CIC Arquitectura y Construcción
PROYECTO SINGULAR
Torres Bolueta (Bilbao) Máxima eficiencia por sus ocho costados
Las edificaciones pasivas ya son una realidad en España, con muchos y variados ejemplos ejecutados o en proceso, y las 361 viviendas que integran el edificio residencial Bolueta -el más alto del mundo- son un buen ejemplo de ello. Este proyecto con el que el gobierno vasco y el ayuntamiento bilbaíno han presentado su apuesta por la construcción eficiente y sostenible ha sido reconocido, entre otros muchos galardones, con la calificación Best en los X Best Practice Awards de sostenibilidad de Naciones Unidas, tanto por su eficiencia como por la actuación urbanística de regeneración urbana que representa.
Aunque en sus inicios el edificio residencial Bolueta se planteó como un edificio eficiente con generación mediante una central de distrito, ésta no llegó a materializarse, y es entonces por lo que, para poder seguir ofreciendo unas viviendas eficientes, se planteó la posibilidad de adaptar el proyecto al estándar Passivhaus. Tras resultar adjudicatarios del concurso público convocado por el gobierno vasco, concretamente por Visesa, para la redacción del proyecto y la posterior dirección de obra de las 361 viviendas que conforman el conjunto, desde el estudio Varquitectos se desarrolló un estudio que fue aprobado por Visesa, y a partir del cual se trabajó para poder contar con un proyecto certificable.
Esta apuesta por la construcción eficiente y sostenible ha supuesto un reto por varios motivos, como explica el arquitecto Germán Velázquez Arizmendi: “En primer lugar, por el propio tamaño del edificio, en este caso un bloque con 171 viviendas y otro con 190; por otro lado, su altura hace que sea el edificio Passivhaus más alto del mundo, por encima del rascacielos de Nueva York o la torre de oficinas de Austria; y por último, el que sean viviendas de protección oficial, e incluso 63 de ellas sean sociales en régimen de alquiler, hace que cobrara todo el sentido el esfuerzo por realizar un edificio de consumo casi nulo, para que los gastos derivados de vivir en el mismo sean lo más acotados posibles”.
El trabajo desarrollado se ha centrado en adaptar al exigente estándar alemán un proyecto de vivienda de protección oficial, con técnicas constructivas y materiales tradicionales, y realizando las mejoras necesarias para poder alcanzar sus exigencias, entre las que cabe destacar una demanda de calefacción < 15kwh/m2a; una carga de calefacción <10W/m2; una hermeticidad de <0,6renovaciones/hora y una energía primaria de <120kwh/m2a. “Ha sido todo un reto poder alcanzar estos parámetros, puesto que son cifras de Edificio de Consumo Casi Nulo. Y además hacerlo con materiales tradicionales, como el hormigón, ladrillo, yeso, etc., para conseguir que el presupuesto no se incrementase más de lo aceptable y siguiera entrando en los ratios del gobierno vasco y fuese viable”, subrayan desde Varquitectos.
Desarrollo y metodología
El proyecto se ha trabajado, principalmente, sobre los cinco principios básicos del Passivhaus, aplicando diversas mejoras. El punto de partida era el proyecto de origen con una calificación energética A, y para ello se ha modelizado este estado previo con el PHPP, la herramienta informática del Passivhaus Institute. En estas condiciones, el proyecto arrojaba una demanda de calefacción de 56kwh/m2a, cifra que coincide con los consumos reales
de este tipo de edificios pese a contar con la máxima calificación energética, pero muy lejos de los 15kwh/m2a exigidos por el Passivhaus Institute para poder considerarse Pasivo o Edificio de Consumo Casi Nulo.
Los aspectos que se han tenido que trabajar han sido los siguientes, en este orden: aislamiento, puentes térmicos, carpinterías de altas prestaciones, ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor y alta hermeticidad al aire.
El aislamiento fue el primer aspecto que se trabajó en el PHPP. Se contaba ya con una envolvente continua por el exterior del edificio, de 6 cm de lana de roca y 5 cm adicionales de lana mineral en el trasdosado de cartón yeso. Finalmente se optó por una solución consistente en 10 cm de lana de roca por el exterior y 5 cm al interior, sumando por tanto 15 cm de aislamiento. Con estos espesores en fachadas, se opta por 15 cm en cubierta y suelo de baja 10 cm más 3 cm de arlita; las transmitancias de los paramentos rondan 0,20-0,25W/m2k, cifra suficiente para el clima de Bilbao, y sin duda favorecidos por el gran volumen del edificio y su buen factor forma. Según explican desde el estudio de arquitectura, la mejora del espesor del aislamiento se traduce en una reducción den la demanda de 14kwh/m2a, pasando ahora a 42kwh/m2a de demanda. “Es realmente importante que el aislamiento sea continuo, para lo que es preciso que se coloque por el exterior. Se ha aplicado lo que se ha venido a llamar la regla del rotulador, que no consiste más que en poder trazar una línea continua de la envolvente térmica tanto en plantas como en secciones, sin levantar el lápiz del papel. Este sencillo ejercicio permite obtener una continuidad total de la envolvente térmica, eliminando los principales puentes térmicos”. Para la fachada ventilada se ha optado por colocar lana de roca de doble densidad al exterior por varios motivos: “El primero es su comportamiento al fuego, siendo un material ignífugo, y que no desprende gases tóxicos en caso de incendio. Es un producto que permite el paso del vapor de agua, dejando ‘respirar’ a la fachada. Y además, por su elevada densidad no precisa de un velo para evitar que pierda propiedades con el agua, por lo que resulta especialmente adecuada para este tipo de aplicaciones”, subraya Germán Velázquez.
Eliminación de puentes térmicos
Al plantear un aislamiento continuo por el exterior del edificio, se eliminan los puentes térmicos en frentes de forjados, pilares, etc. Para el resto de encuentros, fachada con cubierta, forjado de planta baja con fachada, etc. se han modelizado con la herramienta Flixo energy 7.0 para poder desarrollar el detalle constructivo más adecuado para cada caso. En el Gráfico 2 se muestran algunos de los puentes térmicos calculados; encuentro de carpinterías con fachada ventilada, con SATE, jambas, etc. La repercusión que tiene en el conjunto la mejora de estos puentes térmicos es relevante, según Varquitectos, puesto que dadas las dimensiones del conjunto, “cualquier puente térmico mal resuelto supone unas pérdidas energéticas de importancia en el total. En total se trata de 8kwh/m2a, pero lo principal es poder garantizar la ausencia de patologías derivadas de condensaciones por bajas temperaturas en cualquier punto de la envolvente de los paramentos interiores”. Para lograr estos objetivos, se ha tratado en todos los casos de utilizar soluciones sencillas, efectivas y baratas para eliminar los puentes térmicos. Las soluciones industrializadas en muchos casos quedaban fuera de presupuesto, por lo que se ha hecho nece-