HYUNDAI i30 FASTBACK N PERFORMANCE
Tras el éxito del i30 N cinco puertas, era más que evidente que el fabricante coreano lanzase una versión de altas prestaciones del Fastback. Una carrocería que conjuga a la perfección funcionalidad con deportividad. Lo primero gracias a sus tres volúmenes, con unas plazas traseras relativamente generosas y un buen maletero. Y lo segundo porque tiene una preparación para enfrentarse a lo más selecto del segmento GTI. 275 caballos, Launch Control, diferencial mecánico con control electrónico, suspensión de dureza variable… Por si fuera poco, el i30 Fastback N tiene la posibilidad de equipar una barra de refuerzo en el maletero con el paquete Performance, que aporta un plus de rigidez al conjunto, cifrado en un 6%.
Sensacional
Las posibilidades dinámicas del i30 Fastback N son sobresalientes. Sus prestaciones no son las más brillantes de la comparativa debido a que es el menos potente de todos y casi el más pesado. Aún así, el Hyundai es toda una caja de sorpresas por sus cualidades. En recta es tremendamente rápido y, en curva, acusa un poco más el subviraje que su competidores. No permite dar gas tan rápido como el Honda a pesar del eficaz autoblocante que, por cierto, se deja sentir más de lo esperado en la marcha. Hay que esperar a enderezar un poquito la dirección para continuar con el acelerador a fondo; sólo así se reducen también las pérdidas de tracción, que suelen ser muy acusadas en el i30 N. Volviendo a la dirección, tiene un tacto magistral en carretera, mientras que en ciudad se ve perjudicada por un radio de giro justo, que limita y mucho la maniobrabilidad del compacto en calles estrechas y parkings. En cuanto al propulsor, tiene una increíble ‘patada’ a bajas revoluciones. Es, con diferencia el que mejor sale de todos. Tiene luces en el cuadro que se iluminan para informar al piloto del momento adecuado del cambio. Es un excelente bloque aunque ganaría puntos si se acercara a los 300 caballos. Además, el consumo de combustible es más alto de lo esperado, con una media por encima de lo previsto, unos ocho-nueve litros a los 100. La suspensión también cuenta con varios niveles de dureza. A pesar de esto, es en el que menos se nota el paso de la posición más cómoda a la más racing. Es así porque la amortiguación del Fastback N es la más dura de las aquí analizadas.
De momento, el i30 N está disponible con la transmisión manual, aunque nos consta que en breve debutará una caja de doble embrague que promete mejorar el 0 a 100. La manual nos convence por su funcionamiento y, al igual que sucede en la del Honda Civic Type R, cuenta con el sistema que simula un punta tacón en las reducciones, función que por cierto se desactiva a través de un botón en el volante por si el propio conductor es capaz de hacer el juego con los pies; quizá sea éste su caso y no necesites de la ‘brujería’ de la electrónica. Esta característica más un sonido del escape ‘gordo’, grave y con petardazos incluidos gracias a una válvula variable, dan como resultado un coche que transmite muchas más emociones de las que creerías. Un compacto bello, que gusta por su silueta tipo cupé –a costa de que los ocupantes no viajen tan plácidamente–, y con ese plus de funcionalidad al que hacíamos referencia al principio, similar al que ofrece el Seat León ST Cupra R…
EL FASTBACK N ES UNA AUTÉNTICA BERLINA DEPORTIVA, PRÁCTICA PARA EL DÍA A DÍA Y CON UN EXQUISITO TOQUE RACING