Vivienda en Denia Mojada por la luz del mar
Construida sobre el mar y con unas fantásticas vistas, esta vivienda se define por el protagonismo absoluto del color blanco y por la conexión total que se ha creado entre el interior y el exterior. Una casa organizada de forma funcional, en torno a cinco áreas, y en la que la luz natural ilumina todos los espacios.
Esta vivienda vacacional situada en Almuñecar (Granada) dispone de una superficie total de quinientos metros cuadrados. En las fachadas que conforman su arquitectura, de líneas rectas y geometría depurada, se ha realizado una combinación de madera de iroko con partes en blanco, color que predomina en el interior y da vida a toda la casa.
Esta vivienda cuenta en total con seis dormitorios, tres salas de estar, cinco baños y tres cocinas, todo ello configurado en torno a cinco áreas diferenciadas distribuidas a través de tres plantas. Se ha creado un ala de servicio pensada para albergar hasta a cinco personas y diseñada en blanco, tono que predomina tanto en el mobiliario como en la decoración. La casa también cuenta con una zona infantil, formada por las habitaciones y una sala de estar. En esta área la interiorista ha aplicado un toque de color acorde con la vitalidad de los más pequeños, en gris y verde para los niños y en diferentes tonos de rosa para las niñas.
La zona de día, ubicada en la planta baja, cuenta con sala de estar y comedor, que se han proyectado con la intención de que el paisaje exterior formara parte del interior. Gracias a las amplias vidrieras, desde el sofá se puede percibir el color azul intenso del mar, que entra envolviendo toda la estancia al igual que en la cocina. Ésta se ha amueblado en color blanco, con elementos en acero inoxidable, y cuenta con una barra y taburetes en contraste realizados en madera de haya. Este espacio comunica con una de las terrazas, donde se ha situado un comedor exterior.
En la parte alta de la casa se ha creado un cubículo que alberga la suite principal, con mobiliario en blanco diseñado a medida por la interiorista y una larga alfombra negra que atraviesa la estancia. Llaman la atención un maniquí en plata envejecida que preside la habitación y unos marcos que decoran el tocador. El baño de este dormitorio se ha realizado en piedra basáltica negra. Para terminar, la zona de invitados se ha ubicado en la parte baja de la casa. En ella se ha utilizado el mismo pavimento que en el exterior para crear una completa integración entre ambos espacios. Además desde el exterior entra una superficie de madera que actúa como pavimento de la estancia y cabecero, enmarcando la cama y los coloridos sofás que amueblan este dormitorio.
La zona de invitados se conecta con el exterior a través de un elemento en madera