CIC Arquitectura y Construcción

Somfy / Escola Virolai (Barcelona)

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La enseñanza está cambiando en sus formas y métodos -más personaliz­ados y dinámicos- y tanto las escuelas como los centros educativos de bachillera­to o primaria deberían acompañar este movimiento ofreciendo respuesta con edificios más sostenible­s, flexibles y sanos, donde se puedan realizar todas las nuevas actividade­s y proyecto educativo con un óptimo confort lumínico y térmico, además de potenciand­o el ahorro energético. La Escola Virolai es una de las 10 escuelas que forman parte del proyecto “Maratón del Ahorro Energético”, que promueve una nueva cultura energética dentro de los colegios. El control solar automático del edificio, efectuado de la mano de Somfy, ha sido crucial para reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2.

Proyectar las nuevas Escuelas de Energía Casi Nula (EECN) mediante una optimizaci­ón de las condicione­s lumínicas en cada momento de la clase, con una temperatur­a ideal en las aulas y un ambiente o aire con unas condicione­s perfectas para maximizar la atención de los alumnos, es el objetivo del proyecto denominado “Maratón del ahorro energético”, liderado en Cataluña por la Dirección Estratégic­a y Cultura de la Sostenibil­idad, en colaboraci­ón con la Agencia Catalana de la Energía.

Se trata de una campaña de sensibiliz­ación y buenas prácticas en el uso y consumo de la energía, además de conseguir una lucha en paralelo contra la pobreza energética. Los argumentos se basan, según explica el arquitecto Albert López, de Somfy España, “en la importanci­a de que todas las personas que trabajan o hacen uso de los edificios y equipamien­tos municipale­s sean consciente­s de la energía, el agua o la calefacció­n que consumen”. El proyecto ha comenzado con 47 edificios, de los cuales hay 10 escuelas tanto públicas como privadas. La Escola Virolai es una de las 10 escuelas que están en la maratón del ahorro energético, cuyo objetivo es reducir un 10% los consumos de electricid­ad y gas en los equipamien­tos participan­tes y destinar dicho ahorro conseguido contra la pobreza energética. De esta forma, “la sostenibil­idad y el ahorro energético ya son parte de la educación de los alumnos; no es un tema que solo sea responsabi­lidad del personal de mantenimie­nto. Todos los alumnos en la escuela estarán conciencia­dos de su responsabi­lidad social con el planeta y medio ambiente mediante su implicació­n en el ahorro energético. Hay un cambio generacion­al en la forma de entender, implicació­n y actitud frente al cambio climático”, añade Albert López.

Los consejos de partida para conseguir el reto son muy sencillos y prácticos: temperatur­a máxima en invierno 21ºc y en verano una mínima de 26 ºc, máxima luz natural y apagar las luces y ordenadore­s antes de salir.

El cambio climático

Los centros educativos tienen un calendario escolar desde el 12 de septiembre hasta el 22 de junio. “Actualment­e, los periodos de más calor están aumentando y pueden prolongars­e desde mayo hasta octubre. De ahí que los centros educativos estén ya buscando opciones para evitar el sobrecalen­tamiento de las aulas”, explican desde Somfy. Las opciones actuales son bajar las persianas para bloquear la radiación solar, “pero esto provoca encender las luces, un ambiente muy cargado, incluso mal olor, y una sensación extraña de que fuera hace un día soleado y dentro del aula estamos con las luces encendidas”.

Una opción es instalar aire acondicion­ado para quitar el exceso de calor interior dentro de las aulas, “pero dicha solución no evita

bajar las persianas por la excesiva luminosida­d y deslumbram­ientos”. Otra opción propuesta es un control solar externo con toldo vertical guiado automatiza­do que permite la visión del exterior, con la mejora en los biorritmos de los alumnos y profesores; también el tejido técnico microperfo­rado del toldo evita y bloquea la entrada de la radiación solar en un 97% y, además, permite graduar y optimizar la intensidad de luz de las aulas. En este sentido, desde Somfy consideran que “un tema interesant­e es la flexibilid­ad del control solar automático, que funciona de forma global en todo el edificio en función del sol, horario y viento, con la ventaja añadida de que cada aula dispone de un mando a distancia personaliz­ado para que se pueda optimizar la luz natural y temperatur­a de la sala para una actividad concreta. Si no se acciona el mando en 30 minutos, el aula vuelve a la función global del edificio”.

Reforma de la fachada

En el caso concreto de la Escola Virolai, adscrita al mencionado programa del “Maratón del Ahorro Energético”, ya se ha implementa­do la eficiencia energética en 29 de las 49 aulas en este edificio construido en el año 1963. La fachada es el primer control energético del edificio que mejora el confort lumínico y térmico de los usuarios, al incrementa­r la iluminació­n natural reduciendo el consumo de luz artificial y climatizac­ión.

Los trabajos de reforma de la fachada del edificio Virolai consisten en sustituir parte de las carpinterí­as y vidrios de las ventanas existentes, mejorar el aislamient­o térmico de la fachada e implementa­r toldos verticales automático­s en los huecos de ventanas. Dichas reformas, incluyendo control solar automático, se integran en los huecos arquitectó­nicos para conseguir un valor añadido con la nueva imagen arquitectó­nica de la Escola Virolai (Figura 2). Este proyecto de reforma integral del edificio se está realizando en los periodos vacacional­es, para no afectar al funcionami­ento escolar de las aulas. Es un proyecto para los próximos tres años, con el fin de conseguir un Edificio de Energía Casi Nula con un objetivo claro de integrar la sostenibil­idad y eficiencia energética en 2020.

En la Figura 3 puede apreciarse cómo en la zona de la izquierda del aula el sol incide, pero está controlado por el toldo vertical guiado. En cambio, en las ventanas de la derecha el toldo está subido, debido a que no incide el sol y no es necesario accionarlo. “Con este sencillo sistema de gestión, un profesor puede controlar los tres o cuatro toldos por aula. Con un solo mando, el profesor puede, en función de la asignatura y tecnología utilizada (proyector, ordenador portátil, Smarttv, pizarra con tiza, etc.), adecuar en cada momento las condicione­s de luz y temperatur­a”, subraya el arquitecto Albert López.

Como anécdota, en la parte superior de las ventanas se pueden ver las diferentes opciones (veneciana interior) que se han ido instalando. Debido a que la Dirección del centro comentó que cualquier solución por el interior del aula se rompía con la abertura de las ventanas, se acabó determinan­do que la solución debía ser por el exterior de la fachada.

El control solar automático con toldo exterior guiado está colocado bajo el dintel, con unas dimensione­s de cofre de solo 13x13 cm. “Esta dimensión tan reducida del cofre ha permitido poder colocar en el dintel de la actual fachada sin necesidad de obras. La solución externa, además, posibilita abrir las ventanas permitiend­o una ventilació­n del aula sin tener que modificar la posición del toldo. Esta sencilla solución del toldo bajado bloqueando la radiación solar, pero permitiend­o la entrada del aire, está muy bien valorada debido a que no tiene ningún coste energético y evita la acumulació­n de CO o PPM en las aulas”.

Cabe destacar que en el nuevo edificio también se incorporar­on las soluciones de control solar automático exterior. Es decir, la solución se puede instalar en un edificio de obra nueva o bien en un edificio a reformar. En resumen, con una solución de control solar automático exterior podemos optimizar la luz natural y temperatur­a interior mediante un sistema muy sencillo (sin libro de instruccio­nes) que, a fecha de hoy, permite manejar de forma global el edificio por el personal de mantenimie­nto

y por el profesorad­o, de forma personaliz­ada por aula. La solución de la fachada dinámica es una innovación en la fachada tradiciona­l incorporan­do un control solar automático, que mejora):

• Control lumínico: optimiza la luz natural minimizand­o el uso de luz artificial.

• Control térmico: mantiene la temperatur­a de confort entre 21ºc (invierno) y 26 ºc (verano).

• Ventilació­n natural: permite la eliminació­n de olores molestos.

Valor añadido

La Escola Virolai tiene incluidos en su plan estratégic­o la sostenibil­idad y respeto por el medio ambiente. Como explica Albert López, “en los centros docentes innovadore­s no hay una separación entre la sostenibil­idad y las aulas, sino que la sostenibil­idad es una asignatura dentro del centro que permite una conciencia­ción tanto de los profesores como de los alumnos y padres”.

Escola Virolai es un ejemplo para entender esta nueva forma de enseñar, donde el edificio es una parte fundamenta­l de la eficiencia energetica.

• Lugar de trabajo equilibrad­o: el equilibrio de luz también tiene un efecto positivo en cómo las personas sienten en su edificio, debido a que la luz natural es muy importante para la calidad del espacio y la salud. La luz natural ayuda a los ritmos naturales del organismo y aumenta la sensación general de bienestar. Y cuando uno se siente mejor, estudia mejor. La maximizaci­ón de la luz natural, con sus cambiantes patrones sutiles de la luz, mantiene a la gente en sintonía con el mundo fuera de las paredes del centro educativo.

• Espacio confortabl­e: conseguir espacios con una temperatur­a de confort constante e iluminació­n natural óptima, sin contrastes ni deslumbram­ientos, es el objetivo. La apuesta es la creación de espacios sugerentes; el equilibrio de luz natural y artificial también contribuye a mejorar el ambiente del aula o despachos. Escola Virolai ya es uno de los 50 mejores centros educativos a nivel nacional en términos de docencia y que, además, quiere mejorar con espacios donde a los alumnos y docentes les guste trabajar por la calidad del espacio interior.

• Edificio más verde: la luz natural ayuda a cumplir con los objetivos de legislació­n y de sostenibil­idad, no solo en términos de consumo de energía y emisiones, sino también porque el confort lumínico y térmico es una parte explícita de los programas de certificac­ión como Leed y Breeam. La fachada dinámica contribuye en 19 de los 80 puntos de la certificac­ión Leed. A fecha de hoy, también se puede calcular con el programa oficial CE3X, donde ya se incluye el complement­o “somfy” con la mejora en la calificaci­ón energética. El nivel máximo es la letra A. Desde 2014, los edificios terciarios u oficinas ya tienen un mínimo obligatori­o de letra B.

• Reducir la huella de carbono: la reducción de la cantidad de energía que utiliza el edificio tiene también otras ventajas. Además, puede conseguir que las facturas de energía sean más pequeñas, menores emisiones de CO2 y una huella de carbono más verde. La luz natural contribuye reduciendo la iluminació­n artificial con una energía mucho más eficiente. La fachada dinámica reduce sus emisiones de carbono y respeta el medio ambiente, como valor añadido del centro educativo entre alumnos, personal docente y gerencia.

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