Vivienda en la costa
Las paredes azules
Las dificultades iniciales que plantea un terreno en pendiente irregular se convierten en ventajas cuando la casa distribuye los espacios de forma que disfruta de las vistas desde todos los rincones como si estuviera rodeada de paredes azules, y crea una circulación cómoda y funcional para todo el año.
El proyecto consistía en construir una vivienda unifamiliar en la Costa Brava sobre una parcela con una topografía muy abrupta y con una gran masa boscosa de pino autóctono y matorral. Asimismo, el solar tenía una vista privilegiada hacia el mar Mediterráneo, ya que se encuentra localizado justo encima de un acantilado rocoso de veinticinco metros de altura.
El terreno en el que se sitúa la vivienda tiene una topografía muy pronunciada, pasando de la cota 25 metros a la cota 40 metros en apenas 45 metros. Otro de los aspectos importantes de la parcela es que contiene una gran masa boscosa a base de pino autóctono y matorral. El frontal de la parcela mira directamente a mar, con una longitud de 107 metros, justamente encima de un pequeño acantilado rocoso de unos veinticinco metros de altura, mientras que el linde con la calle es de tan sólo sesenta metros y con una orientación SurEste, Sur, Sur-Oeste. La vivienda se sitúa en el lateral derecho de la parcela dejando espacio suficiente para las otras dos viviendas que miran directamente a mar y con las cuales comparte la propiedad.
La piscina, ubicada a la altura del acceso de la casa, ocupa una terraza orientada al mar con el que se confunde creando un efecto de continuidad muy bello.