Opel Astra.
El Astra afronta sus dos últimos años de vida comercial con una puesta al día de motores y equipamiento antes de que su nueva generación lo convierta en un verdadero ‘Astra PSA’
El compacto del rayo se pone al día con nuevas mecánicas y equipamiento.
El Astra pertenece a la era ‘pre-PSA’ antes de que el grupo francés comprara la marca alemana por lo que ni su plataforma ni sus motores aprovechan las sinergias tecnológicas del grupo. Hasta la llegada de la próxima generación, que será la sexta, los propulsores se ajustan a las actuales exigencias medioambientales.
De estreno
El bloque gasolina turbo de tres cilindros y un litro se ha sustituido por un nuevo 1.2 litros, también de tres cilindros con tres niveles de potencia y que, curiosamente, no es el PureTech de PSA. Aunque tiene mayor cilindrada, ha reducido su peso en seis kilogramos y mejora los consumos y emisiones con respecto a su antecesor de un litro. Se mantiene el
bloque gasolina de cuatro cilindros y 1.4 litros pero solo acoplado a un cambio automático de variador continuo, con un funcionamiento bastante más rápido y agradable.
Durante nuestra toma de contacto comprobamos que el nuevo gasolina de tres cilindros resulta más silencioso y suave que el de cuatro, justo al contrario de lo que suele ser habitual y las diferencias en prestaciones entre uno y otro con la misma potencia son mínimas. El Diesel también es nuevo en el Astra, de tres cilindros y en dos niveles de potencia, con un tacto algo ruidoso. En la suspensión no hay ningún cambio y el Astra mantiene su comportamiento ágil y cómodo.
Entre las mejoras introducidas se encuentra una nueva cámara frontal más avanzada, que incluye el reconocimiento de peatones y ciclistas para el sistema de alerta de colisión. El navegador también es superior, ofrece información de tráfico en tiempo real y actualizaciones en línea.