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Coppola, La isla escondite de en venta
El terreno lleva seis años alquilado por la familia del director de ‘El padrino’ y es propiedad del abogado Terry Tao, que lo compró hace una década
Esperanza Balaguer. Nueva York
La pequeña isla privada que utiliza como refugio el cineasta Francis Ford Coppola en la costa de Belice está a la venta por 2,19 millones de dólares. El enclave es un paraíso caribeño rodeado de aguas cristalinas y aves exóticas donde el lujo relajado es su atractivo principal. Conocido como Coral Caye, el acceso al islote de 10.100 metros cuadrados es solo posible navegando en bote durante 25 minutos desde la localidad de Placencia, al sur de Belice. Una vez allí, todos los servicios de la isla como la luz (alimentada por energía solar) o el agua dulce con sistemas de agua y alcantarillado son autosuficientes.
La propiedad está protegida detrás de la famosa barrera de coral de Belice, lo que permite a los visitantes nadar, practicar snorkel, navegar en kayak y remar en las aguas transparentes del mar Caribe en completa soledad. La isla lleva seis años alquilada por la familia Coppola, que la utiliza como refugio personal y la explota como destino turístico cuando no están presentes. El director de películas como El Padrino y Apocalipsis Now, que tiene 83 años, incorporó el lugar a su cartera de negocios paralela al cine en la que destacan los viñedos que posee desde 2006 al norte de California.
La empresa de turismo de los Coppola, The Family Coppola Hideaways, tiene otros hoteles en Gua
temala, Argentina, Italia y en Belice continental. En Coral Caye, han alojado durante estos años a numerosos famosos, escritores e incluso a un príncipe saudí cuya identidad se mantiene en secreto. La explotación la cedió el propietario de la isla, el abogado de Los Ángeles, Terry Tao, quien la adquirió hace diez años por un precio indeterminado y construyó la casa principal. Ahora, se quiere deshacer de ella. “El tranquilo océano y la cálida luz del sol han sido un santuario para mí y para mi familia. Nos ha permitido darnos un respiro en este mundo en rápido movimiento”, explicó Tao a Mansion Global, el primer medio que explicó los detalles de la venta.
La isla cuenta con una construcción principal, llamada la Gran Casa, que consta de un espacio habitable que funde el interior con el exterior con un suelo de arena. Es el lugar de reunión de los huéspedes donde pueden disfrutar de un bar, una cocina, una gran mesa de comedor y numerosos juegos. Aparte, hay dos cabañas rústicas típicas de la construcción caribeña, levantadas por los Coppola, que hacen en total diez dormitorios y seis baños repartidos en los tres edificios. Una de ellas, The Seahorse Cottage, recibe su nombre del manglar repleto de caballitos de mar en el que está situada. La otra, The Coral Cottage, es la morada más nueva y cuenta con un porche delantero, hamacas y una ducha al aire libre. El cineasta también levantó el moderno muelle que se extiende hacia el agua para recibir a los invitados.
“Cuando alguien dice: Voy a comprar una isla, la gente piensa en cincuenta o cien millones de dólares”, explica Peter McLean, el agente inmobiliario de Corcoran encargado de la venta. Así que acceder a este paraíso exclusivo por 2,2 millones de dólares “es un gran precio”, añade.
Mercado de islas privadas
La familia Coppola utiliza el islote como refugio y lo explota como destino turístico
El director suma la isla a sus negocios paralelos al cine, que incluyen viñedos
La realidad del exclusivo mercado de las islas privadas es que hay más oferta que demanda. En el Caribe, el lugar preferido de los millonarios para hacerse con uno de estos paraísos, existen cerca de 150 atolones a la venta, según la inmobiliaria especializada Private Islands. La mayoría de ellos se encuentran entre los 700 islotes que forman el archipiélago de las Bahamas, con vuelos directos diarios desde Miami y Nueva York a la capital, Nassau. Los precios de las islas oscilan entre el millón y los cincuenta millones, dependiendo si la propiedad es habitable, cuenta con edificios construidos y el acceso no resulta muy dificultoso.
Una vez comprada la propiedad, el mantenimiento solo está al alcance de unos pocos. Algunos de los famosos propietarios son el actor Johnny Deep, que adquirió el cayo Little Halls Pond (Bahamas) en el año 2004 por 3,6 millones de dólares; y la cantante Shakira, que en 2011 se asoció con el líder de Pink Floyd, Roger Waters, y el español Alejandro Sanz para comprar una isla en las Bahamas por trece millones de dólares para convertirla en un resort de lujo.
La ganga del siglo la consiguió el fundador de Virgin, Richard Branson, cuando en 1978 compró Necker Island en las Islas Vírgenes Británicas por 180.000 dólares. En la casa de aires balineses que construyó, se han alojado invitados como la princesa Diana de Gales, Tony Blair y Nelson Mandela.