CIC Arquitectura y Construcción
Kawneer / Centro Cultural Municipal Mouans-sartoux (Francia)
Preservando la estructura original del edificio, pero actualizándolo para traerlo de forma respetuosa al presente, el trabajo de rehabilitación del Centro Cultural Municipal Mouans-sartoux tenía entre sus principales objetivos controlar el uso de energía y regular las emisiones de efecto invernadero, un desafío complejo pero que se ha cumplido con éxito gracias en parte a las carpinterías Kawneer, especialista en sistemas arquitectónicos de aluminio.
En el corazón de la ciudad de Mouans-sartoux, en la región francesa de los Alpes Marítimos, el Centro Cultural Municipal Mouans-sartoux destaca por su forma alargada y su fachada de piedra. Construido a principios del siglo XX, este edificio industrial se utilizó primero como taller de mantenimiento del tranvía que pasaba por la zona para después, en los años 50, convertirse en una central lechera. Posteriormente, en la década de los 80, se utilizó para diferentes servicios técnicos municipales y en 1995 el edificio quedó abandonado. Ahora se ha rehabilitado por completo para dar servicio a todo tipo de actividades culturales que involucran desde jóvenes hasta diferentes asociaciones de la ciudad. Para el Ayuntamiento de Mouans-sartoux, uno de los principales objetivos de esta rehabilitación era cumplir con bases de la normativa RT2012 de la región (Regulación Térmica 2012), cuyo objetivo es controlar el uso de energía del sector de la construcción y regular las emisiones de efecto invernadero, a la vez que se preservaba el patrimonio existente. Inaugurado en noviembre de 2017 y tras 18 meses de trabajo, este centro cultural tiene una superficie total de 1.000 m2 que se dividen en un espacio de 200 m2 dedicado a estudiantes de secundaria, una escuela de baile de 450 m2 y una asociación local de 200 m2. Angélique Tisserand, jefa del Departamento de Construcción de los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, explica el doble objetivo de esta renovación: “Por un lado, lograr el rendimiento energético de las normativas vigentes y, por otro, preservar la arquitectura tradicional, incluyendo el mantenimiento de la fachada en piedra. Para ello, elegimos como director de obra a Roland Raibaudi”. El director de obra ha utilizado sistemas y equipos diseñados para optimizar el rendimiento y la inercia del edificio: aislamiento interior reforzado, bombas de calor con unidad de tratamiento de aire, doble flujo VMC y calefacción por suelo radiante.
Papel clave de la carpintería
La carpintería también jugó un papel crucial en la rehabilitación del edificio: “Hemos prescrito grandes soluciones de aluminio compuestas de doble acristalamiento para proporcionar la máxima luz natural. El rendimiento térmico de la carpintería exterior debía mostrar un Uw entre 1,5 y 1,8 W/m2. K”, comenta Angélique Tisserand. “El color de la carpintería interior y exterior era igual de importante. Queríamos un color y una textura similar al óxido para preservar la identidad industrial del edificio”, añade.