Car and Driver (Spain)

Citroën C4.

Revolución española

- ÁLVARO RUIZ

Abandona definitiva­mente la carrocería compacta para ser un todocamino polivalent­e. Incluye versión eléctrica.

Con la tercera entrega del C4, Citroën se ha propuesto reinventar el segmento y volver a dar guerra al resto de compactos. ¿Su estrategia? Combinar el ADN de los dos chevrones, con el confort por bandera, y las últimas tendencias del mercado, incluyendo la estética SUV y la electrific­ación total

Citroën acumula mucha experienci­a en el segmento de los compactos. Hace décadas arrasó con el GS, luego vino el ZX y, ya a finales de los años 90, el popular Xsara fue un superventa­s de manual, de la misma manera que su sucesor, el primer C4. Este último estuvo disponible con carrocería­s de tres y cinco puertas, llegó con un diseño rompedor y cargado de tecnología, de hecho, muchos lo consideran más innovador que su relevo, disponible hasta 2019 con unos resultados comerciale­s más discretos que los que cosecharon sus predecesor­es.

Ahora, Citroën se ha propuesto recuperar el terreno perdido, pero las cosas han cambiado mucho en los últimos años y los SUV han desplazado a un segundo plano a los compactos al uso. Es por ello que la firma de los dos chevrones ha decidido reinventar el C4 con su tercera generación y lo ha hecho con una estrategia similar a la que siguió hace poco más de dos años con el Citroën C5: “crossoveri­zándolo”. No es que el C4 se haya convertido en un SUV, pero tampoco

se puede decir que es un compacto en el sentido estricto de la palabra. Es prácticame­nte igual de grande que el C4 anterior, la forma de su carrocería, sobre todo de la parte trasera, recuerda al primer C4, concretame­nte a la variante Coupé y, por dentro, no es más amplio que algunos de sus rivales directos, como el Renault Mégane y el Opel Corsa. Sin embargo, tiene una altura libre al suelo considerab­le –15,6 centímetro­s– y proteccion­es de plástico en los pasos de rueda y la parte inferior de la carrocería, como un todocamino. Sin serlo.

¿Cambio de rumbo?

Hay que hacer hincapié en esto último, porque el nuevo C4, a diferencia de su hermano mayor, el C5 Aircross, no está pensado para circular fuera de la carretera, ni siquiera tiene el selector de modos de conducción Grip Control para mejorar la motricidad en condicione­s de baja adherencia, como la hierba o la nieve. Bien es verdad que, al ser un poco más alto de lo normal, puede pasar por caminos o pistas sin miedo a rozar los bajos, pero su sitio es el asfalto.

Es ahí donde saca a relucir otra de las cualidades que le diferencia­n de cualquiera de sus rivales: el confort de marcha. Que innove a nivel estético no significa que pierda el ADN de la marca francesa, lo que queda claro nada más empezar a rodar. El C4 es comodísimo, en parte por lo bien insonoriza­do que está el interior, con un aislamient­o propio de segmentos superiores y coches de corte premium, pero también por la suspensión. Incorpora los amortiguad­ores de topes hidráulico­s progresivo­s que estrenó el C4 Cactus; este sistema permite que el recorrido de los amortiguad­ores sea mayor y que, en los baches más grandes, los topes hidráulico­s acompañen al resto de la suspensión para absorber mejor el impacto, logrando que apenas se note dentro del habitáculo.

En la práctica, estamos ante una suspensión blanda que digiere de maravilla cualquier irregulari­dad del asfalto, a costa, eso sí, de no ser tan ágil como un Seat Leon o un Peugeot 308. La falta de firmeza de la suspensión le

resta eficacia a la hora de contener los movimiento­s de la carrocería, así que no es el coche más indicado para disfrutar de una carretera de curvas. De hecho, invita a conducir de manera más relajada que cualquiera de sus rivales, no sólo por los amortiguad­ores, sino por todo el conjunto, empezando por la dirección, muy blanda y poco comunicati­va, pero extraordin­ariamente cómoda para maniobrar y conducir por ciudad. Los asientos también contribuye­n a crear ese ambiente de confort; no sujetan mucho el cuerpo, pero son tan cómodos que no tienen nada que envidiar a un sofá.

Los motores que conforman la gama mecánica siguen la misma tónica. Ninguno de los bloques disponible­s destaca por ser rabioso o tener más carácter de la cuenta. De momento, nos hemos puesto al volante de un C4 BlueHDi de 130 caballos que empuja bien desde abajo, mantiene a raya el consumo y mueve con soltura el conjunto, pero sin alardes. Este bloque va ligado a un cambio automático eat8 que le sienta como anillo al dedo al C4 porque lleva a cabo las transicion­es entre marchas con una suavidad total, pero siempre sin prisas.

Algo parecido sucede con la versión 100% eléctrica, denominada Ë-C4. A diferencia de otros ‘cero emisiones’ no ofrece aceleracio­nes contundent­es que pegan el cuerpo al respaldo, más bien es progresivo y tiene un tacto sedoso, así que encaja a la perfección con el resto del conjunto. Además, lleva el confort de marcha a otro nivel con su silencio y la capacidad de conducir con un pedal gracias a la frenada regenerati­va.

 ??  ?? ‘MADE IN SPAIN’.
El nuevo C4 se fabrica para todo el mundo en la planta del Grupo PSA de Villaverde, Madrid. Los C4 con motor de combustión y el Ë-C4 eléctrico comparten la misma línea de montaje.
‘MADE IN SPAIN’. El nuevo C4 se fabrica para todo el mundo en la planta del Grupo PSA de Villaverde, Madrid. Los C4 con motor de combustión y el Ë-C4 eléctrico comparten la misma línea de montaje.
 ??  ??
 ??  ?? La caída del techo que dibuja la forma coupé de la carrocería deja el espacio justo para la cabeza en las plazas traseras y condiciona la capacidad del maletero, que con 380 litros está en la en la media de la categoría.
La caída del techo que dibuja la forma coupé de la carrocería deja el espacio justo para la cabeza en las plazas traseras y condiciona la capacidad del maletero, que con 380 litros está en la en la media de la categoría.
 ??  ?? OTRO NIVEL.
En términos de calidad ha dado un salto brutal. Utiliza materiales de buena factura y los ajustes son intachable­s. Está bien rematado.
OTRO NIVEL. En términos de calidad ha dado un salto brutal. Utiliza materiales de buena factura y los ajustes son intachable­s. Está bien rematado.
 ??  ?? También está bien dotado a nivel tecnológic­o. A la instrument­ación digital y la pantalla táctil de 10 pulgadas pueden sumarse los faros led, el Head-Up Display, la carga inalámbric­a para smartphone­s y una batería de asistentes a la conducción.
También está bien dotado a nivel tecnológic­o. A la instrument­ación digital y la pantalla táctil de 10 pulgadas pueden sumarse los faros led, el Head-Up Display, la carga inalámbric­a para smartphone­s y una batería de asistentes a la conducción.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain