Chapuzones en verano y también en invierno

Situada en la exclusiva urbanización Cascada de Camoján (Marbella), en las faldas de las montañas de Sierra Blanca, Villa Olympus es una mansión de nueve dormitorios y doce baños en una parcela que ronda los 4.700 metros cuadrados. Además de la piscina exterior para los días más calurosos, con vistas al Mediterráneo, cuenta con otra cubierta y climatizada, spa, gimnasio, ‘hammam’, sauna, sala de cine, piano bar... Vende Gilmar, por 27,5 millones de euros. sean saladas, que emulan un chapuzón en el mar sin necesidad de llegar a la playa.

En cuanto al tamaño, dependerá de la superficie y presupuesto disponible. De obra nueva y dentro del jardín de una mansión, “nos piden piscinas profundas, con un canal de nado y una zona diferenciada más recreativa para disfrutar con la familia”, revela Fur, de Somium.

Una vez construida, no supone un gasto elevado, dentro de la economía de una vivienda de alto standing. El importe medio de conservar una piscina privada, según el portavoz de Gilmar, no superaría los 2.500 euros anuales. “El precio del agua, que debería conservarse de un año para otro, es el más significativo. Si a eso le sumamos los productos que la mantienen en buenas condiciones durante el invierno, así como el mantenimiento del sistema de depuración, etc... rondaría esa cifra”.

A nivel nacional y con datos de Idealista, Andalucía es la comunidad autónoma donde un mayor porcentaje de viviendas en el mercado cuentan con piscina (31,7%), seguida, en el top 3, de Canarias (29,2%) y Baleares (28,6%). A continuación, la Comunidad Valenciana (27,5%), La Rioja (22,3%) y Madrid (21,5%). Una cuestión de clima. En el norte, aprecian o utilizan menos este complemento casero: solo el 4,3% de las viviendas en Galicia tiene piscina, el 2,6% de Asturias, el 2% de Navarra y el 1,5% del País Vasco.