Funciono porque soy así
Una de las más interesantes exposiciones del Madrid Design Festival mostraba cómo el diseño industrial ha transformado nuestro entorno. Comisariada por el arquitecto Juli Capella, “¡Funciono! porque soy así” nace de la iniciativa de Moisés Pérez de Albéniz, quien ha prestado para la ocasión la mayoría de las piezas que conforman su colección privada.
Los objetos que nos rodean han sido creados para cumplir una función. Sea una cafetera, un zapato o libro, cada uno nos da un servicio: hacer café, poder caminar protegiendo el pie, o leer. Para resolver esa función han adquirido una forma concreta, con unos materiales y unas dimensiones adecuadas. La relación entre su uso y su aspecto, es lo que conocemos como diseño. Todo cuanto nos rodea está diseñado, sea de forma más consciente o inconsciente. Por eso podemos decir que los objetos, con sus formas, nos hablan de cómo son y nos explican por qué nacieron así. La presente exposición se basa en una selección de piezas de la Colección Pérez de Albéniz- Bergasa, que se han ordenado según diferentes estrategias de concepción. Algunos objetos han nacido por el ingenio innovador de algún visionario, como la bombilla; la mayoría suelen ser mejoras que se van añadiendo sobre tipologías ya existentes, como una botella. Muchas piezas son servidoras de otras, como la funda del móvil, la escobilla del váter o un cenicero, que no existirían sin la presencia del objeto a servir, inodoro, teléfono o cigarrillo. Otras suponen humildes, pero a menudo importantes mejoras, como un embudo o el abre fácil.
Hay también algunas estrategias constantes en la evolución del diseño de los objetos, como ir disminuyendo su peso o su volumen, hacerlos plegables, más duraderos, más baratos, más versátiles o con varias funciones, como la navaja suiza. La exposición agrupa los objetos según diez diferentes estrategias: Abaratar, Innovar, Complementar, Acelerar, Multifuncionar, Reducir, Facilitar, Añadir, Estilizar y Sorprender. Evidentemente algunos objetos se benefician de múltiples estrategias de mejora, no solo de una. Un secador eléctrico, respecto a la toalla, es una innovación, pero también un acelerador del tiempo de secado y puede ser plegable y diminuto.
Ciertamente también hay productos que en realidad solo buscan ser más bellos, o más lujosos, o más sorprendentes. Y aquí es donde la premisa de funcionar no se puede restringir al uso, algunos por ser más estilizados funcionan peor. Aunque pueden argumentar que cumplen otra función, sea estética, simbólica o emocional, como un zapato de tacón alto, a cambio de no ser tan funcional para caminar, ofrece belleza a su portador.
Los casi 100 objetos seleccionados se han puesto sobre la mesa de análisis para poder entender sus virtudes. Se trata de saber apreciarlos más allá de su inmediata percepción cotidiana, cada día nos servimos de ellos, pero sin apenas prestarles atención. Ahora sabremos escucharlos y entender por qué son como son. www.madriddesignfestival.com.