BMW Serie 2 Gran Coupé.
El Serie 2 Gran Coupé es una pequeña berlina de cuatro puertas derivada del Serie 1. Mantiene la tracción delantera de éste y añade el plus de la funcionalidad en una carrocería que dará de qué hablar…
El hermano mayor del Serie 1 gana en personalidad.
El Serie 2 Gran Coupé es un coche que amarás por su diseño… o no. De frente es prácticamente calcado al Serie 1, sobre el que está basado, aunque los característicos dobles riñones en la parrilla tienen más protagonismo que en éste, además de una serie de tomas específicas que lo diferencian de inmediato. Pero es de lado y, sobre todo, desde atrás, donde se aprecia que el coche es muy diferente a todo lo creado anteriormente por BMW. Los diseñadores de la marca han jugado a hacer una zaga distinta a la de su principal rival, el bello Mercedes CLA, sin tomar prestado ningún elemento estético de los otros Gran Coupé actuales –Serie 4 y Serie 8–. El alerón integrado en el portón recuerda en parte al de los míticos ‘cola de pato’ de los Porsche, con salvedades claro está, aunque el aspecto trasero del Gran Coupé se asemeja más al de un crossover. Lo decimos por la proporción de chapa que hay en esta zona del vehículo. El portón es muy vertical, las luces van en una posición más baja y los pilotos, unidos por una tira negra, son más finos de lo que cabría esperar. Estas características estilísticas sí recuerdan a los ‘culos’ de ➥
➥ los SUV de BMW.
Dentro, el Serie 2 Gran Coupé es un automóvil espacioso si hablamos de las plazas delanteras; detrás no sucede lo mismo. El acceso a esta parte del vehículo es incómodo dada la caída del techo. Tampoco hay mucho espacio para las piernas a pesar de tener una batalla de casi 2,70 metros. La altura interior es bastante justa en general y si mides más de 1,80 metros, tu cabeza rozará con el techo. El maletero es bastante capaz, con 430 litros, aunque el acceso a éste es un poco más complejo ya que se ha eliminado el práctico portón del Serie 1 y, en su lugar, se ha instalado una pequeña portezuela. El cofre, en general, sí es amplio y cuenta con un práctico doble fondo.
En lo que respecta al puesto de mandos, es prácticamente idéntico al del Serie 1, con todo lo bueno que eso conlleva. Quizá los conductores más pasionales echen en falta un cockpit más bajo y deportivo así como una mejor integración hombre-máquina para disfrutar del Gran Coupé en las carreteras más divertidas, pero este BMW está pensado más para disfrutar desde la comodidad. Ojo, esto no significa que el Serie 2 Gran
Coupé sea un coche anodino, pero es cierto que ha perdido cierto atractivo dinámico al eliminar la tracción a las ruedas traseras, la misma que ofrece tan buenas sensaciones en otros modelos de la casa –Serie 3, Z4, Serie 8…–.
A nivel de equipamiento cuenta con lo último, como órdenes vocales y control ges
tual, Head Up Display e información del tráfico en vivo. La pantalla táctil central llega a las 10,2 pulgadas en la versión top y está colocada en un lugar estratégico para que la vean todos los ocupantes, a pesar de que está levemente girada al conductor; su manejo es bastante sencillo.
Salto importante
En la fase de lanzamiento, el Serie 2 Gran Coupé está disponible con tres motorizaciones: dos gasolina turbo, 218i de 140 caballos y M235i xDrive de 306 caballos, y una turbodiesel, la 220d de 190 caballos. En breve lleva una 216d con 116 caballos, que se convertirá en la versión de acceso por potencia.
De todas ellas hemos probado brevemente las 218i y la 220d. La primera de ellas nos ha sorprendido gratamente por varios motivos: respuesta muy viva desde bajas vueltas –casi mejor que la del 220d–, sonido para tratarse de un tricilíndrico y consumo de carburante, realmente contenido. La segunda, un poco más ruidosa, es perfecta para quienes busquen, ante todo, la economía de uso.
Independientemente de la mecánica, el Serie 2 Gran Coupé es un coche noble de respuestas y con un elevado grado de confort. La dirección es típicamente BMW, muy rápida en las reacciones, aunque el grado de asistencia es superior al esperado. Además, la amortiguación deportiva M Sport, de serie en el acabado homónimo, puede resultar demasiado incómoda por su dureza.