En la ducha destaca una magnífica cascada de agua
La terraza es otro elemento vivo, todo gira alrededor de un olivo centenario, siempre visible desde toda la vivienda, y su iluminación nocturna ha sido confiada a la marca Simes que vuelve a dar con la magia.
En la entrada de la vivienda, un aseo de cortesía se oculta mediante un panel de madera de roble de Hakwood de puerta oculta. Al abrirla, se ve la combinación de la piedra Silk Georgette que reproduce nudos y vetas del más noble roble, y crea un efecto de integración de materiales que, aun siendo de naturaleza muy distinta, se asemejan entre sí. La habitación principal adentra a sus habitantes en un mundo aparte, acogidos por reflejos, deslumbrados por los paneles Shoin de Lualdi del vestidor, que se reflejan en el blanco mármol de Carrara que abraza el baño, y que permite apreciar un suelo volcánico casi negro en lucha con el lujoso y teatralizado blanco de las luces. Desde el vestidor de cristal se accede al baño principal, con mármoles clásicos seleccionados en diferentes tonalidades de blanco y negro que le otorgan el encanto de un tejido preciado, pero a la vez, la luz cenital ayuda a reflejar y exaltar su dura textura que imita la madera cortada a mano. Esto, sumado al juego de luces y sombras, crea un efecto casi teatral junto al contraste del suelo en piedra volcánica. La luz cenital de la zona de ducha destaca aún más por la magnífica cascada de agua, firmada por Fantini, y desde la ducha es posible mirar el cielo y abrirse al exterior, haciendo que la relación con lo natural sea más fuerte.
Una casa en la que los propietarios, atraídos por el limpio diseño, empiezan a combinar sus recuerdos con piezas de arte contemporáneo, semejante a un lienzo abierto a diferentes trazos, colores y texturas.