Volkswagen Golf GTI.
¿Será tan efectivo como siempre o ha ganado en mal carácter?
Tomando como base la plataforma y el motor de su predecesor, la última generación del Golf GTI se ha propuesto ganar carácter deportivo y mejorar cada una de las virtudes del modelo anterior. Hemos viajado hasta el lugar donde se ha puesto a punto para conocerlo y comprobar si ha alcanzado su objetivo
Faltan unos meses para que la octava entrega del Golf GTI llegue a los concesionarios. Un poco antes podremos ponernos al volante para llevar a cabo la primera prueba a fondo, hemos tenido la oportunidad de conocerlo y tener una toma de contacto sobre el asfalto. Nuestro cicerone particular ha sido Karsten Schebsdat, director del departamento de dinámica de conducción de Volkswagen, maestro de ceremonias en este test realizado en la pista de pruebas de Volkswagen de Ehra-Lessien, situada cerca de su sede en Wolfsburg.
Dentro del prototipo en el que vamos sentados, el panel de instrumentos digital indica que circulamos a 250 kilómetros/hora en séptima marcha y con total tranquilidad; mientras tanto, Schensdat nos explica las diferencias que existen a nivel dinámico entre el nuevo GTI y su predecesor. “Tiene mucho más aplomo a gran velocidad, hemos conseguido que el chasis sea más rígido y el reparto de pesos esté más equilibrado, gracias a ello, es más estable y ágil”.
Como suele ocurrir en todos los VW, todo resulta familiar, al fin y al cabo, esta generación comparte la plataforma MQB con la anterior, sin embargo, se siente diferente: más deportivo, pero con el mismo grado de refinamiento que ha caracterizado a todos los Golf.
Mantiene la tracción delantera y el mismo motor turboalimentado de 2.0 litros y cuatro cilindros en línea del último GTI, a pesar de que algunos rumores suge- ➥
rían que iba a utilizar un sistema micro híbrido de 48 voltios. Finalmente, Volkswagen decidió apostar por lo seguro y volver a utilizar este bloque de gasolina, conocido internamente por el código EA888, eso sí, ahora desarrolla 15 caballos y 2 kilográmetros más que la versión básica del anterior GTI.
Manual o automático
De transmitir la potencia a las ruedas delanteras se ocupa una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática DSG de doble embrague y siete relaciones, como la que monta la unidad de pruebas. Cualquiera de las dos opciones se complementa con una serie de tecnologías enfocadas a garantizar la mayor eficacia a nivel dinámico. Es el caso del diferencial de deslizamiento limitado controlado electrónicamente, conocido como VAQ, que se complementa con el XDS –un control de vectorización de par– para mejorar la motricidad y el paso por curva.
El conductor podrá adaptar el carácter del coche a cada situación a través de los cinco modos de conducción disponibles. Todos actúan sobre una dirección más directa que antes, el acelerador, la transmisión, el diferencial y, en las unidades que equipen el Control Dinámico de Chasis –DCC– opcional, sobre los amortiguadores adaptativos. Como novedad para los conductores más inquietos, se podrá desconectar totalmente el control de estabilidad.
Todo en conjunto le permite mejorar el rendimiento con respecto a su predecesor, pero sin perder el equilibrio del que han hecho gala los anteriores Golf GTI, en pa
labras de Schebsdat: “No queríamos un coche nervioso puesto a punto para el máximo rendimiento, sino uno que infundiera confianza al conductor en todas las situaciones posibles.
Tras nuestra toma de contacto podemos confirmar que mantiene la agilidad y la capacidad de respuesta de los mejores GTI, a la vez que ha ganado en estabilidad a alta velocidad y comodidad. Pasará un tiempo hasta que lo conduzcamos a fondo, pero ya hemos comprobado que este GTI está a la altura de un apellido; corre mucho y es igual de fácil de conducir que siempre.