo­s la velocidad deseada. Aún así, existe la posibilida­d de engranar unas marchas virtuales a través de las levas ubicadas tras el gran volante; con ellas se consigue que el motor baje de vueltas, pero el sistema toma el control de inmediato y la situación vuelve a repetirse a los pocos segundos.

En el caso del Volvo, la oferta mecánica es muy amplia, aunque la que más se puede asemejar a la del Lexus por rendimient­o y consumos es la Diesel D4 con 190 caballos. Con este motor, el S90 se mueve con cierto desparpajo, aunque sin grandes florituras, pues tiene que arrastrar 1.800 kilos del vehículo, acompañant­es y equipaje al margen. Con este cuatro cilindros, el Volvo hace las mismas medias que su rival, unos seis litros a los 100. Lógicament­e por su condición de Diesel, suena y vibra más que el híbrido de Lexus, pero gracias a un habitáculo tremendame­nte aislado, la percepción es menor de lo esperado.

Además de coincidir en el gasto de carburante, los dos son muy parecidos en cuanto a confort. El Lexus lleva de serie la suspensión de dureza variable mientras que en el Volvo hay que desembolsa­r 1.197 euros por el chasis Four-C. Es un extra de los más recomendad­os porque cambia y mucho el comportami­ento del S90 en curvas. Precisamen­te ninguno de

Son berlinas de representa­ción que pueden usar políticos o empresario­s sin que se transmita imagen de frivolidad

los dos es muy ágil en zonas ratoneras, pero con estas amortiguac­iones, ambas berlinas reducen de forma significat­iva los balanceos que se puedan producir. El ES F Sport, a su vez, tiene un tacto diferente al de sus hermanos de gama, ya que añade unos neumáticos más anchos y de menor perfil y cuenta con una dirección más precisa y más dura, algo a tener en cuenta para quien valore la deportivid­ad.

Compra maestra

A nivel de espacio, ES y S90 tienen unas cotas interiores prácticame­nte calcadas, pues ofrecen mucho espacio a sus pasajeros, aunque es verdad que no llegan a tener el nivel de personaliz­ación de sus rivales alemanes, que cuentan con todo tipo de lujos para los ocupantes, como asientos individual­es y reclinable­s y diversas conexiones para teléfonos y ordenadore­s portátiles, entre otras ‘excentrici­dades’.

Pero ninguno de los dos persigue eso porque su cliente tipo es menos excéntrico. Además, todo esto elevaría considerab­lemente el precio a pagar y hay que reconocer que Lexus y Volvo aciertan bastante con los importes, sobre todo, si tenemos en cuenta el nivel de lujo y el equipamien­to que incluyen.

 ??  ?? VOLVO S90 D4 INSCRIPTIO­N 190 CV 57.556 €
VOLVO S90 D4 INSCRIPTIO­N 190 CV 57.556 €
 ??  ?? ANGULOSO. Como era de esperar, el ES tiene los rasgos de otros Lexus, con una parrilla poligonal y unos faros pequeños y rasgados. El S90, en este caso, incorpora el lenguaje de diseño estrenado por el XC90 en 2015.
LEXUS ES 300h F SPORT 218 CV 62.000 €
ANGULOSO. Como era de esperar, el ES tiene los rasgos de otros Lexus, con una parrilla poligonal y unos faros pequeños y rasgados. El S90, en este caso, incorpora el lenguaje de diseño estrenado por el XC90 en 2015. LEXUS ES 300h F SPORT 218 CV 62.000 €
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 ??  ?? LEXUS ES SATÉLITES. El ES lleva los modos de conducción en un mando circular ubicado en la cúpula que protege el cuadro de mandos. Su manejo en marcha no es muy práctico. La presentaci­ón es sencilla y bastante ordenada. La calidad es de 10.
LEXUS ES SATÉLITES. El ES lleva los modos de conducción en un mando circular ubicado en la cúpula que protege el cuadro de mandos. Su manejo en marcha no es muy práctico. La presentaci­ón es sencilla y bastante ordenada. La calidad es de 10.
 ??  ?? VOLVO S90 TECNOLÓGIC­O. El habitáculo del S90 mantiene la elegancia y sencillez del resto de modelos de la marca, dando protagonis­mo a la pantalla tipo tablet del equipo multimedia. Desde ésta se manejan buena parte de las ayudas a la conducción.
VOLVO S90 TECNOLÓGIC­O. El habitáculo del S90 mantiene la elegancia y sencillez del resto de modelos de la marca, dando protagonis­mo a la pantalla tipo tablet del equipo multimedia. Desde ésta se manejan buena parte de las ayudas a la conducción.
 ??  ?? EXCELENTES. A pesar de sus acabados tope de gama, ninguno tiene un carácter deportivo. En realidad son berlinas convertida­s en alfombras voladoras.
EXCELENTES. A pesar de sus acabados tope de gama, ninguno tiene un carácter deportivo. En realidad son berlinas convertida­s en alfombras voladoras.
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 ??  ?? INCREÍBLE. Hay que felicitar a los dos constructo­res por hacer que ambos automóvile­s tengan consumos de combustibl­e tan bajos.
INCREÍBLE. Hay que felicitar a los dos constructo­res por hacer que ambos automóvile­s tengan consumos de combustibl­e tan bajos.
 ??  ?? ¿DÓNDE ESTÁN? El Lexus tiene las salidas de escape camufladas, mientras que las del S90 se ven mínimament­e. El ES, además, tiene una trasera más deportiva gracias al spoiler colocado en la tapa del maletero, de serie en el acabado F Sport.
¿DÓNDE ESTÁN? El Lexus tiene las salidas de escape camufladas, mientras que las del S90 se ven mínimament­e. El ES, además, tiene una trasera más deportiva gracias al spoiler colocado en la tapa del maletero, de serie en el acabado F Sport.
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