Hacia una MOVILIDAD SOSTENIBLE
EL MEDIO AMBIENTE, la digitalización y la urbanización son los tres ejes prioritarios sobre los que los proveedores de soluciones de movilidad debemos desarrollar nuestra oferta de productos y servicios. El primero de estos ejes, la sostenibilidad medioambiental, se ha convertido en los últimos años en una de las grandes preocupaciones de nuestra sociedad, con una especial sensibilidad por parte de los más jóvenes.
En el Grupo Volkswagen nos hemos comprometido con los objetivos del Acuerdo de París contra el cambio climático. En el horizonte de 2050 seremos una compañía neutra en emisiones de CO2, y para ello estamos realizando una apuesta sin precedentes por la electrificación, con una inversión de 33.000 millones de euros en movilidad eléctrica para los próximos cinco años. Sólo en el mercado español, el Grupo Volkswagen lanzará una veintena de vehículos eléctricos en dos años. Sin duda, el coche del futuro es eléctrico. Y ese futuro estará cada vez más cerca en la medida en que se implementen iniciativas para incentivar el desarrollo de la movilidad eléctrica. Un IVA reducido para vehículos eléctricos es una medida fiscal perdurable en el tiempo que ayudaría al despegue del mercado de este tipo de automóviles, y conferiría estabilidad a los fabricantes para planificar sus inversiones. Declarar como bien de interés público los puntos de carga es una medida sin coste para el erario, que impulsaría significativamente el despliegue de una red pública y privada de recarga. Son sólo dos ejemplos de lo que se puede hacer hoy para anticipar la era del coche eléctrico.
Con todo, no debemos perder de vista que el vehículo de combustión representa hoy en día el 99% del parque y que concentró el 99% de las matriculaciones de automóviles nuevos en 2019. Y, sobre todo, tengamos en cuenta que nuestro parque de vehículos es uno de los más viejos de Europa, con una antigüedad media superior a 12 años.
Por ello, sin renunciar a todas las medidas de apoyo a la movilidad eléctrica, es imprescindible adoptar medidas a corto plazo, con soluciones ya disponibles, para potenciar la sostenibilidad medioambiental. Y esas medidas pasan por los vehículos de combustión modernos Euro 6, incluidos los diésel, que son parte de la solución al problema de la calidad del aire.
En la ciudad de Madrid, los coches que no tienen el distintivo medioambiental de la DGT son responsables del 80% de las emisiones de NOx. Si pudiéramos sustituir estos coches por automóviles de combustión, no se habría producido nunca en Madrid ningún episodio de alta contaminación. Por tanto, de un plumazo acabaríamos en buena parte con el problema de la calidad del aire en la capital.
Tenemos que ser capaces de conjugar medidas a corto y largo plazo que faciliten la transición hacia una movilidad sin emisiones. En el Grupo Volkswagen queremos liderar esa transformación, para hacer compatible la libertad que proporciona el automóvil –la libertad de ir dónde quieras, con quién quieras y cuándo quieras– con la sostenibilidad social y medioambiental.