La carpintería de madera aporta un aire levemente rústico a la casa
“Nos interesaba proyectar una casa en horizontal, con un pequeño mirador” ‒explican los arquitectos‒ “crear una alfombra de espacios y funciones, donde a medida que vamos entrando descubrimos el jardín interior y la luz, al mismo tiempo que establecemos vistas transversales a través de los volúmenes”. La distribución de la planta se desarrolla en una franja húmeda orientada al oeste y con cubierta plana, donde se hallan la cocina, el aseo, la escalera y los baños, mientras que otra franja, con el resto de funciones se orienta al este, resguardada con una cubierta inclinada. El jardín, el office y el salón de café, se orientaron al sur, para su óptima iluminación.
Los criterios de construcción de la casa responden a una elección de materiales naturales, con un buen envejecimiento. En las fachadas de la vivienda, se emplearon el hormigón armado de color gris, la madera machihembrada de pino y el ladrillo rebozado y pintado de negro para el garaje. La cubierta es de Quarz zinc, las paredes y los suelos de las zonas húmedas se revistieron con piedra de cuarcita y piedra caliza beige. El resto de espacios ha sido pavimentado con losas de piedra natural de color negro de una gran belleza. Este material, junto con la carpintería de madera que se ha utilizado en todas las puertas y ventanas, aporta un aire levemente rústico a la casa. En los dormitorios se utilizó madera industrial de roble y Dm lacado en blanco, y en las carpinterías exteriores madera de niangón.