“La tendencia más habitual es incorporar la cocina al salón”
Virginia Sánchez y Moisés García, Virginia Sánchez Interiorismo
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta el interiorista ante los cambios habitacionales en las ciudades?
Las viviendas construidas en los últimos 15 años han reducido sustancialmente los metros cuadrados habitables, lo que ha obligado a las familias a tirar tabiques para conseguir estancias más amplias. Lo más habitual viene siendo la incorporación de la cocina al salón, tan común en otros países, pero poco habitual en el nuestro. Ese cambio ha obligado a los interioristas a buscar soluciones decorativas que aúnen ambos espacios, como es la sustitución del tradicional alicatado de las cocinas, por otros materiales más elegantes, cálidos y acogedores. Tal es el caso del uso de encimeras de elegantes mármoles que suben por las paredes para proteger las zonas de trabajo, papeles de pared para otras zonas no tan expuestas a mancharse, o elementos decorativos “descontextualizados”, como un antiguo “chandelier” como lámpara de techo de la cocina, además de la iluminación más “técnica” para iluminar las zonas de trabajo. Soluciones de almacenaje que optimicen el espacio, y que resulten decorativamente atractivas en dormitorios, baños y salones, también suponen un gran reto.
¿Cómo se armonizan las nuevas tecnologías con el proyecto residencial?
Las nuevas tecnologías evolucionan facilitándonos la vida y haciendo posible integrar los distintos dispositivos de un hogar en la estética de la decoración: dispositivos wireless, televisores con aspecto de “cuadros” cuando están apagadas, smart tv que facilitan incluso el prescindir de la TV tradicional para ser sustituida por proyectores con pantallas que quedan totalmente ocultas cuando no están en uso, domótica que reduce el número de interruptores... Todo un mundo que evoluciona por delante del ritmo de vida de las personas, y que facilita la realización de proyectos decorativos más limpios.
¿Cómo ves la casa de los próximos años?
El ritmo de vida de las grandes ciudades está haciendo que crezca el número de familias que, por falta de tiempo como primera necesidad, y con ganas de diferenciar y personalizar sus hogares en segundo lugar, tiendan a recurrir a un profesional en quien confiar la decoración de su casa. Esto se traducirá en hogares con una decoración más armonizada, mejor pensada desde el primer momento y, sobre todo, más personal. Además, se tiende al uso de los tejidos naturales, vuelven los materiales nobles de toda la vida (como el mármol), las plantas de fácil cuidado (que además purifican el aire), y los productos sostenibles.