CONTACTO EL PRIMER ELÉCTRICO DE HONDA.
La marca japonesa entra de lleno en la era eléctrica con el pequeño Honda e, un modelo urbano de cero emisiones que, más allá de ser el coche más limpio de la firma, presume de una tecnología nunca vista en el segmento y de un diseño que atrapa todas las
La marca japonesa se pasa a las cero emisiones con el Honda e que llega cargado de tecnología.
Mide 3,89 metros de largo, 1,75 de ancho y 1,51 metros de alto, lo que le convierte en el Honda más pequeño del catálogo, pero estas dimensiones esconden algo más que un coche urbano. Y es que el Honda e también es el modelo más tecnológico de la firma japonesa y, además, el primer coche 100% eléctrico de la firma. No es de extrañar, por tanto, que para la casa asiática sea uno de los lanzamientos más importantes de todos los tiempos, tanto por ser su llave al mundo de las cero emisiones como por ser un escaparate tecnológico que muestra cómo serán los Honda venideros.
Aunque ya se puede reservar en los concesionarios que la firma tiene en Europa, no llegará a las calles hasta verano. El primero en aterrizar será el Honda e Advance, la variante mejor equipada y más potente de la gama con sus 113 kilowatios –el equivalente a 154 caballos–, pero también la más cara –teniendo en cuenta que ninguna es barata–, puesto que su precio ➥
➥ de partida es de 37.800 euros, mientras que el Honda e de acceso tiene 100 kilowatios –136 caballos– y está a la venta desde 34.800 euros.
En lo que respecta al diseño, las dos versiones son idénticas. Si bien se trata de un nuevo modelo, puede que te resulte familiar porque su diseño recuerda al Honda Civic de primera generación. Combina rasgos clásicos con una estética moderna y minimalista, tanto por fuera, como por dentro, ya que el habitáculo sigue el mismo patrón que el exterior: líneas simples, mucha tecnología y más espacio de lo que sugieren sus cotas exteriores.
No es que sea un prodigio de habitabilidad, pero la superficie acristalada es bastante grande y deja pasar mucha luz al interior, lo que unido al diseño horizontal del salpicadero da como resultado más sensación de amplitud de la que cabría esperar.
Con todo, lo que más llama la atención al abrir las puertas es la cantidad de pantallas disponibles. Nada menos que cinco: tres de grandes dimensiones repartidas por el salpicadero y otras dos en los laterales que hacen las funciones de espejo retrovisor proyectando las imágenes grabadas por dos cámaras exteriores. La versión Advance suma una sexta pantalla que muestra la grabación de la cámara trasera en el retrovisor central, si bien se puede apagar para utilizar el espejo de forma convencional.
A pesar de que tanto panel digital pueda abrumar y de que acostumbrarse a la ausencia de retrovisores requiera cierto periodo de adaptación, es fácil habituarse a este interior tan futurista porque el manejo de todas las pantallas, de los mandos físicos y del propio sistema de infoentretenimiento es realmente intuitivo.
El más ágil de la ciudad
Igual de fácil es conducirlo. En la primera prueba pudimos ponernos al volante de la variante más potente, que pese a tener más potencia,
desarrolla la misma cifra de par que la versión de 136 caballos: 32,1 kilográmetros disponibles desde el primer momento que pisamos el acelerador. Gracias a ello, el Honda e se mueve con mucha soltura en ciudad, sobre todo, a la hora desde salir desde parado –el Advance acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 8,3 segundos–, por ejemplo, en un semáforo, ya que a medida que ganamos velocidad, la entrega de potencia pasa a ser más lineal, pero siempre más que suficiente para llevar a cabo buenas recuperaciones.
La puesta a punto del chasis también ayuda a moverse entre el tráfico urbano. No en
vano, tiene un reparto de pesos del 50:50, además de suspensión independiente de tipo McPherson en cada eje. Otro de sus puntos fuertes es la dirección, que además de tener desmultiplicación variable y ganar dureza a medida que ganamos velocidad, destaca por su excelente radio de giro: 4,3 metros –el ángulo que dibujan las ruedas llega hasta los 50 grados–. En la práctica, esto se traduce en una capacidad extraordinaria para girar y, por tanto, para hacer maniobras, incluso en espacios muy reducidos.
De la misma manera, llaman la atención los frenos, que son completamente ‘by wire’ –combinan el control electrónico de la frenada regenerativa con la parte mecánica–. Su ‘tacto’ es muy superior al de otros modelos electrificados que requieren hundir más el pedal izquierdo para frenar y su funcionamiento es efectivo en la conducción con un sólo pedal.
Para dejar de utilizar el pedal del freno, basta con pulsar el botón que activa el sistema de pedal único; esta función no solo hace más fácil la conducción, sino que sirve para regenerar energía y sacar más partido de la autonomía disponible, que es de 222 kilómetros según el ciclo WLTP –210 kilómetros con llantas opcionales de 17 pulgadas–.
¿Suficiente? Lo cierto es que todo depende de las necesidades de cada conductor. En la línea de sus competidores –Mini Cooper SE o Smart Forfour EQ–, una carga del Honda e debería ser bastante para enfrentarse a la mayoría de trayectos diarios por ciudad, que es para lo que está enfocado este coche. En este sentido, acompaña que el tiempo de recarga sea más bien corto: poco más de cuatro horas en un cargador de 7,4 kilowatios/hora y apenas 30 minutos si utilizamos un punto de carga rápido.