CIC Arquitectura y Construcción
Oficinas de Lead Tech en Barcelona
Arquitectura disruptiva que fomenta la creatividad
Un rompedor diseño, joven, fresco y lúdico, además de un excelente tratamiento de la luz natural y la presencia de espacios colaborativos y flexibles son las características más llamativas de las nuevas oficinas de la empresa tecnológica Lead Tech en Barcelona, con privilegiadas vistas tanto al mar como a la ciudad. La constructora 4Retail ha sido la encargada de llevar a cabo el proyecto constructivo, diseñado por el estudio de arquitectura Mendezdelpozo. TEXTO: REDACCIÓN CIC / IMÁGENES: 4RETAIL
Siguiendo la estela de los grandes gigantes tecnológicos, este innovador espacio de trabajo responde a la tendencia de crear oficinas disruptivas, donde la filosofía de trabajo se basa en conseguir que el trabajador se sienta cómodo, además de potenciar al máximo el trabajo en equipo. Éste es el motivo por el que el espacio cuenta, por ejemplo, con una piscina de bolas blancas con magníficas vistas panorámicas donde relajarse y/o trabajar, zonas de juegos donde el trabajo en equipo es importante como un minigolf, un futbolín y también una mesa de ping pong donde compartir momentos con los compañeros de trabajo. Todo ello en salas totalmente abiertas y con un interiorismo salpicado de plantas naturales y confortables cojines.
La compañía constructora 4Retail, experta en proyectos constructivos para los sectores retail, oficinas y hoteles, ha llevado a cabo la construcción ‘llave en mano’ de estas innovadoras oficinas, cuya superficie es de 2.400 m2, ubicadas en las plantas quinta y altillo con terraza del edificio Blue Building de la Villa Olímpica de Barcelona. “Para 4Retail ha sido una expe-
riencia apasionante vivir de principio a fin este proyecto de reforma que nos aproxima a la manera de trabajar del futuro”, según afirma Javier Paradell, cofundador y sociodirector de 4Retail.
Los arquitectos que han dirigido el proyecto, Alba Méndez y Miquel del Pozo , del estudio de arquitectura Mendezdelpozo, afirman que su visión es la de “elevar el bienestar humano a través de la construcción y reconstrucción del entorno”; de ahí que el equipo de profesionales del estudio despliegue su talento creativo hacia la búsqueda de soluciones originales y empáticas cuyo objetivo es aportar valor a sus proyectos empresariales y personales.
Defensores de un concepto de simplicidad y eficacia del espacio, como queda claramente de manifiesto en este proyecto, los materiales utilizados guardan sinergias con la filosofía global de buscar ante todo el bienestar y la comodidad de los empleados, a la vez que diferenciarse del concepto tradicional de oficinas. Asimismo, para los integrantes del estudio Mendezdelpozo, la vegetación es un condicionante para mejorar la calidad espacial, tanto en su interior como en la calidad ambiental y visual. Ello explica que, como suele ser habitual en sus propuestas para espacios interiores, la vegetación en estas oficinas haya sido utilizada como una herramienta de diseño más: “La relación entre la vegetación y la arquitectura viene de lejos, estando presente en la arquitectura tradicional de múltiples culturas. Los beneficios que aportan las plantas a los ambientes, interiores y exteriores, van mucho más allá de la estética... La vegetación tiene la capacidad de ejercer un papel bioclimático en los edificios, de purificar el aire interior de éstos”, aseguran.
Compromiso sostenible
El lenguaje que Alba Méndez y Miquel del Pozo adoptan en sus proyectos pretende reflejar su compromiso con un futuro más sostenible, que mejore tanto el balance ecológico urbano como la calidad de vida de los ciudadanos y de sus habitantes. En esta línea, la iluminación en este proyecto jugaba un papel fundamental para conseguir que los distintos espacios de trabajo se vivieran realmente como se planteaban: un ambiente cercano al usuario, con zonas diferenciadas (trabajo, reunión, descanso, ocio...).
Un diseño como el planteado requería que las zonas de descanso y relación entre el personal tuvieran una iluminación integrada cómoda, que situase estas zonas en el espacio, pero que no interfiriera en la tarea visual diaria del trabajador. Por eso, se propusieron estrategias de iluminación indirecta y luminarias decorativas situadas según correspondiese. “La luz ha de estar presente allí donde es requerida; el concepto de iluminación homogénea no es válido ni para el concepto ni para la salud visual. El ojo pasa muchas horas fijo en la pantalla, y cuando el empleado levanta la vista, requiere que la intensidad lumínica sea menor. Por eso, en este proyecto se plantea un degradado de intensidad desde las mesas de trabajo hasta las zonas de descanso, pasando por las zonas de paso”, apuntan los arquitectos responsables del proyecto.
Adicionalmente, se tuvieron en cuenta dos temas más: sustituir la temperatura de color que existía de 6000K, muy fría, por la temperatura ideal para la salud visual, que es la neutra (3000K). Como explican desde el estudio, “sin querer entrar en tecnicismos, la temperatura de color con la que se trabajaba reproduce demasiado los azules y, por tanto, no permite que el organismo se comporte con normalidad; siempre está como si fuera de día, por tanto en alerta, sin seguir el ritmo normal del día. Existen numerosos estudios al respecto que desaconsejan totalmente el uso de temperaturas de color frías para lugares en los que el usuario pasa todo el día (como es el caso)”.
Por otro lado, se propuso como medida para el fomento del ahorro energético la incorporación de un sistema de control regulable según la luz del día que, a la vez, permitiera saber cuánto se está gastando en cada momento, y regular y ajustar el sistema siempre que sea preciso para que exista un ahorro real.
Confort acústico
Obtener el confort acústico deseado en los diferentes espacios de la actividad fue otro de los objetivos primordiales del proyecto, para lo cual se procedió a efectuar un estudio acústico in situ que validara los sistemas cons-
tructivos planteados cuyas prestaciones fueran las adecuadas y que permitiera, en caso contrario, proponer medidas correctoras y sistemas acústicos complementarios para llegar a los objetivos acústicos marcados. Para determinar los valores acústicos exigidos en cada caso, fue necesario identificar los distintos espacios del recinto y, posteriormente, proceder a la zonificación del mismo. El resultado promedio de tiempo de reverberación fue de 1,25 segundos, “un valor elevado para una sala de estas características, donde el uso predominante es de oficinas”, subrayan desde el estudio de arquitectura. En consecuencia, se propuso un sistema de acondicionamiento acústico para reducir este tiempo de reverberación a niveles adecuados para el desarrollo de la actividad. Entre las medidas adoptadas cabe destacar el refuerzo del falso techo de placas metálicas perforadas que había instaladas mediante la colocación de paneles de lana mineral con velo acústico, así como la sustitución de piezas alternas de chapa por otras piezas de mayor absorción acústica formadas por panel fonoabsorbente de lana de vidrio de alta densidad, con dimensiones igual que las existentes (600x600 mm y 40 mm de espesor). En otras zonas, como la zona lounge y zona central, se optó por sustituir el falso techo existente de chapas metálicas por un falso techo formado por lamas de madera de 40 mm de espesor y, apoyado sobre las lamas, un panel de lana mineral con velo acústico. Y por lo que se refiere al acondicionamiento acústico de los habitáculos semiabiertos, situados en la zona central de las oficinas, los cuales requieren de una mayor calidad en la acústica e inteligibilidad del habla, se propuso en paredes, como material absorbente complementario, la instalación de paneles acústicos fonoabsorbentes, fabricados con lana de vidrio de alta densidad de dimensiones 2.700x1.200 mm y 40 mm de espesor. En este caso, la superficie vista está compuesta por un tejido de fibra de vidrio resistente a impactos, en tanto que la cara posterior del panel está revestida con un tisú de vidrio.