Volvo XC60 B4.
Las carrocerías altas y pesadas de los SUV van en contra de las limitaciones contaminantes, por ello, fabricantes como Volvo han optado por este tipo de hibridación ligera, que ofrece un resultado excepcional tanto en rendimiento como en reducción de cons
La firma sueca combina un ya de por sí eficiente propulsor Diesel con la tecnología micro híbrida para sacar el máximo partido del todocamino.
Los SUV forman la columna vertebral de Volvo desde hace años. En la actualidad es complicado cumplir las emisiones contaminantes con una gama cimentada sobre este tipo de carrocerías, pesadas y poco aerodinámicas. Es por ello que la marca sueca lleva años ‘poniéndose las pilas’ en materia de electrificación, tanto con hibridaciones tradicionales como con hibridaciones ligeras Mild Hybrid, caso que nos ocupa. Lanzados a mediados de 2019, las versiones B de la firma hacen referencia a los vehículo que cuentan con esquemas eléctricos de 48V paralelos al motor térmico tradicional, que en el caso de Volvo puede ser gasolina o Diesel. En este tipo de automóviles la electrificación ayuda a reducir los consumos al hacerse cargo de determinados sistemas eléctricos de elevado consumo,
como el start and stop. Para ello cuenta con un pequeño motor eléctrico –14 caballos en este caso– y una batería de litio que se recarga sobre la marcha sin necesidad de enchufarlo.
Doble ganancia
Los beneficios de esta electrificación llegan por partida doble, por un lado logramos una reducción de consumos en torno al 15% y por otro algo mucho más tangible, la ansiada pegatina redonda ECO que podremos lucir en nuestra luna delantera.
En marcha ganamos algo de aceleración –una décima en el 0-100 kilómetros/hora– gracias al empuje extra de esos 14 caballos eléctricos. Por lo demás los cambios en esta versión del XC60 son inexistentes, de hecho el conductor ni siquiera percibe que está al volante de una variante híbrida pues el comportamiento es exactamente igual de bueno, reafirmándose como uno de los SUV más cómodos y equilibrados del momento.
Si en su momento la versión D4 nos parecía la más equilibrada de la gama tanto por refinamiento como por empuje y consumo, en este caso la puesta al día y electrificación no ha hecho más que consolidar estas cualidades, apoyado además por el excepcional cambio de ocho velocidades, uno de los más suaves del mercado, sin olvidar, la tracción automática de serie en esta versión, la suspensión neumática regulable y el selector de modos de conducción.