LA ERA POS-COVID del automóvil
EL SECTOR DE LA AUTOMOCIÓN se enfrenta actualmente a un momento fundamental en su historia para dar respuesta a las grandes demandas de la sociedad en cuanto a soluciones de movilidad.
La industria del motor está acometiendo un gran nivel de inversión para adaptar su oferta de productos y servicios a unos altos de estándares de sostenibilidad medio ambiental, reduciendo significativamente los niveles de emisiones y lanzando una novedosa gama de soluciones de electrificación en un periodo de tiempo muy reducido.
Lamentablemente, los efectos de la pandemia de la Covid-19, con el cierre de toda la actividad productiva durante el periodo del confinamiento, han agravado la situación de este sector capital de nuestra industria que representa el 11% del PIB de nuestro país, y ha puesto también al descubierto la alta dependencia del sector servicios, así como la necesidad de potenciar a los sectores productivos de nuestro país.
Los efectos de la pandemia van a ser duraderos en la demanda de vehículos y las cifras de mercado que maneja la asociación de fabricantes de automóviles ANFAC, indican unas previsiones de caída de entre el 30 y 35% para 2020.
La recuperación del consumo será la clave para la recuperación de la actividad productiva y por tanto para la recuperación de nuestro PIB.
Los planes de incentivos a la demanda como el plan RENOVE y el plan MOVES, van en la dirección adecuada, y esperamos que tengan un efecto sostenido en el cuarto trimestre del año que permita que la caída de la actividad anual se amortigüe.
El diseño de dichos planes, pensamos que es adecuado al apoyar todas las tecnologías y tipologías de vehículos, graduando el nivel de ayuda en función de sus características medioambientales, consiguiendo el tan deseado efecto llamada para animar a los consumidores a renovar el parque de vehículos.
Ahora bien, como siguiente paso para consolidar la recuperación del mercado, creemos que debe actualizarse la fiscalidad del automóvil sustituyendo el actual impuesto de matriculación por otro más vinculado al uso y de carácter medioambiental que esté en vigor, a más tardar, en enero de 2021.
Nuestra propuesta pasa por desarrollar una nueva fiscalidad autonómica y estatal de carácter medioambiental y de pago anual, referida exclusivamente al uso, que sustituya el impuesto de matriculación, manteniendo el actual impuesto de circulación de recaudación municipal. Esta propuesta permitiría incluso mayores ingresos para las CC.AA. que el actual Impuesto de Matriculación (500 M€ aprox. en 2020).
Este cambio de fiscalidad verde debe ser el objetivo final que debemos alcanzar para tener un mercado de vehículos más eficientes y menos contaminantes, así como para impulsar la renovación del parque automovilístico.
Mientras esperamos la llegada de estos cambios, en Ford seguimos rediseñando nuestro negocio para continuar siendo competitivos de forma sostenible a largo plazo en un contexto de negocio más exigente, pero manteniendo una fuerte apuesta por una gama de producto renovada y electrificada, en la que seguimos invirtiendo a pesar de la crisis, como demuestra el nuevo Ford Kuga, el vehículo más electrificado de nuestra gama y que además se fabrica en España.
Nos enfrentamos a un periodo fundamental en nuestras vidas, y tenemos que seguir trabajando de forma coordinada con las distintas administraciones públicas para asegurar que somos capaces de recuperar de forma rápida nuestros niveles de actividad industrial previos a la crisis de la Covid-19, y seguir apoyando una industria de automoción que apuesta por la innovación y la sostenibilidad.