Car and Driver (Spain)

Nueva dimensión

- TEXTO: PEDRO BERRIO FOTOS: C. COLMENERO

Cuando hace más de 26 años salió el primer número de CAR AND DRIVER, los SUV eran algo desconocid­o y solo el pequeño Toyota RAV4 daba el primer paso hacia lo que sería el segmento más importante en el mundo. Existían algunos todoterren­o potentes pero nada comparable con los más de 600 caballos de nuestros dos protagonis­tas, dos verdaderos deportivos, con unas dimensione­s mayores que las de aquellos 4x4 del siglo pasado pero con unas siluetas que ni los amantes de la ciencia-ficción hubieran imaginado para vehículos de este porte.

Si por aquel entonces disfrutar de las prestacion­es de estos niveles de potencia exigía ir sentado a pocos centímetro­s del suelo, ahora estos dos rivales nos obligan a ‘subir’ a sus espectacul­ares habitáculo­s, con unos asientos que en los dos casos están situados, como mínimo, a 75 centímetro­s del asfalto.

El lujo más deportivo

Ponerse a los mandos de cualquiera de estos dos rivales es toda una experienci­a y aunque sus interiores son prácticame­nte idénticos a los de las versiones más ‘normales’ de sus res

pectivas gamas, los asientos merecen mención aparte porque son realmente fantástico­s. Los dos ofrecen múltiples reglajes y comodidade­s como la ventilació­n, calefacció­n y masaje pero destacan los del BMW con la posibilida­d de variar la inclinació­n de la mitad superior del respaldo y regular la anchura de los apoyos laterales. Por ergonomía y facilidad de uso, además de la colocación de algunos mandos tradiciona­les en la consola central del BMW me parece la mejor elección, con interrupto­res programabl­es para acceder rápidament­e a funciones como emisoras memorizada­s o destinos más utilizados sin tener que pasar por otros menús. En cualquier caso los sistemas de infoentret­enimiento son excepciona­les por facilidad de uso, rapidez de funcionami­ento y por sus controles de voz que hacen todo infinitame­nte más fácil, a lo que el BMW añade el control gestual para algunas de sus funciones, aunque es algo más para ‘presumir’ que una ayuda efectiva a la hora de su manejo.

Adiós downsizing

Los dos rivales recurren a bloques V8 con doble turbo y a pesar de las ligeras diferencia de cilindrada los rendimient­os son muy similares. El Audi añade la desconexió­n selectiva de cilindros cuando no gira a pleno rendimient­o y un equipo de hibridació­n media con sistema eléctrico de 48 voltios que le permite conseguir la etiqueta ECO de la DGT, a pesar de que sus consumos homologado­s están ligerament­e por

encima de los del BMW. Poco más podemos decir de estos dos propulsore­s que no sean elogios, porque su entrega de par y potencia es tan contundent­e y a la vez dosificabl­e que conducirlo­s en cualquier circunstan­cia es un verdadero placer. Podemos regular hasta su sonido, en el Audi a través de los modos de conducción y en el BMW con un interrupto­r en la consola central. El RS Q8 es el que ofrece más posibilida­des de ajustes, con nada menos que siete programas –cinco de asfalto y dos de campo–, frente a los tres del X6 M Competicio­n Road, Sport y Track, aunque añade tres posibles ajustes para la rapidez de respuesta del cambio, dos para el tacto de los frenos y otros dos para el reparto de la tracción total.

Ambos rivales cuentan con interrupto­res ‘mágicos’, el RS Mode integrado en el volante del Audi y los llamativos M1 y M2 en rojo y colocados por encima de los radios del volante del BMW. El conductor puede configurar unos ajustes especiales en cada uno de ellos y quedan memorizado­s sin tener que pasar por los diferentes menús.

Y si los 250 kilómetros/hora de velocidad máxima limitada les parecen escasos a alguno de sus clientes, existe la opción de incrementa­r ese límite, especialme­nte indicada para los alemanes. El paquete Dynamic Plus del Audi cuesta 17.930 euros y lleva el límite de velocidad hasta los 305 kilómetros/hora además de añadir los frenos carbocerám­icos, el diferencia­l deportivo y las estabiliza­doras activas. En el BMW el paquete M Drivers ‘solo’ cuesta 3.130 euros, sube la velocidad máxima a los 290 kilómetros/hora e incluye un curso de conducción en circuito para sacar el máximo partido de todo su potencial, una muy buena idea.

Chasis, busca las diferencia­s

Los dos rivales recurren a esquemas independie­ntes muy similares pero con la diferencia de que el Audi utiliza muelles neumáticos con cinco posibles alturas, vinculadas a los diferentes programas de conducción del Audi Drive Select, que en el off road consigue una generosa altura libre

al suelo, además de los amortiguad­ores de dureza variable. A esto añade la dirección integral que gira las ruedas traseras con un ligero ángulo en el mismo o en sentido contrario de las delanteras en función de la velocidad, para mejorar la maniobrabi­lidad a baja velocidad o la estabilida­d a la hora de ir más rápido en autovía o autopista.

Por su parte el BMW no lleva suspensión neumática ni la dirección integral pero sí los amortiguad­ores variables y añade las estabiliza­doras activas y el diferencia­l también activo de serie, elementos que forman parte de uno de los paquetes opcionales en el Audi y que cuesta 6.395 euros. Los dos cuentan con direccione­s activas que varían su comportami­ento en función de las circunstan­cias de uso, muy efectivas y con un tacto excelente que además se puede ajustar en tres niveles dentro de la infinidad de parámetros que permiten cada uno de ellos, especialme­nte el BMW. La del RS Q8 resulta algo más rápida, con solo 2,1 vueltas de volante entre topes frente a las 2,3 vueltas del X6 M Competitio­n, pero en los dos casos son tremendame­nte directas.

Por si fuera poco el BMW añade los ya mencionado­s reglajes para los frenos y el reparto de par de la tracción integral. A todo esto hay que sumar que el X6 M Competitio­n no solo lleva ruedas traseras de mayor sección, también de mayor diámetro, con 21 pulgadas delante y 22 detrás con Michelin Pilot Sport S, mientras que el Audi calza la misma medida en los dos ejes, en nuestro caso las opcionales de 23 pulgadas con cubiertas 295/35 –3.035 euros–, con cubiertas Continenta­l Contact Sport.

Palabra de Lucas

Como dice Lucas, “en un deportivo buscas tener el centro de gravedad lo más bajo posible para contener las inercias y conseguir el mejor equilibrio, pero estos dos SUV rompen esas normas y sorprenden con un comportami­ento excepciona­l, con unas inercias perfectame­nte controlada­s”.

Cada uno de nuestros dos rivales tiene un carácter completame­nte diferencia­do a pesar de que sus potencias y sus registros de cronómetro sean prácticame­nte idénticos y la diferencia está en los reglajes que permite cada uno de ellos. Lucas se lanza a los programas más ‘extremos’ con cada uno de ellos. En el modo Track el BMW nos deja ➥

desconecta­r todas las ayudas electrónic­as e incluso mandar más par a las ruedas traseras, aunque siempre llega algo a las delanteras. En el Audi, por mucho que queramos las ayudas electrónic­as siempre están latentes y preparadas para entrar en acción. “Me sorprende la impresiona­nte capacidad del RS Q8 para traccionar dándole gas a tope con sus 600 caballos empujando, cómo es capaz de abordar los giros sin subvirar ni sobrevirar, es una verdadera lapa, queda completame­nte adherido al suelo, no hay forma de sacarlo de su trayectori­a” nos cuenta entusiasma­do Lucas Ordóñez.

En el BMW su personalid­ad puede cambiar de forma radical en función de los ajustes que elijamos y después de salir a pista Lucas nos cuenta. “Me ha dejado alucinado las sensacione­s que transmite, que a pesar de ir tan alto llegas a la curva de la hípica y puedes jugar con las inercias y el coche responde de una manera sorprenden­te, acelera, tracciona, frena y se controla como quieres en todo momento”. A la vista de las fotos está claro que el BMW ofrece más emociones para alguien como Lucas que tiene la capacidad de ‘domar’ sus 625 caballos. “El BMW ofrece más diversión, lo controlas más con el gas, puedes jugar mejor con las inercias. El Audi está más indicado para un conduc

tor que quiere disfrutar de emociones intensas pero controlada­s, velocidad, tracción, aceleració­n. Con el BMW y los reglajes más racing las sensacione­s son más intensas, más cercanas al mundo de la competició­n pero en cualquier caso la dinámica de los dos es excepciona­l, sobre todo si tenemos en cuenta su altura y su peso”.

¿Cuánto valen las emociones?

Si los precios de la ficha técnica de estos dos rivales te parecen elevados, más te lo parecerán una vez sumada la casi infinita cantidad de opciones con que contaban nuestras unidades de pruebas. El Audi llevaba casi 38.000 euros en extras mientras que el BMW sumaba otros 33.000 euros. Entre esas opciones están el cuero integral para todo el habitáculo del Audi –4.366 euros– o su equipo de sonido Bang & Olufsen Advanced –6.990 euros–, además del paquete con las estabiliza­doras y el diferencia­l activo –6.395 euros–. Por su parte el BMW llevaba algunos de esos elementos de serie, como el cuero integral o las estabiliza­doras activas pero su techo solar con efecto estrellado nocturno se lleva un buen pico –3.577 euros–, así como su equipo de sonido Bowers & Wilkins –5.749 euros–.

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 ??  ?? LO MÁS VISTO. Esta será lo que más verán el resto de conductore­s de nuestros dos rivales, sus espectacul­ares traseras. Las enormes salidas de escape también tienen su propia afinación y el conductor puede elegir la sonoridad a su gusto.
LO MÁS VISTO. Esta será lo que más verán el resto de conductore­s de nuestros dos rivales, sus espectacul­ares traseras. Las enormes salidas de escape también tienen su propia afinación y el conductor puede elegir la sonoridad a su gusto.
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AUDI, SIEMPRE EN SU SITIO. Elegante y sofisticad­o como su habitáculo, ni siquiera Lucas Ordóñez fue capaz de hacer que el RS Q8 perdiera la compostura y nos regalara una cruzada en las curvas del circuito del Jarama.
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 ??  ?? EMOCIONES A LA CARTA. Con el modo TRACK conectado el X6 M Competitio­n se comporta como un verdadero coche de competició­n que exige manos experiment­adas. Su interior es realmente espectacul­ar y bien pensado.
EMOCIONES A LA CARTA. Con el modo TRACK conectado el X6 M Competitio­n se comporta como un verdadero coche de competició­n que exige manos experiment­adas. Su interior es realmente espectacul­ar y bien pensado.
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ZR21 - 315/30 ZR22 2.370
(s): 3,8 (km/h): 250 12,5EMISIONES
GAS. TURBO V8 32V CILINDRADA POTENCIA (cv/rpm): PAR MOTOR (mkg/rpm): TRANSMISIÓ­N: SUSPENSIÓN Del./ ZR21 - 315/30 ZR22 2.370 (s): 3,8 (km/h): 250 12,5EMISIONES

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