Peugeot 2008.

El ‘mini’ 3008 lo tiene todo para triunfar: diseño, calidad, confort…

La segunda generación del 2008 ha crecido en todos los aspectos. Al éxito imparable de su antecesor, que ha sorprendido con sus ventas incluso en su fase final de vida comercial, se añade ahora un tamaño mayor, un diseño al que es difícil ponerle pegas y una calidad general de primer nivel. Si a eso sumamos su variedad de motores, que incluye hasta un eléctrico, parece tener los elementos para triunfar…

Lo más evidente es su aumento de tamaño, ya que crece 14 centímetros de largo y su anchura se incrementa en cuatro; además, la distancia entre ejes es seis centímetros mayor que la de su antecesor.

Este nuevo 2008 es claramente Peugeot, pero estrena presentación y unas líneas todavía más rotundas y marcadas que refuerzan sus nuevas dimensiones. El espacio para los pasajeros ahora es mucho más generoso y la disminución de casi cuatro centímetros en la altura total no se aprecia en el interior del habitáculo. El maletero, con 434 litros, ofrece una capacidad muy aprovechable, con el añadido de un doble fondo que permite dejar pequeños objetos sin que molesten.

Un interior espectacular

El salpicadero es el mismo que el del 208, pero la mayor amplitud del habitáculo del SUV hace que todo luzca todavía más vistoso. El peculiar i-Cockpit, con el pequeño volante y la instrumentación digital por encima de él, exige un pequeño tiempo de adaptación pero es fácil acostumbrarse porque todo está bien pensado. La instrumentación digital se muestra ahora en 3D, con la información ‘flotando’ en la pantalla que se encuentra frente al conductor, algo que ya pudimos ver por primera vez en el concept Quartz de 2014. En el centro del salpicadero tenemos otra TFT, en este caso táctil y de hasta 10 pulgadas en función del nivel de acabado, para el sistema multimedia, completamente compatible con los sistema Android y Apple.

Si la presentación es espectacular, los materiales empleados en todo el interior no se quedan por detrás, con la parte superior del salpicadero que simula estar tapizada en cuero, con pespuntes a la vista. La calidad de ajustes y el diseño general, hacen que el aspecto y la sensación que transmite sean impecables. Existen dos tipos de asientos y nosotros hemos probado los más envolventes y deportivos, correspondientes a los acabados GT Line y GT, excelentes por sujeción y combinación de materiales para darle el toque deportivo.

El 2008 emplea la misma plataforma del 208 pero su distancia entre ejes se incrementa en 6,5 centímetros, al igual que la anchura de vías que también crece en cinco centímetros. Delante tenemos suspensión independiente McPherson y detrás un eje torsional semiindependiente.

Tacto Peugeot

Durante la presentación nos pusimos al volante del gasolina y el Diesel más potentes, así como una unidad preserie del eléctrico. En el gasolina nos encontramos con el sonido habitual de los motores de tres cilindros, diferente aunque no tan ‘redondo’ como el de un cuatro cilindros. Empuja con fuerza y el cambio automático de ocho relaciones de serie resulta perfecto, tanto por comodidad como por rapidez de respuesta. El Diesel es incluso más refinado que el gasolina en el primer tramo del cuentavueltas, con una respuesta más inmediata y progresiva. El eléctrico nos ha sorprendido por su baja sonoridad. Ya sabemos que los eléctricos apenas suenan pero en el caso del 2008 ni siquiera se oía esa especie de silbido eléctrico que ofrecen estos propulsores y el cambio permite elegir entre un funcionamiento normal y otro con mayor retención al levantar el pie del acelerador, lo que ayuda a mejorar la regeneración de energía. Como buen Peugeot los reglajes son más bien firmes, pero siempre con un elevado nivel de comodidad incluso en las unidades con llanta 18 pulgadas, para dar ese toque deportivo que tanto nos gusta en Europa. Los precios son realmente interesantes, sobre todo si nos acogemos a alguna de las ofertas que incluyen la financiación y en el caso del eléctrico pueden suponer una reducción muy importante.

EL PEUGEOT 2008 YA NO JUEGA EN LA LIGA DE LOS SUV URBANITAS MÁS COMPACTOS, AHORA APUNTA MÁS ALTO

ESTILO PROPIO. No es un 3008 más pequeño y aunque sus rasgos son de auténtico Peugeot, tiene un diseño que lo diferencia de su exitoso hermano mayor, sobre todo en el frontal.

CON EL NUEVO I-COCKPIT 3D. Hay que hacerse a su presentación pero resulta fácil y realmente vistoso. La calidad interior está por encima de la media.

EN OTRO SEGMENTO. Tanto por su tamaño como por su nivel de calidad y gama de motores, el nuevo 2008 se sitúa en una categoría superior a la de su antecesor, muy cerca de modelos como el Nissan Qashqai o el Seat Ateca.