Arte, entre pasado y futuro
El artista belga y constructor de motocicletas únicas, Fred Krugger, ha creado un vehículo espectacular a medio camino entre moto y coche
Resulta difícil de clasificar, tanto por sus proporciones como por sus características de monoplaza con cuatro ruedas, ya que su creador siempre se había dedicado a dar vida a algunas de las motocicletas más espectaculares de los últimos tiempos. La construcción del Fred Krugger FD, que es como se llama este imponente vehículo, comenzó en 2018 con el desafío que le lanzaron dos de sus clientes para producir algo único, de naturaleza puramente belga y fiel al estilo de Krugger. El nombre del automóvil, FD, viene de las iniciales de los apellidos de esos dos clientes, François Fornieri y André Dupont.. Al igual que hace con todas sus motocicletas, Fred Krugger creó este peculiar automóvil completamente a mano, diseñando y dando vida a cada una de sus piezas. Las originales formas son fruto de la fascinación de Krugger por el retrofuturismo, el art-decó y las filosofías aerodinámicas de principios del siglo XX. Las ruedas, así como el cuerpo principal del FD, están completamente cubiertos por un carenado en color azul real en el que destacan los adornos metálicos, la geometría de las entradas de ventilación, el único faro frontal o los adornos de madera del interior, con unos llamativos toques art-decó. El resultado no solo recuerda la época dorada de las carreras automovilísticas, sino también las líneas de diseño de los elegantes coches de esa época. El asiento es de madera, al igual que el revestimiento de todo el habitáculo, con un volante de aire completamente futurista. Pero el Krugger FD no es solo una pieza para exhibición, en su parte trasera lleva un motor W12 procedente de un Bentley Continental GT con la potencia elevada hasta los 750 caballos, para un peso total de solo 1.250 kilogramos. Como dice su creador “entre el misterio y la magia, entre el pasado y el futuro, un sueño se hace realidad.“