Entre dos mundos
Este SUV derivado del compacto Ceed se está conviertiendo en una de las estrellas de la temporada por su atractiva estética, más aún ahora que estrena esta variante enchufable con etiqueta Cero
orea es una de las principales potencias mundiales en materia de electrificación, de hecho, gran parte de las baterías que usamos tanto en nuestros móviles como en nuestros coches vienen de allí. Por ello no es de extrañar que a día de hoy uno de cada tres Kia que llegan a nuestras calles esté electrificado de una u otra forma, aunque ya trabajan sabiendo que el mercado respalda mayoritariamente a los híbridos enchufables, y con un Plan S en el horizonte que contempla que en sólo cuatro años
C
el 25% de sus ventas globales serán eléctricas.
Frente a los XCeeed convencionales, esta versión estrena nueva parrilla con la rejilla más cerrada, llantas exclusivas y la toma de carga en la aleta delantera izquierda, además de este inédito color Orange Fusion. En el interior disponemos del indicador de carga en la parte superior del salpicadero y de dos opciones de cuadro de relojes, uno analógico con pantalla de 4,3 pulgadas y otro 100% digital con pantalla de 12,3 pulgadas, junto a la nueva TFT multimedia central que opcionalmente puede ser de 10,25 pulgadas.
Esquema funcional
El conjunto híbrido combina un bloque gasolina de 105 caballos con uno eléctrico de 60,5; entregando una potencia final de 141 caballos que permite unas prestaciones no demasiado brillantes, pero hay que tener en cuenta que el coche no es ligero.
Como es habitual disponemos de tres modos de funcionamiento; 100% eléctrico, con una autonomía entre 42 y 48 kilómetros, HEV que funciona en modo híbrido dando prioridad al eléctrico cuando es posible y Sport, en el que los dos motores empujan solidarios para lograr las mejores prestaciones. El conjunto se completa con un cambio tipo doble embrague con seis velocidades que manejamos desde las levas del volante.
Como ocurre en la mayor parte de los híbridos de este tipo la ciudad y las radiales son su medio ambiente idóneo, pero en carretera una vez agotadas las baterías, algo que ocurre con no demasiada dificultad si no somos cuidadosos, disponemos tan sólo del empuje gasolina, lo que nos permite viajar sin problemas pero tampoco sin alegrías y con un consumo que tampoco resulta excesivo.
La batería tiene una capacidad máxima de 8,9 kWh y tarda en cargar entre 3 y 5 horas.