FORD PUMA
El equipo de diseño de Ford recibió el encargo de hacer un todocamino urbano basado en el Fiesta. El proyecto avanzaba sin nombre definitivo hasta que uno de los ingenieros propuso Puma. La idea gustó a compañeros y jefes porque rescataba la denominación del pequeño cupé que la marca lanzó a finales de los noventa, un deportivo que hizo soñar a los chavales de la época. La diferencia entre uno y otro, además de la tecnología, está en que el nuevo se ha transformado en un SUV que mide 4,18 metros de largo, 1,80 metros de ancho y 1,53 metros más de alto, lo que supone 14 centímetros, 7,1 centímetros y 5,4 centímetros más que su hermano Fiesta. El maletero cubica 456 litros, 164 más que el utilitario. En esa cifra ya están incluidos los 80 litros de un cofre de plástico situado bajo el piso, ubicado justo en el lugar donde iría la rueda de repuesto –sólo lleva kit reparapinchazos–. Este ‘cajón’ sin tapa permite dejar unas botas sucias para no subir a bordo con ellas manchadas de barro. ¿Y cómo se limpia? Muy fácil: basta un manguerazo, pues el agua sucia sale por un desagüe directo al suelo.
Marca distancias
Las plazas traseras son mejores que la de buena parte de sus rivales, con bastante espacio para las piernas de los pasajeros de atrás, aunque éstos pueden rozar sus cabezas con el techo en el caso de que el Puma monte uno solar, que rebaja la altura unos tres centímetros. La banqueta posterior no es deslizable ni el respaldo cuenta con regulación en inclinación. Delante, los asientos son muy buenos y pueden ser calefactados, como también el volante de cuero o el parabrisas, esto último de
XXXX CONXXXXSTE.
gran utilidad en el invierno para que se derrita
DepeVidebiti sciaerum debis el hieloporehentodelavolorluna.rae acerchiAunque la presentación recuerdaliquisyveromuchomoloriaea officimladel Fiesta, con la pantalla táctililiquide tetur,ochoautpulgadasquamnit en la parte superior de la consolavolup o los botones físicos del climatizador, el Puma tiene su propia personalidad ya que el cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas es exclusivo. Al pulsar el botón de arranque, aparece la imagen del felino homónimo, y al salir del vehículo, surgen unas líneas ➥
➥ de colores. La instrumentación también cambia con cada modo de conducción –en total hay seis–. Del interior merece la pena destacar los materiales utilizados en su construcción, con buenos ajustes y unos plásticos duros y mullidos de gran calidad, incluso los usados en los paneles de las puertas.
Suficiente… de momento
Durante la presentación del coche hemos tenido ocasión de probar los dos motores disponibles, el de 125 caballos y el de 155 caballos, ambos con sistema de 48 voltios
–el 125 también está disponible sin hibridación ligera–. A pesar del salto de caballería entre ellos, se parecen mucho, algo normal teniendo en cuenta que comparten bloque, el 1.0 Ecoboost de tres cilindros. Hablamos de las vibraciones, que son muy acusadas en aceleración. También el sonido que llega al habitáculo, más alto de lo esperado, resultando un poco incómodo si en ese momento vas charlando con tu acompañante o disfrutando de una canción que se reproduce a través del equipo de audio de la firma B&O, que viene de serie en el acabado más alto de todos los disponibles –ST-Line X–. Asimismo, el consumo de carburante ha sido superior al esperado, si bien conviene matizar que la práctica totalidad del recorrido realizado con el Puma ha tenido lugar por tramos de montaña muy revirados y con el asfalto húmedo y nevado.
Precisamente por la serranía de Ronda, Málaga, hemos comprobado que el Puma se comporta como el mejor de los Ford. El chasis tiene una excelente puesta a punto, con una sorprendente capacidad para moverse en los cambios de apoyo. La forma de trabajar, noble y neutra, recuerda a la del Focus. Para lograrlo se ha puesto énfasis en dos aspectos del coche: el peso en orden de marcha debía ser contenido –no llega a 1.300 kilos– y la suspensión sería más elaborada que la del EcoSport, modelo al que por supuesto el Puma no susti