CON VISTAS AL MAR

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Cuando llegué por primera vez a la vivienda conocí a Axel, una persona increíble que transmitía un positivismo empático. Había comprado una vieja casa, sin mucho encanto. Pero directamente en el mar mirando Ibiza.

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El solar estaba cortado por un acantilado, que dividía el solar en dos. El propietario necesitaba espacio exterior para poder reunir fuera a sus amigos y me pidió simplemente hacer un balcón en el acantilado.

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Creo que solo una persona como él, ante mi negativa por las normas urbanísticas, acabaría derribando la casa, y construyendo una serie de paisajismos y piscinas para poder dominar todo el solar.