RENAULT ZOE Y SEAT MII ELECTRIC.
¿Cuál es el más barato? ¿Y el que tiene mejor autonomía? ¿Y el mejor acabado? Sal de dudas…
Además de ser el eléctrico más barato del mercado, el Seat Mii electric pretende convertirse en el urbano de cero emisiones más vendido de nuestro país, pero el Renault Zoe no está dispuesto a ceder terreno, sobre todo, después de renovar los argumentos que le han llevado a ser la referencia de su clase
Con 1.050 unidades vendidas en 2019, el Renault ZOE fue el tercer eléctrico más vendido en España el año pasado; sólo el Tesla Model 3 y el Nissan Leaf acumularon más matriculaciones y ambos se enmarcan en segmentos superiores, por lo que podemos decir que el francés es el urbano de cero emisiones que más éxito tiene en nuestro país, además de ser uno de los más veteranos, ya que su lanzamiento tuvo lugar en 2013, si bien ha recibido tres actualizaciones, la última y más profunda a finales de 2019.
Por su parte, el Seat Mii electric acaba de llegar y lo hace con la mejor carta de presentación posible: es el coche eléctrico más barato del mercado y tiene como objetivo democratizar la movilidad de cero emisiones. Y es que, en su acabado básico y con el descuento de la marca incluido –3.500 euros–, la primera alternativa completamente eléctrica de Seat cuesta menos de 18.000 euros, mientras que la versión mejor equipada Mii electric Plus que analizamos en estas páginas está a la venta por 18.880 euros –aplicando el citado descuento de Seat–. Esta tarifa queda muy lejos de los 29.227 euros que vale el Zoe más barato y todavía más de los 32.915 euros del otro protagonista de este cara a cara, el tope de gama Zoe Zen R135 con batería de 50 kilowatios/hora –el Zoe básico equipa una de 40 kilowatios/hora–.
Claro que la marca gala ofrece una opción para reducir significativamente la distancia que separa al Zoe del Mii, al menos en lo que a precio se refiere porque da la posibilidad a sus clientes de alquilar la batería pagando una cuota mensual; 74 euros para 7.500 kilometros/año o 114 para kilometraje ilimitado. De esta forma, el Zoe de acceso a la gama pasa a estar disponible desde 21.667 euros y el más caro desde 25.355 euros, incluyendo ambos una sustitución gratuita de la ‘pila’ en caso de que reduzca su rendimiento, así como asistencia ante averías a cualquier hora del día.
Con todo, el Seat sigue ganando la batalla del precio por goleada, no en vano es siempre más asequible, independientemente de la fórmula de compra del Zoe y, además, el cliente no sólo es dueño del vehículo, sino también de la batería. Pero costes a un lado, ¿es capaz de plantar cara a uno de los eléctricos de referencia?
Viejos conocidos
Con su última puesta al día, el Zoe ha ganado en todos los aspectos, si bien la mayoría de las modificaciones afectan al interior,
que ha adoptado la misma apariencia y tecnología que el nuevo Clio, así como algunos de los asistentes a la conducción que ha estrenado la última generación del utilitario del rombo, como el aviso de ángulo muerto, el control de crucero adaptativo y el reconocimiento de señales.
También está mejor rematado, con mayor presencia de plásticos blandos, más agradables al tacto e incluso materiales reciclados que ponen de manifiesto su naturaleza ecológica. Los asientos delanteros, por su parte, se han rediseñado y resultan más cómodos que antes, además de tener un aspecto más deportivo. En lo que respecta a la habitabilidad no hay cambios: sigue siendo correcta para un coche de su clase, con dos amplias plazas delante y tres más justas detrás, pero con suficiente espacio para las piernas gracias a la ausencia de túnel central.
El Mii, sin embargo, esconde menos novedades. A pesar de ser un coche nuevo, es prácticamente idéntico, tanto por fuera como por dentro, a las variantes térmicas que vieron la luz en 2011 y que se han dejado de comercializar con la aparición de esta versión eléctrica. Estrena, eso sí, asistentes a la conducción, como el reconocimiento de señales de tráfico y el mantenimiento en el carril, pero su dotación tecnológica sigue siendo mucho más limitada que la del Zoe y se echan de menos elementos básicos como los mandos en el volante, la pantalla táctil central o un equipo multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto –sí que tiene Bluetooth y manos libres–.
Si hablamos de espacio, se encuentra en la línea de otros urbanos, como el Smart EQ Forfour, y claramente por detrás del Zoe, de hecho, homologa una plaza menos que el galo. Evidentemente, este apartado se ve condicionado por el tamaño de la carrocería, aunque lejos de ser un hándicap, sus medidas suponen una ventaja dado el enfoque urbano de ambos contendientes. Con sus 3,55 de largo, el Mii cabe prácticamente en cualquier aparcamiento o hueco de la calle y es capaz de detener la báscula en poco más de 1.200 kilos, con lo que eso supone en materia de prestaciones y consumo.
Los más rápidos de los semáforos
Y es que, pese a ser el Mii más potente que se ha fabricado, su motor eléctrico sólo desarrolla 83 caballos, pero gracias a su bajo peso se mueve con bastante soltura, sobre todo a la hora de arrancar, ya que la entrega de potencia instantánea le permite alcanzar los 50 ➥
➥ kilómetros/hora desde parado en apenas 3,9 segundos. A partir de esa velocidad, empuja de manera menos rotunda, pero siempre con suficiente brío gracias a los 21,6 kilográmetros de par y, de cualquier forma, mejor que el extinto Mii de gasolina con 75 caballos. Pero el que más impresiona en este sentido es el Zoe, que además de acelerar de manera más contundente, es más efectivo en las recuperaciones, por lo que no sólo es ágil en ciudad, sino también en carretera. Si a esto sumamos su mayor autonomía y un confort de marcha más elevado en vías rápidas debido al mejor aislamiento del interior, el resultado es un coche más polivalente que el sencillo y asequible Mii, cuyo enfoque es eminentemente urbano.
Al fin y al cabo, aunque el del rombo tiene un consumo más elevado –además de ser más potente roza los 1.600 kilos–, la mayor capacidad de su batería le permite recorrer más distancia con una carga. En el mismo recorrido mixto –con algo más de carretera que de ciudad– y con unas condiciones climáticas similares, con el español obtuvimos un consumo medio de 15 kilowatios/hora a los 100 kilómetros, mientras que el francés arrojó una media de 17,1 kilowatios/hora a los 100. Traducido a la distancia que se puede recorrer con una carga, este gasto supone una autonomía real de unos 210 kilómetros en el español y de unos 310 para el Zoe.
Frena para recorrer más kilómetros
Obviamente y como en cualquier eléctrico, estas cifras dependen del trayecto –en ciudad el gasto es menor– y del tipo de conducción, ya que, activando el modo ECO de ambos modelos, es fácil lograr medias de consumo más bajas a costa de ver reducidas las prestaciones. También se puede incrementar la autonomía haciendo uso de la frenada regenerativa; en el Mii hay cuatro niveles de retención disponibles –se seleccionan moviendo a los lados la palanca de cambios– y en el más alto de ellos casi no hace falta pisar el freno, pudiendo conducir con un pedal –el acelerador– y recargar bastante energía con cada deceleración.
AMBOS SON IMBATIBLES EN CIUDAD, PERO GRACIAS A SU TAMAÑO REDUCIDO, EL MII SE DESENVUELVE ALGO MEJOR EN LAS MISMAS CONDICIONES