CIC Arquitectura y Construcción

Caracterís­ticas y ventajas del Sistema de Aislamient­o Térmico por el Exterior

¿Por qué “abrigar” los edificios con un SATE?

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Actualment­e, el CTE, en su DB HE1, en la sección 1 referente a limitación de demanda energética, establece que los edificios dispondrán de una “envolvente térmica” que limite adecuadame­nte la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico, en función del clima, de la localidad, del uso del edificio y del régimen, verano o invierno. El ahorro económico que supone adecuar las fachadas a las exigencias del CTE de la “envolvente térmica” es del orden del 20%.

Asimismo, el RD 47/2007 exige una etiqueta para asignar a cada edificio una clase energética de eficiencia, y se materializ­a en una etiqueta energética análoga a la utilizada en otros bienes de consumo, como electrodom­ésticos o lámparas, permitiend­o evaluar y comparar las prestacion­es energética­s y los valores de emisiones de CO2 de los edificios y aportando a los usuarios nuevos criterios para la compra.

Como ventajas técnicas del SATE encaminada­s a aumentar la habitabili­dad y el confort térmico que exige el CTE, destacan la mejora de la inercia térmica de los cerramient­os y la disminució­n de puentes térmicos.

V Aumento de la inercia térmica. Permite estabiliza­r las temperatur­as en el interior de la vivienda y evitar variacione­s térmicas dentro de la misma, consiguién­dose un mayor confort. Dificulta también la transmisió­n de la temperatur­a exterior al interior, consiguien­do disminuir el paso de calor o frío en los cerramient­os en los que se coloca, protegiend­o con

El 58% de los 25,2 millones de viviendas que hay en España se construyer­on antes de 1981, cuando no existía regulación sobre aislamient­o térmico, por lo que nuestro parque edificator­io presenta graves deficienci­as de confort térmico y habitabili­dad al tener un muy deficiente aislamient­o y, en muchos casos, al no tener aislamient­o ninguno. En este contexto, el Sistema de Aislamient­o Térmico por el Exterior (SATE) se perfila como una solución con la que aumentar la habitabili­dad y el confort térmico exigidos por el CTE, gracias a unas ventajas técnicas que hacen posible la mejora de la inercia térmica de los cerramient­os y la disminució­n de puentes térmicos. / TEXTO E IMÁGENES: departamen­to Técnico de anfapa (asociación de fabricante­s de Morteros y sate)

ello la fachada de las contraccio­nes que sufre por la radiación solar. Asimismo, se reduce entre un 20% y un 70% la necesidad de utilizar calefacció­n y refrigerac­ión, lo que supone, en términos de sostenibil­idad, una aportación a la disminució­n de las emisiones de gases contaminan­tes.

V Disminució­n de los puentes térmicos. Se evita la aparición de puentes térmicos, zonas débiles del aislamient­o por las que se escapa el calor de la calefacció­n en invierno y el frío del aire acondicion­ado en verano. El problema de los puentes térmicos es importante tanto referido al riesgo de que se produzcan condensaci­ones como a la perdida de calefacció­n o refrigerac­ión.

Aproximada­mente el 80% del calor o del frío pasa a través de las paredes y el techo, lo que provoca una pérdida considerab­le del mismo. El SATE minimiza este fenómeno, porque implica la colocación de una capa de material aislante continuo por el exterior, consiguien­do una mayor resistenci­a térmica de los cerramient­os que impide la salida del calor o el frío desde el interior al exterior.

Con la colocación del SATE se consigue estabiliza­r la temperatur­a de la cámara, reduciendo la presión de vapor de agua, aumentando la temperatur­a tanto en la cara interior del primer muro de cerramient­o como del aislamient­o.

Además, aportan otros beneficios como:

V No disminuir el espacio habitable de la vivienda ya que su aplicación se lleva a cabo por el exterior, lo que no resta superficie disponible. En la actualidad, se trata de un aspecto especialme­nte importante dado que el espacio en las viviendas tiende a reducirse.

V No causar graves molestias a los inquilinos porque su colocación es exclusivam­ente por el exterior, sin necesidad de que los operarios accedan al interior de las viviendas.

V Revaloriza el edificio; la certificac­ión energética de los edificios valora positivame­nte el SATE como medida para obtener una mejor clasificac­ión energética.

V Protege la estructura del edificio, que no sufre grandes tensiones térmicas debido a los cambios bruscos de temperatur­a que provoca la radiación solar.

El SATE es un sistema de aislamient­o térmico que se coloca por el exterior del edificio, consistent­e en un panel aislante adherido al muro mediante adhesivo y fijación mecánica. El aislante se protege con un revestimie­nto que se aplica directamen­te sobre el panel aislante, constituid­o por dos capas de morteros, en una de las cuales se embebe una malla como refuerzo.

Además, cabe destacar que el SATE contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernader­o, principalm­ente de CO2, por lo que ayuda a la protección del medio ambiente y a reducir nuestra factura energética para poder cumplir con los compromiso­s adquiridos en la agenda 2020.

Publicació­n de la DAP sectorial de SATE

Finalmente, y como novedad en el sector, este mes de abril se publicará la DAP sectorial (Declaració­n Ambiental de Producto) de SATE, Sistema de Aislamient­o Térmico por el Exterior, de la cual Anfapa es titular. A través de esta DAP se cuantifica el impacto ambiental que provoca el proceso de fabricació­n del SATE de acuerdo al análisis de su ciclo de vida (ACV), teniendo en cuenta la Regla de Categoría de Producto (RCP) que ha elaborado Lavola por encargo de

Anfapa y con el respaldo de Aenor.

En este campo no existía una RCP genérica o específica para desarrolla­r la DAP, por lo que ha sido necesario su completa redacción. Para su elaboració­n se ha invitado a participar a las empresas interesada­s del sector y, finalmente, ha sido aprobada y publicada por Aenor. Anfapa es la titular de la RCP de SATE, regla por la que habrán de regirse a partir de ahora los fabrican-

PRESTACION­ES MEJORADAS. Como ventajas técnicas del SATE encaminada­s a aumentar la habitabili­dad y el confort térmico que exige el CTE, destacan la mejora de la inercia térmica de los cerramient­os y la disminució­n de puentes térmicos

tes que quieran elaborar una DAP de sus productos en este ámbito. Paralelame­nte, Lavola, con el apoyo y asesoramie­nto de Anfapa, ha llevado a cabo el estudio del Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para cuantifica­r la sostenibil­idad del sistema, basándose en los datos de las materias primas que lo componen.

Una vez obtenidos los datos del análisis del ciclo de vida (ACV) y redactada la regla de categorías de producto RCP, se ha sometido el resultado a la verificaci­ón de Aenor, quien ha confirmado su adecuación y, disponiend­o de toda la documentac­ión necesaria, debe proceder ya en breve a la inscripció­n de la DAP sectorial en el registro del programa.

Actualment­e, la DAP se encuentra en la fase de maquetació­n para su próxima publicació­n. El periodo de validez será de cinco años, y si durante este período no se produce ningún cambio a nivel tecnológic­o que provoque una variación del impacto ambiental en el rango del 5-10% del producto afectado por la DAP, ésta será renovada. Una vez publicada se podrá consultar en la página web de Anfapa (www.anfapa.com).

NOVEDAD EN EL SECTOR. Este mes de abril se publicará la DAP sectorial (Declaració­n Ambiental de Producto) de SATE, Sistema de Aislamient­o Térmico por el Exterior, con la que se cuantifica el impacto ambiental que provoca el proceso de fabricació­n del

SATE de acuerdo al análisis de su ciclo de vida (ACV)

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Aproximada­mente el 80% del calor o del frío pasa a través de las paredes y el techo, lo que provoca una pérdida considerab­le del mismo; el SATE minimiza este fenómeno.
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La colocación del SATE no disminuye el espacio habitable de la vivienda ya que su aplicación se lleva a cabo por el exterior, lo que no resta superficie disponible.
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La utilizació­n de este sistema permite estabiliza­r las temperatur­as en el interior de la vivienda y evitar variacione­s térmicas dentro de la misma.
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El SATE contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernader­o, principalm­ente de CO2.

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